martes, 30 de octubre de 2012

Recompensa a la pesadez

Por fin, por fin, por fin… y sí, además de chiflada, modorra… si es que a estas alturas me alegro con cualquier tontería… En uno de los almacenes distribuidores he conseguido dar por corregidas las deficiencias de mantenimiento que desde el año 2006 se venían detectando…

Nos ha costado lo suyo, actas incluso de por medio… al menos ya no nos nieva dentro ni me he dejado el culo en el suelo al resbalarme en el hielo. No hay estalactitas ni estalagmitas, las cajas no parecen estar en mitad de carámbanos, no hay restos de a saber qué dispersos y difuminados por paredes, suelos, techos… no hay trozos congelados de algo que parece comestible pegados a suelos, vigas, soportes… y por fin, por fin, los termógrafos funcionan.

Y qué bonitas las gráficas de los termógrafos… anda y en los vehículos también funcionan…

Espero que para las que quedan, casi todas de etiquetado y recepción de mercancías, no tengan que pasar otros seis años.

Parecerá una tontería pero ver el expediente daba penica con deficiencias que no había manera de darlas por solventadas y mi sensación era de que mi trabajo estaba siendo nefasto. Al menos poco a poco parece que estamos llegando a un entendimiento. Poco a poco, demasiado poco a poco, pero veamos el lado positivo que sino, esto es muy triste y más con lluvia como hoy.

Por otra parte, ya me he llevado una estufa al despacho. La orden es calefacción de 8 a 12, pero si llego a las ocho menos cuarto y me voy a las tres y pico o voy una tarde, me puedo congelar en un par de semanas… y casi seguro los lunes. La escasez está llegando a niveles grandiosos  ya que hemos prestado las pilas de un reloj de pared y de un termómetro para que las pongan en los tensiómetros de las consultas… las pilas de mi casa, que es lo de menos… lo siguiente es que el ecógrafo, fotocopiadora u ordenador vaya a pedales porque no se paga la luz… Será mejor que piense en llevar velas para dar un toque suave y romántico al despacho…

domingo, 28 de octubre de 2012

Entretenimiento vs cultura

Cada día veo menos la tele… las series y pelis son imposibles con tanto anuncio y los programas de “docurrealidad” son siempre iguales, al igual que los concursos, y los programas de chillarygritarteloguarraqueeres y los de contartetusymismiserias nunca los he visto (reconozco que vi dos programas del primer GH y se me quitaron las ganas de más)… aunque la invasión actual son los programas de crisis y economía que me hacen agobiarme y agobiarme y pedirle a La Rubia que saque cuentas para ver si nos hemos pasado del presupuesto planteado para el mes… reconozco que siempre me ha dado mucho palo el tema del dinero… una de las imágenes que tengo de niña es la de mi madre con las cuentas del mes, venga números y sumas para decidir si ese mes había para zapatos o había que esperar al siguiente… cuando se lo comento a mi madre, alucina porque por aquel entonces yo no tendría más de cuatro años y fue cuando compraron el piso… será un trauma de la infancia pero tengo a fuego grabado lo de “no es comprar cuando tienes el dinero sino cuando puedes mantenerlo”

Ayer, mientras cenábamos teníamos puesto uno de esos programas en el que el de derechas es de superderechas y el de izquierdas de superizquierdas… al final yo paso y me embarco en mi libro, que me veo más representada… vamos y estoy con uno de magos, manda huevos… (sí Sheldon, es sarcasmo). Una de las cosas que discutían era sobre el IVA cultural y qué es cultura y qué es entretenimiento…

Lo que más me impactó fue el 0, cero patatero de inversión en bibliotecas públicas… ni un libro nuevo para añadir al fondo de préstamos, ni un periódico, ni una revista… 0… ¿Alguno ha notado lo que han subido los libros? Hasta los de bolsillo… Cuando no tenía un puto duro mi gran salvación eran las bibliotecas… con sus libros sobados y rozados, con sus manchas de a saber qué, con sus tapas dobladas, páginas amarillentas… salvo que tuvieras la suerte de coger alguna nueva adquisición… pero es que un libro, en cuanto pasa por 20 manos ya parece viejo aunque lo intentes cuidar… ahora mi salvación es compartir libros (aquí agradezco al señor del lado oscuro las horas de entretenimiento y cultura que me ha proporcionado)

¿Qué es cultura? ¿Qué es entretenimiento? ¿Un museo con cuadros de Goya pero no el museo de La Barbie que hay en Lanaja? ¿Los toros es cultura… y el muay thai no? ¿El cine de autor pero no la de los Goonies? ¿Un concierto de música clásica pero no de metal extremo? ¿Las jotas y no el crunk? ¿Una representación de Macbeth pero no del Club de la comedia? ¿Es cultura Quevedo pero no Terry Pratchett?

Ni todo el entretenimiento es cultura… ni toda lo que nos venden como cultura nos parece tal… al igual que no toda la cultura a todos nos parece entretenida…

Lo que está claro es que alguno de nuestros hijos no sabrán quién era Quevedo y mucho menos quién es Terry Pratchett…y mucho menos podrán ir a una biblioteca a leerlos…

El viernes me pasaré a la biblio en la que tantas y tantas horas pasé y libros leí para preguntar si les va bien que les done unos cuantos… si no, poco a poco acabarán en un banco del parque para que puedan seguir siendo leídos…

Voy a seguir entreteniéndome y culturizándome con mi novela… ehhh que he tenido que buscar un par de palabras en el diccionario…

sábado, 27 de octubre de 2012

Otoño de inspección

Ayer inspeccioné un nuevo establecimiento recién abierto… sigo sin acostumbrarme a que en algunos lugares, el primer recibimiento directamente sea el ataque… al menos el de ayer se fue suavizando y acabamos civilizadamente… pero si yo tengo el día coñón o chulesco, ¿qué? Que ni te conozco, ni sé quién eres o qué eres aunque tú parece que ya me has juzgado por lo que alguien te ha dicho que le han dicho que yo hago…

Como siempre y en cualquier lugar, siempre vamos predispuestos y con nuestro juicio hecho… que si un chico lleva el pelo largo y va de negro, seguro que es un satánico okupa que no da pie con bola… que si uno va con un traje que le queda como un guante, es un tipo rico con estudios y su palabra será cierta… ya sé que son ejemplos exagerados pero lo hacemos… todos…

En cambio, me tocó inspeccionar otro sitio que conozco al propietario desde mis principios, cuando curraba en un restaurante como cocinero y después como encargado del local… después el lugar cerró para su venta para construir casas sobre su solar y se tuvo que buscar la vida de pinche, de comercial, de camarero… hasta que se montó su propio local. Reconoce ser un obseso de la limpieza, cosa que le agradezco… ¿cuántas veces vemos al dueño de un restaurante limpiar las rejillas exteriores del aire acondicionado encaramado a una escalera?

Ir allí de inspección es pasar un mero trámite… pero hay que hacerla… él dice que es como pasar la ITV y te abre armarios, cámaras, te enseña las nuevas adquisiciones, te comenta los cambios de la carta, de alguna historia con proveedores… está orgulloso de lo que tiene y notas como se “esponja” cuando le dices que te gusta la última inversión o la solución que ha buscado para facilitar el trabajo en la cocina. Pregunto, pregunta, cuenta y opina… y jamás pregunta por la competencia ni jamás se queja de otros lugares… ¿deficiencias? siempre puedes encontrar alguna…  me da la risa cuando le digo que es que un taper de una de las cámaras no está protegido… un taper de los 100 que puede haber… sé que en cuanto me marché fue corriendo a ponerle la tapa…

Entre el de arriba y éste, una inspección en unos recién llegados a la hostelería… tengo claro que no tienen ni puta idea de cómo llevar el negocio y que les vacilan los proveedores, los montadores, los comerciales… hubo momentos que pensé que les estaba dando una clase de formación como manipuladores… Dos horas en las que repasamos temperaturas, manipulaciones, productos de limpieza… hasta para qué sirve la purga de la campana extractora y que sí, que esos tornillos de la máquina de lonchear se desmontan…

Un viernes completito… un chulo, un profesional y unos pringaos… No, no es verdad… un desesperanzado buscándose la vida, un ilusionado muy preocupado y unos que acaban de darse cuenta de que esto es más duro de lo que pensaban y que deben esforzarse más…

A por el libro 97… no sé si una historia real de una comadrona inglesa en 1950 o directamente a una batalla de magia de Trudi Canavan… después de comer me lo pienso

miércoles, 24 de octubre de 2012

La lenta sangría

A última hora de la mañana he recibido un mail en el que me “cotilleaban” otra nueva baja. Otra compañera más de la que se prescinde con esto de los putos recortes. Es una buena forma de desmantelar toda una sección, sangría a sangría desaparece el auxiliar, un técnico, otro y al final dejan solamente al jefe y a un técnico y ya vendrá dios, el demonio o Keanu Reeves y proveerá…

Así que directamente a comentárselo a uno de los últimos interinos que quedan. Las esperanzas de que se comiera los turrones con nosotros prácticamente desaparecen porque el siguiente de la lista casi seguro que es él… Es la incertidumbre de esperar una llamada que hace año y medio que se viene barruntando… aunque ya las llamadas no se hacen y directamente es un impersonal mail que te encuentras cuando llegas a tu puesto de trabajo (si lo que haces a primera hora es ver el mail, que no siempre es así).

A los que desorganizan-ajustan-reorganizan-desajustan, les importa poco si hay o no, alguien que pueda hacerse cargo de parte del trabajo o si se atasca para la perpetuidad, o si uno tiene mesa pero no tiene silla o no tienen combustible o lleva unas ruedas dejando a la vista los alambres porque no le dan permiso para cambiar los neumáticos… la cosa es cortar, cortar y recortar… pero no como hacíamos de pequeñas

Esta lenta agonía de hoy trabajas pero mañana puede que no, está presente a diario incluso en mi familia y amigos… a veces incluso con sorna por parte de un “jefe” que juega al pito-pito choteándose con el ¿mañana trabajarás aquí? Sí-no-sí-no… Si ya la desazón es tremenda, aguantar a un tontolaba sin mandarlo a tomar Fanta acaba en úlcera segura… como para estar sonriente y tranquilo…

Y dicen que el 2013 será peor… no puedo ni imaginarlo…

martes, 23 de octubre de 2012

Reflexiones al vacío

Y seguimos censando nuevos establecimientos… creía que con el otoño acabaría esta especie de fiebre de montar negocios alimentarios intentando hacer frente a la crisis… en los nueve años y medio que llevo por Mordor, no me había encontrado jamás un incremento tan explosivo y mantenido de nuevos establecimientos. El ranking lo encabezan los bares seguidos de los despachos de pan y fruterías.

Para muchos supone una última salida, una última esperanza en la que invierten sus últimos ahorros; un esfuerzo titánico para algo que sospechan sencillo (yo ofrezco y tú compras) pero que descubren que no es tan fácil.

A unos pocos aún les ves futuro porque montan algo original o hacen “cosas ricas”. A otros, les ves un futuro que más que incierto es negro…

Pero hay cosas que no entiendo, si hay una panadería en la esquina, una pastelería enfrente y otra panadería al final de la calle, ¿por qué abren un despacho de pan entre las tres? Pero es que en la calle de atrás han puesto otro… y un poco más allá, hay otro… en un paseo de dos minutos cuento casi una docena de puntos de venta de pan…

Por más guerra de pan que quieran iniciar siempre habrá una gran superficie que hará imposible la competencia… y con lo que cuesta tener abierto un local, ¿hasta qué punto puedes bajar los precios?

No pretendo desmoralizar a nadie ni echar por tierra los sueños ni las esperanzas de algunos, pero, con la que está cayendo, ¿se han parado de verdad a sacar cuentas? En la mayor parte de los casos, no. Definitivamente, no. Tristemente, no…

jueves, 18 de octubre de 2012

Oficialmente comienza nuestro otoño

Retornamos a Mordor como siempre cual almas en pena. El que peor lo está llevando es el perrico que no para de mirar por la ventana y de lloriquear para que le hagamos caso… es lo que tiene al pasarse cinco días siendo sobado, rascado, paseado, comiendo ricas sobras y teniendo manos que no rechazaban tirar una pelota o estirar de un muñeco.

Vuelvo con un año más y con más sueño que un capazo de gatos al lado del brasero (expresión usada por mi amigo Sergio, que ahora se la oigo a mi hermana pequeña). Al menos nos trajimos algún tuper de nuestras mamis que nos alegrarán algunas comidas.

No hemos hecho nada especial aunque casi hicimos todo lo que teníamos pensado. Llegamos casi al final de las fiestas. Un único intento de ir a la Fiesta de la Cerveza, y eso que era pronto, pero la fila era descomunal y optamos por dar media vuelta. Unos fuegos artificiales por aquí, un pub con tributo a Bruce Springsteen por allá, unas cervecicas y poco más. Para no variar, una visita al Marly y un desayuno en la Tolosana.

La Rubia estuvo con un viejo amigo que no veía desde hacía lo menos seis años. Y yo me fui de vestidos de boda (para mí no, yo solamente opinaba). También fuimos el martes por la mañana a un centro comercial que acaba de abrirse y flipamos por la cantidad de coches en los parkings y por la gente que estaba por allí. Bolsas y bolsas del Primark que parecía que paseaban solas. Y yo, friki de mí, voy y echo en falta la existencia de una librería…

Claro es, que no iba a dejar de visitar algún lugar con libros y con eso de ser bastante puntual, siempre me sobra tiempo, y como no, en una librería me encontraréis… dos libros, y para colmo ya leídos, pero es que los tenía en el ebook y me apetecía tenerlos en papel… soy de releer y el invierno es largo en Mordor… y sí… así me siento menos culpable por compartir y descargar libros cual viciosa.

Tras las fiestas del Pilar damos oficialmente por iniciado el otoño mordoriano.

viernes, 12 de octubre de 2012

Entalto Artieda

He vuelto a casa abriéndome paso entre negros chaparrones. El cierzo se ha levantado esta mañana y me he dado un gran paseo con el perro por el parque grande, ahora llamado Labordeta. Como agasajo paterno, unos ricos churros comprados en el barrio de Las Fuentes… ni de coña me levanto, cojo el coche y me voy hasta allí…

Tengo una querida amiga de la facultad que vivió y trabajó en Artieda. Hizo de ese lugar su paraíso particular y cuando hablaba de sus aventuras y desventuras por esas tierras, transmitía siempre un gran sentimiento de cariño. Desde entonces, oír hablar del recrecimiento del pantano de Yesa  es pensar en ella y suponer que estará en cada protesta… así que cuando en el Facebook vi sus fotos contando que sus amigos, “su familia” como los llamó, eran azuzados por los antidisturbios cuando se plantaban ante las expropiaciones, quise hacer este pequeño homenaje a Artieda.

No me gustan los pueblos anegados de agua. No me gusta que aunque sea una población minúscula, se les obligue a abandonar sus tierras, sus labores o incluso se tengan que buscar la vida en otro lugar. Claro que todos queremos tener agua y que salga por los grifos de nuestras casas y que tenga calidad, pero no todo es inundar e inundar para llevar agua a otras partes. No todos vivimos en ciudades. No todos sabemos valorar la importancia de mantener la tierra, los pueblos y sus gentes. Se fomenta la construcción y la industrialización en zonas deficientes de agua, y ya pensaremos luego en un trasvase o en ampliar el volumen de uno u otro pantano.

No me gustan los pueblos inundados… en los que a veces asoma lo que queda de campanario o un trozo de pared de una casa. En un pueblo inundado una vez me encontré a un anciano que aprovechaba a visitar su casa cuando las aguas bajaban… resulta extraño ver a un señor mayor llorando a moco tendido y es una imagen que no he olvidado a pesar de que han pasado más de 15 años.

Me asusta el cariz que está tomando este país, cuando el gobierno manda a los antidisturbios a dar hostias como panes a la gente que protesta y defiende sus creencias de forma pacífica. Si son tres gatos, ¿de verdad era necesaria tanta “fuerza del orden”?

¡¡¡¡¡Artieda no rebla. Entalto Artieda!!!!!

Y un gran beso Marta “Fuina”.

miércoles, 10 de octubre de 2012

El derecho a una educación

Por querer defender la educación de las niñas. Por querer ir al colegio a aprender. Por creer que la educación es esencial para el desarrollo de la persona.

Cuántos hay que no lo quieren entender. A ella, un talibán le pega dos tiros…

Pero no hace falta irse tan lejos para ver que eso que creíamos del derecho universal a la educación está retrocediendo a marchas forzadas o nunca fue tan universal como creímos. Llámalo cierre de colegios rurales, ausencia de transporte escolar, ausencia de becas, cierre de comedores… O lo que es peor, pasotismo total y absoluto de la familia…. y ya lo horrible, es que se quiten del cole porque en su casa necesitan un par de brazos más o tiene que cuidar de los hermanos pequeños… aunque tengas ocho años… Y eso está pasando aquí y ahora…

Es muy triste cuando me encuentro con unos hermanos, que no tienen ni 25 años y apenas han ido al colegio porque el borrico de su padre pasaba totalmente. Ninguno acabó la educación obligatoria y verles escribir un albarán o un documento me parte el corazón… de verdad, me reprimo las ganas de coger el boli y rellenarles las cosas… uno de ellos, cuando me presentó un documento me pidió que le corrigiera las faltas y me dio una pena terrible.  No dudo que sean felices y que tengan una vida tan buena o tan jodida como la mía o la tuya, pero, me joroba lo que se han perdido… la educación no es solamente aprender a resolver ecuaciones de segundo grado, o saber qué demonios es la mitosis, o quién era Quevedo, también es el recreo, el tan perdido respeto al profesor, el horario, la responsabilidad, la socialización… el crecer.

Hoy es Malala, mañana será un chaval que recorría diez kilómetros para llegar a la escuela… quizás dentro de un par de años ir al cole sea un lujo…

lunes, 8 de octubre de 2012

Lunes de ruta

Esta mañana andaba carreteando por esas carreteras secundarias que en ocasiones parecen pistas forestales recogiendo aguas de los pueblos. En un pueblo me ha venido un abuelo contando que el peor veneno para el estómago son los detergentes que las mujeres nos empeñamos en utilizar para dejar la vajilla brillante, y que no había nada mejor para fregar que la arena… y aquí te dejo mi consejo, ha sentenciado y se ha marchado.

En otro pueblo hablaba con el móvil con un compañero y con sus diatribas sobre las certificaciones de exportación… manda narices que a una empresa se le pierdan los certificados, no se guarden copias  y que para colmo digan que es culpa del inspector.

En el siguiente estaban de fiestas y me he tragado un atasco que ni en una ciudad… todo el mundo saliendo de las vaquillas en coche y andando para ir a comer churros a la plaza del pueblo…

En otro, un perro ha venido a olisquear a ver lo que hacía y se ha puesto a beber del rebosadero de la fuente.

En el siguiente ha parado el coche de la Guardia Civil. Bajan la ventanilla y me pregunta “¿Qué estás haciendo?”. Y yo me he limitado a contestar lo obvio “Coger agua”. No sé cuál de los dos hemos puesto la cara más estúpida. Ni él ha insistido ni yo he dado mayores explicaciones.

En otro, me he parado a contestar una llamada… el gerente de un establecimiento de comida rápida que se disculpaba por, primero no haber llamado antes y segundo, porque mi reclamación como cliente era cierta. Según él, pensaba que la hoja de reclamaciones era por el mal servicio que habíamos recibido cenando, pero que tras varias quejas se había dado cuenta de que mi reclamación era cierta y que efectivamente estaban sirviendo una guarnición estropeada… podrida, le he recordado yo. Le he dicho que independientemente del servicio, que sí que había que pulir y mucho y recomendarles que aprendan a disculparse ante los clientes y no a ponerse tontitos negando lo evidente, mi queja era por lo que era, un alimento en mal estado… si quisiera quejarme del servicio, habría puesto otra hoja de reclamaciones. Pero por dos veces me intentaron colocar algo podrido, y la segunda con más salsa para disimular… y ya que cuando soy cliente, soy cliente y no inspectora de sanidad, mi deber era pedir la hoja de reclamaciones… La conversación ha seguido y seguido y hemos acabado hablando de su plan APPCC y las instrucciones de trabajo… aunque le he indicado que lo mejor para resolver las dudas era con los inspectores que lo visitan, que seguramente se pasarán por allí porque he gestionado la reclamación. Al final, ha insistido tanto que hemos acabado hablando de enfriamientos, almacenamiento, manipulaciones… incluso ha terminado invitándome a una cena… cosa que descarto porque me viene lejísimos y porque me vale con la llamada de disculpa.

En uno de los últimos pueblos de mi ruta, la secretaria del ayuntamiento me contaba que le habían hecho elegir entre cobrar la nómina o mantener la ayuda a domicilio de los ancianos. Había elegido la segunda opción pero ¿qué pasaría al mes siguiente? ¿Y al siguiente? Y mientras, la administración autonómica debiendo todo el año 2011 y lo que llevamos del 2012.

156 Kilómetros y 9 pueblos han dado para mucho y muy variado. Como siempre en la mayoría nada de nada de cloro, pero ahora mismo es una batalla casi perdida ante el estado ruinoso de la economía local.

jueves, 4 de octubre de 2012

Palotes

 

No me refiero a ese rico y blandurrio caramelo de fresa (o fresa y nata… aunque creo que ahora hay de más sabores)… que con el paso del tiempo se convertía en una piedra (y seguía rico).

Hoy me refiero a la fiebre de palotes que se está agudizando en la parte de administración sanitaria en la que se supone que estoy integrada y de la que cada vez me siento más distanciada…

Todo son palotes… que preparo una inspección- palote, que hago una muestra- palote, que hago un esquema- palote, que compruebo una temperatura- palote… si son dos temperaturas- dos palotes…  y así, me planto con mil palotes al mes y tan contento…

Pues lamento discrepar… a mi, los palotes, sencilla y bastamente, me la pelan… no son indicativos de buen trabajo y me parecen tan falsos como el color de pelo de “Naniano”

Algunos compañeros han llegado a pedirme que inscriba un potencial establecimiento en el programa informático para marcar un palote como inspección porque lo han atendido en el despacho…

Y si se repasa legislación o un procedimiento de trabajo, ¿me pongo un palote? ¿Y si contesto una llamada telefónica? ¿Y si hago un pis en el trabajo? Joer, que hoy me he leído una veintena de inspecciones de compañeros del mes pasado, ¿me pongo 20 palotes? ¿No será más real poner los informes que he generado sobre esas inspecciones? Y no todos, solamente los que acaban llegando a la delegación de sanidad o al propio interesado… que poner en un mail los errores detectados en las inspecciones o recomendar actuaciones futuras no son actuaciones que deba considerar en los partes mensuales de trabajo…

Todo esto es la psicosis generada por la tan temible reestructuración, que se hará cuando sea y seguro que se hace mal, si ya lo sabemos… si ni pinchamos ni cortamos y con la voluntad política esta de las autonomías, seguirán faltando inspectores en un sitio y sobrando en otro,  independientemente de los palotes, de las necesidades reales y demás, harán lo que les salga de los pilindringuis… y dará igual si pones un palote o mil…

Yo prefiero seguir fiel a mis principios… que no grabe un palote o no haga una muesca en el parte mensual no quiere decir que no haya trabajado… Prefiero un buen trabajo de planificación de una inspección y una inspección decente a comprobar un par de tonterías como si hay o no jabón en el baño de clientes y contar cuarenta palotes en una semana…

No nos dejemos llevar por esta moda de la ganga y el baratillo en las actuaciones. Seamos decentes y coherentes y que no se nos pegue tanta mierda de la chusma politiquera… somos inspectores de sanidad… puñetas, seamos sinceros… si entre nosotros no valoramos nuestro trabajo y nos achantamos a este chantaje pueril olvidando nuestra razón de ser, ¿cómo diablos seremos capaces de mirarnos cada mañana en el espejo y no vomitarnos de asco?

De todas formas, cada cual que escoja… yo ya lo he hecho

martes, 2 de octubre de 2012

Aburrida de excusas

Hay días que me canso de las excusas…

“Hoy me has pillado”, y están las aspas y las rejillas de los ventiladores de la cámara llena de polvo y hongazos, churretones resecos en la pared, costra y costra en la maquinaria…

“Justo hoy se ha estropeado”, y el arcón donde se exponen los congelados está a seis grados, con las bolsas de guisantes dentro (las rabas, las pizzas, el arroz tres delicias, las croquetas…) y el remate  “ahora iba a sacar las cosas”

“Es que mi hijo… es que mi marido…”

Hay días que me cuesta morderme la lengua y no contestar una bordería.

1)Yo no voy a pillar, pero cuanto menos resulta curioso que cada vez que voy de inspección encuentro todo lleno de mierda… mierda de días, semanas, meses…

2) no me creo que no te hayas dado cuenta de que el único congelador de tu tienda está descogorciado y no se te ocurra hacer nada con la mercancía antes de que se eche a perder… flipo y alucino y

3)  manda huevos que hace cinco años que llevo oyendo lo del hijo, lo del marido o lo de la suegra… que yo no voy contando mi vida y mis dramas y no me interesan los suyos… coño, y se mosquean porque no le preguntas por la boda de su hija (como si tuviera que saber que se ha casado) pero te lo intentar contar por más que tú cambies de conversación hacia la inspección… que no, no pienso preguntar por la boda, ni decirte pobrecita no tienes tiempo para limpiar (no pasa nada ya te limpio yo cuando salga del curro, no te fastidia)

Puñetero bucle sin fin de las excusas… Aunque a lo mejor esto acaba pronto y nos vamos todos al carajo… optimista que estoy hoy… será mejor que busque un libro de “destrozos” (el 90 del año… voy a todo tren… será que paso de tele porque me entra una mala sombra…)