Sobreviví al curso…

… que no es poco… eso sí, me acosté como los niños a la hora de Los Lunnis y he revivido tras nueve horas de sueño reparador y placentero… Eso y sin soñar con el señor pesado que siguió en sus trece de contar batallitas y pijadicas varias…

La vuelta al trabajo no ha sido tan traumática a pesar de tener mil y un recados, informes por hacer e inspecciones… hoy solamente una porque el papeleo se hacía fuerte en la mesa…

Qué gusto!!! Un sitio donde no me ponen mala cara cuando voy, que está limpio, hacen su trabajo y llevan los papeles… ¿qué necesitas? ¿qué quieres ver? ¿te hago copias de esto? Te saludan, dan conversación, te tratan como una persona, que es algo que debería ser así en todas partes, pero lo extraño es que llegues a un trato cordial y profesional con un inspeccionado…

Ay, me conformaría con cinco sitios como éste… que me da mucho trabajo por tanta exportación, tomas de muestras, informes, certificaciones, auditorías y demás pero que hago con gusto… y eso que en mi primera inspección pensé que me había colado en el castillo del Conde Draco con miles de telarañas colgando de los techos… casi no puedo creer que ese sitio sea el que ahora visito… ya podrían tomar nota algunos que dicen que es imposible tener un sitio limpio y llevar los autocontroles… señores inspeccionados, la evolución es posible!!!!