Esta mañana, acatando órdenes de no sé muy bien quién ni para qué, he cargado el coche oficial con material para toma de muestras… como me habían dicho que no sabían qué podían encontrar, llevaba un poco de todo: botes estériles de 2 litros y de 500 ml, bolsas estériles, bolsas grande, precintos a saco, guantes, mascarillas, calzas y hasta unas batas de papel que me agencié en las prácticas de algún curso…
Como siempre, por si las moscas, ropa que no me jorobe destrozar o apestar, véase los eternos vaqueros, camiseta y botarracas… menos mal, porque tras más de tres horas rodeados de mierda, con tacones como que no y cogiendo muestras con faldita entre las montañitas de guarrería, como que tampoco… bolsillos para cargar boli, precintos, plastiquetes varios de romper las bolas estériles…
Me he llevado a mi compañero de penurias, que se apunta a todas y menos mal porque sino, aún seguía allí de muestras con la señora secretaria del juzgado dando fe y unos señores que parecían sacados de Splinter Cell… al menos cuando se han bajado del coche y han echado a correr para evitar que la gente del sitio ese saliera por patas… luego han resultado unos tipos simpáticos (al menos con nosotros).
Nosotros sin saber muy bien qué pintábamos allí; los de la nave preguntando si estaban detenidos y si no lo estaban por qué los trataban así, la secretaria pensando en que vomitaba por el olor… un cuadro, vamos, que de escena de CSI nada de nada.
He llenado bolsicas de cochinería como los voluntarios rellenan sacos de arena en las riadas… cuida no chupes el boli le decía a mi compi y cuando me he querido dar cuenta, entre los labios llevaba yo el boli agarrado (hay veces que uno desearía tener tres brazos)… puaggg… pero sin baba, que conste…
Cuando hemos llegado al despacho, con los restos esquilmados de nuestras ya exiguas reservas de material de toma de muestras, la auxiliar ha arrugado la nariz… apestáis… Nosotros directos al baño: cara, brazos, manos, narices… nada, el olor con nosotros como una sombra… La otra remojando las neveras portátiles donde llevamos el material sobrante y la bolsa con los restos para tirar…
Menos mal que quedaban un par de horas de trabajo; las ventanas abiertas… entraba una compañera y decía “huele como a pies”, otro, “huele raro” y eso que está resfriado… apesto, decía yo… y antes de entrar en casa ya iba descalza para no atufar (el perro pegado a mis botas como si olieran a lo mejor del mundo)… pantalones fuera, calcetines, camiseta, ropa interior… madre, ni corriendo una maratón y no duchándome en dos meses sería capaz de oler tan mal…
Las botas siguen fuera… en un barreño con agua y vinagre (no sé si eso es efectivo) y yo me voy al padel a sudar este olor asqueroso… que ducha tan buena que me espera…
Y no nos puedes decir al menos de que era el local, de forma general, pescado, carne,....?
ResponderEliminarQue escatológico eres akela... jajaja
ResponderEliminarUn abrazo ambar... te echo de menos por las mañanas...
¿Carne? ¿Pescado? De todo un poco... SANDACH a lo bestia sin categorizar y obviamente con destinos finales poco claros e ilegales...
ResponderEliminarSANDACH: Subproductos Animales No Destinados A Consumo Humano... esto es, restos varios (tripas, decomisos, animales muertos, gallinaza... etc, etc, etc)
A todo esto, dos duchas por la tarde y para colmo con agua fría porque se me ha estropeado la caldera... cochinamente, en cuanto sudaba jugando el partido (casi muero a pesar del agua y de la protección 50) me venían tufarradas a la peste esa... hoy parece que ya he conseguido o bien adormecer mi pituitaria o realmente hacer desaparecer el olor...
Me acuerdo que cuando estudiaba en la universidad nunca escuche la palabra de SANDACHs, algo que al parecer en sanidad tiene mucha importancia.
ResponderEliminarAhora me dicen SANDACHs y pienso en colores, categorías y en 1069/2009.
Saludos desde Murcia.
¿Y para que cogías muestras? Me imagino que no para un microbiológico, porque si no las muestras se podrían transportar solitas. Uncountables, uncountables UFCs ummm!
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