martes, 18 de septiembre de 2012

De narices

No hay cosa más complicada de describir en una inspección que el olor… y sin embargo da mucha información sobre un establecimiento alimentario… pero no todos tenemos la misma capacidad olfativa ni la misma “sensación olorosa” y mucho menos una capacidad de descripción tal que el que lea tu inspección pueda rememorar un olor parecido, hacerse a la idea y sacar conclusiones.

Olores a rancio, a cerrado, a algo aceitoso, a moho, a harina, a podrido, a humedad, a corrompido, a amoniaco, a carnuza, a tripas de pescado, a alcantarilla, a huevos podridos, a agua sucia, a humo, a motor, a pis de gato… ¿cómo los valoras? ¿qué información puedes mostrar solamente con esas indicaciones?

El otro día me hacía gracia que un compañero describía el olor a rancio que salía del desagüe del suelo de la cocina, del que te puedes hacer una idea si todo lo que precede es suciedad y más suciedad (a mí no me costaba nada pensar que debajo de esa rejilla había un costrazo de restos orgánicos de la porra por encima del sifón- si es que éste existía) pero después decía que ese olor se añadía al general de todo el establecimiento… ¿qué es el olor general? ¿Todo olía fatal? ¿Cuál debería ser el olor general de una cocina?

A mí me pasa con una cámara de una carnicería… entro y me pica la nariz con un olor amoniacal mezclado con carnuza… ¿cómo lo cuento? ¿indico que lloro cuando llevo un minuto dentro? Por más que buscaba restos podridos, no era capaz de detectar el origen del olor porque el olor se me había “metido” tanto que no me podía guiar por él y con la vista no alcancé a ver… puede ser del tubo de desagüe del aparato de frío, de restos de detrás de las estanterías, de algún cacho podrido que no logro ver… en la próxima inspección tengo que pertrecharme de una linterna y buscar mejor…

Hay veces, que si vas acompañado, uno no huele lo que huele el otro… yo hay veces que empiezo a arrugar la nariz y busco (cual chucho)… normalmente voy a tiro hecho con los desagües y más de una vez el capuchón del boli sirve para rascar entre los agujeros de la rejilla o el boli entero para levantar la rejilla… (si puedo jamás los toco porque me dan ascazo después de algunas experiencias mataderiles)… y mientras, mi compañera (me suele pasar casi siempre con ella) me mira como si estuviera chalada (que vale, lo estoy, pero no viene al caso) porque no huele nada… lo que para ella es una suerte cuando te toca en gracia un tipo de esos que se capuzan el Barón Dandy sin ducharse en una semana (que los hay, con sus cercos amarillos en los sobacos como los anillos de un tronco y el cuello de la camisa marronáceo)… pero que por otra parte, me parece que pierde mucha información que puedes captar a través del olfato...

No es que tengamos que ir todos con la nariz al viento husmeando pero sí debemos aprender a guiarnos e intentar sacar información de la cantidad de olores distintos que detectamos en una inspección.

¡Qué ustedes lo huelan bien!

2 comentarios:

  1. Sí, pero por muy mal que te huela, si escribes es un acta que hay mal olor sin identifcar la causa te pueden echar para atrás la sanción alegando subjetividad del inspector. (Nunca he raspado la rejilla de un desagüe, me estás dando ideas)

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  2. Por allí van mis tiros... deberíamos de ser capaces de poder dar cierta objetividad al olor... complicado y para echarle unos pensamientos... pero no deberíamos olvidar que el olor puede proporcionar mucha información.
    Los capuchones de boli sirven para mucho... pero cuidado después con la boca

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