Mis padres me dieron la mala enseñanza de considerar el trabajo como un deber en el que hay que dar el callo día tras día… y yo, tonta de mí, lo concibo así. No quiero decir que sea la mejor curranta, la que más horas mete ni la más productiva pero, hoy me tiro el pegote, sí creo que soy responsable con mi trabajo, me esfuerzo y me esmero en hacerlo mejor y me cabreo conmigo misma cuando meto la pata…
Parece mentira que con los años que llevo trabajando, siga pensando que todos conciben el trabajo de igual manera. Soy una imbécil, ya lo sé… una estúpida ilusa, tonta del culo… y no sigo que bastante me he dicho esta noche a las dos y pico de la mañana, mientras veía en La2 un documental sobre la formación de EEUU (sigo siendo como cuando era niña e iba a favor de los indios… puñetero Washington)
Ayer perdí los papeles… literalmente mandé a una “compañera” a tomar por culo (hasta me salté el “el” para ser más vulgar y soez). Nunca había mandado a alguien del trabajo a la mierda ni nada por el estilo pero le hubiera dicho de todo… Empezó a gritarme y la saqué del despacho, siguió despotricando y conseguí cerrarme la puerta y la otra a tocar las narices abriéndola y chillándome… que no te quiero ver, le dije y la otra erre que erre… déjame en paz…puerta abierta... VETE A TOMAR POR CULO…
Me pilló con la guardia bajada, y exploté… me mordí la lengua todo lo que pude, pero me pudo… así que luego estaba disgustada no con ella, que me la pela, pero sí por perder los papeles y dar un par de gritos cual choni. Que ella pareciera un espantapájaros colorado es lo de menos… me revienta que alguien consiga sacar la peor versión de mi misma…
La historia es sencilla: persona que se niega a colaborar con el resto ahora que tenemos que hacernos cargo del trabajo de una plaza desierta, que las distancias y el uso del coche no son para ella, que el trabajo y el horario no van con su categoría y que no hace nada… No es como el comepipas que se dedicaba a vegetar y dormir bajo un pino y comer pipas y cacahuetes… esta otra se ríe de sus compañeros, y entre llegar, llamar por teléfono, fumar, llamar por teléfono, salir a la zapatería, fumar, llamar por teléfono, ir al estanco, fumar, ir a la farmacia, llamar por teléfono, fumar, tomar un café, fumar, llamar por teléfono y largarse, pasa la mañana… seis- ocho inspecciones al mes y cree que es injusta la cantidad de trabajo que tiene… eso sí, luego se pone palotes en controles que hacen otros compañeros y te lo presenta como trabajo propio, como si nos chupásemos el dedo. No le digas nada que te amenaza, te grita, llora, llama a su hermano (no sé para qué, pero mola eso de que es abogado), se pilla una baja, se queja de lo injustos que somos todos y del esfuerzo que hace por este trabajo que no le gusta… pues no haberte metido en él, que otros bien contentos estarían…
Me hace gracia que los viernes y lunes sean habitualmente días de médico, al igual que días entre festivos… 38 días de médico en un año me parecen una pasada cuando estás sana, claro que hoy acompaño a mi madre, mañana a mi hija, pasado a mi marido, hoy yo que me duele el hombro, mañana yo, que he dormido mal… y claro, luego cuando salgo del médico, para qué voy a ir por la oficina, me voy de compras… alucino con la sección de personal que cuando se muere un abuelo hay que presentar hasta copias de libro de familia pero si alguien pide cita al médico y no la justifica, no pasa nada…
Otros lunes y viernes, mejor no voy a la oficina, que me quedo a medio camino a hacer inspecciones… y luego no cuadran esas supuestas inspecciones, no aparecen o van mal fechadas…
Y luego somos injustos con ella…
Le he pedido disculpas por gritarle, pero no por decirle lo que pensaba. También me he disculpado con el resto de mis compañeros, que nos cargamos con más trabajo y kilómetros…
Cuando alguien dice de la posibilidad de despedir a funcionarios me mosqueo, pero, al momento me viene esta persona a la cabeza y sí, debería poderse despedir a los vagos que se creen que trabajar en la administración es pasearse haciéndose el importante sin hacer su cometido y quejándose de lo cabrón que es el jefe, del petardo del interino que lleva el triple de curro que ella y no se queja, o de la hijaputa de la veterinaria esa que me manda a tomar por culo.