De servicios mínimos

Me ha tocado estar de servicios mínimos bajo la amenaza de apertura de expediente disciplinario por falta muy grave si no aparecía por el trabajo... Y aquí estoy, en el despacho, de servicios mínimos, aprovechando mi descanso sin poder ir a tomar un café para escibir en el blog (no puedo dejar el chiringuito vacío) y la mañana para leer normas y documentación que tenía pendiente para estudiar.
El 40% de mis compañeros han secundado la huelga- por si alguien cree que no nos importa la dichosa reforma laboral o piensa que no va con los funcionarios... aunque luego otros se alegren cuando a nosotros nos dan algún hachazo.

Esta mañana apenas había movimiento de coches y mucho menos de camiones y por lo que me han contado, salvo algunos bares, el resto de comercios está a medio gas...

Lo que no logro entender es el por qué de las pintadas a mala leche en casas, fachadas o incluso ermitas... y no, no las han hecho adolescentes tocahuevos, que el de ayer era un señor que rondaba la cincuentena y estaba jodiendo la fachada del único edificio histórico del pueblo que merece una visita turística... pá pintar garabatos que se los haga en su casa... Pon pegatinas, carteles, sábanas... pega mocos, chiclés si me apuras, pero ni las farolas ni los retrovisores de los coches aparcados tienen la culpa de la puta reforma laboral.

No sé si esta huelga servirá para algo, creo que harán falta muchas más. Creo que los sindicatos deberían reflexionar mucho sobre sus actuaciones porque muchos nos hemos sentido vendidos y no confiamos en su labor, lo que no quita para que pensemos que esta reforma nos lleva de vuelta a la Edad Media y a la pérdida de los derechos que ha costado tanto conseguir... Coño, si ni siquiera soy mujer, según parece mientras no sea madre... ¿qué soy? ¿una casimujer?