jueves, 6 de octubre de 2011

Mordor es especial

Estaba de inspección cuando me han avisado que había alguien por el despacho que solamente quería que le atendiera yo. Como estaba por Mordor he dicho que en cuanto acabase iría por la oficina, aunque si era posible que al menos dijera quién es y para qué va, no vaya a ser que no sea yo quien deba atenderle. Lo único que he obtenido: mujer de unos cuarenta y tantos y antipática… con esa descripción como para hacerme una idea…

Acabo mi inspección y me voy hacia la oficina. Mientras subo las escaleras me llama uno de los veterinarios que se encuentran fuera de la cabecera de la comarca y me dice que tiene un hombre que quiere presentar una denuncia acerca de una panadería. Le digo que se la presente por escrito, que le preste papel y boli o incluso que le ayude a redactarla si ve que va apurado en cuanto a lo de escribir (no sería la primera vez que nos encontramos a alguien que apenas sabe leer y escribir y que pone como excusa que no lleva las gafas o que tiene muy mala letra) y me la mande por fax.

Entro a nuestro pasillo y la auxiliar me hace gestos de que en mi despacho hay alguien y que parece echa una furia y justo…

… “Quiero poner una denuncia, me dice sin saludar y sin darme tiempo a cruzar la puerta… quiero denunciar a un bar”. Le cuento que tiene que ser por escrito y que lo escriba ella aunque sea allí mismo. Mientras le hago hueco entre mis almenas de papeles para que redacte el asunto apoyada en la mesa, me llega el fax del otro. Y…

TACHAN- TATATATA- TACHAN!!!!!!

Exactamente, denuncias cruzadas… No le he dicho nada a la otra mientras leía el fax pero ya me he puesto a buscar los expedientes de los dos en el ordenador… ninguno de los dos son lugares especialmente ejemplares, casi al contrario y casualmente el domicilio social es común… Coño, ¡que son hermanos!

En el fax, el uno denunciaba a la otra porque se ha enterado de que en la panadería va a abrir un bar y la otra denuncia al del bar porque vende pan… Que fíjese usted que ya han abierto un despacho de pan en el pueblo y que le hace la competencia y que el otro hace masas congeladas para el bar pero que si alguien va y pide pan, le vende pan… que si patatín, que si patatán… le registro la denuncia, le doy una copia y le digo que se la pasaré a quien corresponda. Cuando se levanta no he podido aguantarlo y le he preguntado si iba a abrir un bar en el mismo local que el obrador de panadería.

Cual fantasma… “esto… lo estoy pensando… sería una especie de cafetería y venta de bocadillos y pizzas….”

Muy bien, le digo, pues toma un impreso para que comuniques lo que vas a hacer antes de ponerlo en marcha y además declaras que vas a cumplir con los requisitos establecidos por la legislación en cuanto a instalaciones, manipulaciones y esas cosas… Si quieres, puedes rellenarlo aquí mismo y me lo presentas… así agilizamos trámites y vamos a hacerte una inspección. “No, no, me lo llevo que tengo prisa”.

Me llama el otro veterinario: “Jo, el del bar ha denunciado a su hermana”. Y yo, pues la hermana al hermano… Nada que la semana que viene inspección a los dos y listo…

Si es que Mordor y sus alrededores son peculiares…

2 comentarios:

  1. Un nuevo capítulo de CSI:Mordor... buen fin de semana y disfruta de las fiestas del Pilar

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  2. jajajajajja que historia mas buena jajajaj

    que fuerte cuando le has dicho lo de si pensaba abrir un bar o algo parecido habra flipao jajaja ahora los inspectores tienen superpoderes

    yo vi algo parecido... un hermano denuncio a otro diciendo que adulteraba la comida... lo denunciaba porque el negocio era de los dos y el que denuncio queria vender.

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