Este puente, de marcha nocturna por las ventosas calles zaragozanas, pasamos por una tienda de teléfonos móviles que tenía algunas luces encendidas en el escaparate. Eso que pasas y algo te hace clic en la cabeza y reculas…. Cucarachotas más grandes que mi pulgar panza arriba por el parquet de la tienda. Y allí La Rubia y yo como idiotas intentando sacar una foto con nuestros teléfonos (son una castaña de móviles pero para el uso que les damos…)
Al día siguiente, pasamos de nuevo (es el camino natural de paso hacia casa de mis padres). Más cucas, algunas más gordas y todas muertas… A quien le haya tocado limpiar esa masacre cucarachil…. Sin exagerar se veían por el cristal de la tienda cerca de la veintena… A saber cómo estará la panadería de al lado, porque ya me contarás que pintan las cucarachas en una tienda de telefonía, no creo que sea para hacer una portabilidad…
Dejando atrás la guarrería, el mundo de las cucas es “fascinante” (entre comillas no penséis que estoy más chalada de lo que soy). Viven más tiempo del que pensamos, hasta 270-300 días como adulto tras haber pasado por las formas de huevo y ninfa. Pueden llegar a vivir casi un mes sin agua ni alimento y al ser omnívoras son capaces de comer cualquier cosa, desde papel a cuero, pelos, gomas, pegamentos, telas, caspa… Si es que son más fáciles de mantener que un tamagochi…
En nuestra oficina, un par de veces al año se presentan personas que dicen tener la casa infestada (siempre culpan a un vecino). En una ocasión nos hicieron ir a un piso para hacer un informe sobre por dónde entraban y quién era el responsable de su exterminio. Salí de allí con un picor por todo el cuerpo… eso sí era una guarrería… y el motivo más asqueroso: no pagaban el alquiler y tenían orden de desahucio y para justificar que no pagaban, dejaron de limpiar la casa y dejaron comida por todas partes y allí vivían con dos niños pequeños quejándose y sin limpiar… que conste que no creí que hubiera gente capaz de estas cochinadas, pero ya van por la tercera casa que hacen lo mismo… a lo mejor son sus mascotas… buag, paro que me empiezan a picar las orejas…
¿No dicen que sobrevivirían en caso de catástrofe nuclear? De todas formas de fascinantes tienen lo mismo que de repulsivas... Me he enganchado a tu blog, me haces reir.
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