Increíble

Seguro que muchos no os creeréis esta entrada… yo tampoco lo hubiese hecho esta mañana si me lo cuentan antes de salir de inspección…

Creo que la última vez que vi a alguien hacer esto, vale que hace un par de semanas, fue a un conductor esperando en el semáforo… pero lo de hoy me recordaba a un compañero de pupitre de 4º de EGB que era un poco guarrindongo…

(recuerdo que es verídico)

Lugar: restaurante (grandecito y con movimiento de clientela)

Hora: ya ha pasado el mogollón de los cafés mañaneros pero quedan los cafeteros tardanos

¿Qué veo? Chico alto, de veintipocos, no tiene mala planta aunque va con los dichosos pelos “a lo Ronaldo” (que ahora parecen engominados como un actor del año la pera). Tiene cara de haber dormido un poco mal (supongo que como muchos con el futbol…. ay, si esas fueran nuestras mayores preocupaciones…).

¿Qué hace? Tan campante dirige el dedo índice de su mano derecha a su orificio nasal derecho y comienza la búsqueda de algo… con ansia… ansioso… se le va la vida en ello… hurga que te hurga, hasta haciendo movimientos en sacacorchos

Ojiplática, mandíbula inferior completamente desencajada en un grito mudo, “nnnnnnnnnnnnnnnnoooooooooooooooooooooooooooo”… mi mente desvariaba imaginándome parando el tiempo, corriendo cual exhalación  hacia el chico, sacándole el dedo de la nariz y metiéndoselo en……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

guarros… sí, pero no…. mejor en un vasito con un poco de lejía….

Oiga que aquí no acaba… no… se saca el dedito o dedazo, mejor dicho… echa un vistazo a su pesca y…

menos mal, no, no se lo ha comido… (el del coche del otro día, cuarentón al menos, zasca que te zasca como si fueran pipas)

No…. no ha ido a la boca, ni ha hecho una pelotilla y la ha lanzado al aire… no…

…. bajo el mostrador, como si pegase el moco bajo el pupitre de clase…

Me ha dado un montón de vergüenza decírselo al encargado… parecía que estaba en un episodio de una mala comedia de la tele… y en encargado ni se ha inmutado, como si fuera la cosa más normal del mundo… y el chico, pues también, ni rojo ni nada… Que no lo digo por tema sanitario, sino por la imagen del lugar… ¿es que nadie lo ha visto más que yo? no lo creo…

Y sí, yo avergonzada de ser testigo de ese triste espectáculo… ¿ahora me tocará mirar debajo de mostradores por si hay chicles y mocos pegados?

Increíble