lunes, 19 de abril de 2010

VENGANZA

A pesar de mi fin de semana en casita (intentando desconectar en territorio familiar de una semana de MIEEEERRRDDAAA), la mala leche sigue presente formando parte de mi sombra... de mi mala sombra. Tengo ansias de venganza... como dice mi hermana, tengo ganas de sacar la recortada y pin-pan... pero tengo de Chuck Norris lo mismo que Aramis de adivina.

No me consuela saber que en otros sitios la situación es similar, ni mis clases de yoga han llegado a elevar mi espíritu hacia un estado de contemplación tal que pueda relativizar las cosas (lo siento, medito mejor en el wc, aunque suene fatal),... tengo ganas de fastidiar.

Así que con ese espíritu hemos iniciado la semana. No sé en lo que deparará, de buenas a primeras un acta en una fábrica (que conste que se la llevaban rifando unos meses)... un tremendo dolor de cabeza notando cada latido en mi sien izquierda, dolor de estómago y las manos frías y sudorosas como cuando iba al cole.

Sé que no hay venganza posible... si no curras, mal, primero porque no sé estar mano sobre mano y si pasa algo, me sentiré culpable (sabiendo con creces que no es mi problema que aparezca un brote o similar); si curras, mal, porque con estos jefes políticos y sus secuaces de la asesoría jurídica, estamos más vendidos que una entrada de Hanna Montana y currarte una inspección y un megainforme para que lo archiven, es una mierda (seamos claros)

Mi reivindicación, INDEPENDENCIA de los Servicios de Salud Pública, llámalos veterinarios o farmacéuticos de salud pública, de sanidad o de como demonios se llamen en esta castaña de las autonomías... Nada de depender de los políticos para las sanciones, nada de que los cargos de confianza puedan tocar las pelotas e inmiscuirse en la seguridad alimentaria, nada de caciquismo, ni de primos, ni de promesas electorales, ni de enchufes.... De ilusa que soy rondo la estupidez, ¿verdad? Pero, por soñar que no quede... (soñar con ser rica, soñar con vivir en Zaragoza, soñar con... joer, soñar, si apenas duermo)

Ya me veo esta tarde jugando a matar zombies en el ordenador o pidiendo a mi vecina el juego de Kratos y darles para el pelo en la play... imaginaré que estoy dando de tortas a algún ingrato de esos que me quitan el sueño.

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