Cosas que hacer durante una década

Sí, una década en Mordor… quién me lo iba a decir… sobrevivo que no es poco.

En una década en Mordor da tiempo para hacer cosas medianamente raras para hacer pasar el tiempo, cosas supinamente tontas y cosas que siempre pensé en hacer cuando fuera abuela… Eso sí, si lo analizo bien, todas para buscar dormir a garrón suelto… ya no duermo de tirón, salvo cuando vuelvo a casa de mis padres, antes de apoyar la cabeza ya estoy durmiendo deprisa, deprisa.

- Un álbum de fotos, recopilando fotografías de hasta cuando mis padres eran novios… que se quedó a mitad de montaje porque me quedaba embobada mirando y recordando… ya lo acabaré si alguna vez consigo jubilarme.

- Pintar mandalas… con mis Caran d´Ache de la comunión pintando cosas redondas buscando la calma, la paz interior… la verdad es que tras cenar conseguía que me entrase el sueño…

- Cocinar cookies, mermeladas, rosquillas, pannacottas,  pan, masas de pizza… todo muy light…

- Bailar la danza del vientre, rock ´n roll, salsa… me quedo con el rock, agota y duermes estupendamente.

- Enganchar tres horas seguidas de pádel… o cuatro…

- Hacer pendientes, pulseras…

- Teñirme el pelo hasta no saber qué color tiene mi cabeza… ya lo dejé… aprovecho a que tengo solamente una cana y luego ya si eso, me pondré el pelo rosáceo…

- Darle al japonés… no al sake, al idioma… la de ratos aprendiendo los símbolos hiragana… solamente me faltaba dibujar manga…

- Verme  temporadas de urgencias en la bici estática delante de la tele o del ordenador… llegué a la siete… aceleraba el ritmo cuando llegaba un accidentado, un tiroteado o algo así, epinefrina, adrenalina, placas de tórax, un tubo endotraqueal, lo perdemos, noooooo… y yo pedalea que te pedalea… luego combinaba con pelis, las chicas Gilmore, partidos de baloncesto…

- Sudokus, kakuros, autodefinidos, problemas de lógica… ¿cientos? ¿miles?

- “Cuidar” al crío de una compañera de trabajo para que hiciera los deberes… hasta el día que se pintó las manos con rotulador rojo y me las estampó en la pared a mala leche porque no quería hacer los puñeteros deberes.

- Estudiar historia… currarme los trabajos de climatología, saber qué fue el musteriense, aburrirme con los Acadios y los Sumerios…

- Cantar… qué horror… espero que La Rubia haya desintegrado las grabaciones poniendo voz de noña, de manolo, rapeando… destrozando una canción de Las Novias para los rollos musicales que se montaba La Rubia (otro que también….)

Más escribir, más leer, más clases de yoga, más limpiar, sacar al perro, limpiar, limpiar, pintar (paredes), limpiar… sigo sin encontrar utilidad a los pelos de perro…

Sí, también he ido a trabajar… y hasta me he traído trabajo a casa…

En esta siguiente década… ya veremos…

Increíble

Seguro que muchos no os creeréis esta entrada… yo tampoco lo hubiese hecho esta mañana si me lo cuentan antes de salir de inspección…

Creo que la última vez que vi a alguien hacer esto, vale que hace un par de semanas, fue a un conductor esperando en el semáforo… pero lo de hoy me recordaba a un compañero de pupitre de 4º de EGB que era un poco guarrindongo…

(recuerdo que es verídico)

Lugar: restaurante (grandecito y con movimiento de clientela)

Hora: ya ha pasado el mogollón de los cafés mañaneros pero quedan los cafeteros tardanos

¿Qué veo? Chico alto, de veintipocos, no tiene mala planta aunque va con los dichosos pelos “a lo Ronaldo” (que ahora parecen engominados como un actor del año la pera). Tiene cara de haber dormido un poco mal (supongo que como muchos con el futbol…. ay, si esas fueran nuestras mayores preocupaciones…).

¿Qué hace? Tan campante dirige el dedo índice de su mano derecha a su orificio nasal derecho y comienza la búsqueda de algo… con ansia… ansioso… se le va la vida en ello… hurga que te hurga, hasta haciendo movimientos en sacacorchos

Ojiplática, mandíbula inferior completamente desencajada en un grito mudo, “nnnnnnnnnnnnnnnnoooooooooooooooooooooooooooo”… mi mente desvariaba imaginándome parando el tiempo, corriendo cual exhalación  hacia el chico, sacándole el dedo de la nariz y metiéndoselo en……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

guarros… sí, pero no…. mejor en un vasito con un poco de lejía….

Oiga que aquí no acaba… no… se saca el dedito o dedazo, mejor dicho… echa un vistazo a su pesca y…

menos mal, no, no se lo ha comido… (el del coche del otro día, cuarentón al menos, zasca que te zasca como si fueran pipas)

No…. no ha ido a la boca, ni ha hecho una pelotilla y la ha lanzado al aire… no…

…. bajo el mostrador, como si pegase el moco bajo el pupitre de clase…

Me ha dado un montón de vergüenza decírselo al encargado… parecía que estaba en un episodio de una mala comedia de la tele… y en encargado ni se ha inmutado, como si fuera la cosa más normal del mundo… y el chico, pues también, ni rojo ni nada… Que no lo digo por tema sanitario, sino por la imagen del lugar… ¿es que nadie lo ha visto más que yo? no lo creo…

Y sí, yo avergonzada de ser testigo de ese triste espectáculo… ¿ahora me tocará mirar debajo de mostradores por si hay chicles y mocos pegados?

Increíble

El cuento de la lechera

Todos, en alguno o en varios momentos de nuestra vida, nos montamos nuestro particular cuento de la lechera. Como ilusión son cojonudos y hasta entretiene montarte películas acerca de lo estupendo que nos sale el plan… casi siempre buscando el forrarse… salvo frikis como yo que se contentarían con ver su libro en una mesa de novedades de una librería… aunque no lo comprase nadie… o hacer de road manager en la gira de algún grupo… pero eso, como decía Ende, es otra historia.

Lo de hoy era un cuento de la lechera magnificado hasta límites insospechados. Lo achaco a que el chico se veía en la crisis de los cuarenta, que yo ya pensaba que no existía, y en ese replanteamiento que hacemos sobre lo que nos gusta o no nos gusta de nuestra vida y el legado filosófico o espiritual que quisiéramos dejar a nuestros hijos (que es algo que como hijos nos la puede pelar bastante)… voy tomando nota para cuando me entre la crisis esa… aunque la de este chico era fuerte… solamente faltaba filosofar si estamos solos en la galaxia o a qué huelen las nubes.

Cómo, alma de cántaro, te embarcas en una aventura mielera sin saber manejar abejas. ¿Por qué empiezas la casa por el tejado? Según él era fan de Maya, pero de allí a montarte una historia artesanal pero con aires, hay un mundo. He alucinado con sus porcentajes de venta, el precio por kilo de miel y sus ideas de venta a establecimientos de postín… si primero tienen que sobrevivir las abejas… y aprender a obtener buena miel… que la miel la harán las abejas, pero no resulta tan sencillo hacerse rico…

… Eh, que no digo que no pueda funcionar, pero yo me sentiría bastante abrumada… de todas formas siempre hay “flipados” que consiguen llevar a término sus cuentos de la lechera… al menos tiene la prudencia de no liarse la manta y volverse un Robinson Crusoe mandando del todo a tomar por saco su vida urbanita por lo bonito que es el campo… parafraseando a la mítica banda Los Berzas, aunque ellos hablan de parque…  que bonito, que bonito es el campo, que bonito es el campo, que bonito, que bonito es el campo, qué bien!

El trajeado de las manos atadas

De vez en cuando, inmerso en el mundo de los trajeados, aparece el trajeado de las manos atadas… mucho bla, bla, bla, esto es una simbiosis… bla, bla, bla tenemos que colaborar… bla, bla, bla plural mayestático… que te das cuenta que ha hecho los mismos cursos de asertividad y empatía que tú… pero él los intenta poner en práctica y yo, lo siento mucho, pero me crispan y sulfuran… ya, qué poco empática que soy…

Sus frases favoritas son del tipo “estoy contigo al ciento por cien pero ahora mismo no disponemos de efectivos para rectificar las incongruencias que has detectado” o cosas así pero más grandilocuentes que te dan ganas de decir Mandeeeee!!!!!!! y ponerte la mano en la oreja cual trompetilla tipo doña Rogelia

A veces sus expresiones son tan, tan, tan laboriosas y tan, tan, tan “sofisticadas” que te pierdes a mitad de frase y te imaginas que eres el perro de los Simpson, “el pequeño ayudante de santa Claus”, en el episodio ese que era incapaz de entender lo que le decían… es como ver un pez boqueando fuera del agua (ya, por mi mente circulan pensamientos de lo más variopinto e idiota)

Lo genial es cuando se lían ellos mismos y no saben cómo acabar esas magnificencias charlatanescas y acaban diciendo “estoy atado de pies y manos”.

Ay, qué rápido acabó la magia y el chorreo expresivo…

… eso sí, como buen trajeado… nunca tienen la culpa de nada… siempre son los demás, que somos unos incompetentes….

Una vuelta más de tuerca

Esta mañana he enviado a mis compañeros un mail un poco extraño… parecía de chufla pero iba en serio…

No sé si os pasa en otros sitios pero yo nunca me entero de qué demonios pasa con nuestras propuestas de sanción… a lo sumo que llegan a la asesoría jurídica y hasta allí puedo leer como en el 1,2,3… De alguna te enteras porque te toca ir a comprobar alegaciones; de otras porque te llaman los inspeccionados para contártelo o gritártelo (dependiendo) y del resto nada se sabe… limbo y vacío absoluto…

De vez en cuando toca llamar, pedir por favor que el técnico investigue y que el jurídico se digne a contestar algo que no sea una patata… ya comenté una vez que yo no me llevo bien con los servicios jurídicos de la dele… sobretodo cuando el señor jurídico dijo que si estaba encabronada porque estaba con la regla… con esas respuestas no tengo el menor interés para con su persona… trato mínimo, a ser posible con intermediarios y si me toca tratar directamente, mi educación puede ser tal que sueno a hijaputa integral… eso sí, finísima, finísima… que para eso fui a clase de monjas de colmillo retorcido…

A lo que iba… que les mando un correo a mis compas tras las investigaciones de unas actas de las que no he sabido nada de nada…

Me ha molado la contestación a las moscas… si un establecimiento tiene moscas y su insectocutor está apagado, la deficiencia no son las moscas, sino que no ha tomado medidas eficaces para la lucha contra las moscas (si están sobre la comida, en el café o paseándose es lo de menos)… Ah, amigo, el problema es si están cuando el insectocutor está encendido… por lo visto si digo que se observan diez o doce moscas en la cocina a pesar de que el insectocutor está encendido… es indefensión al inspeccionado… tendría que pararme a buscar por dónde pueden haber entrado esas moscas y esa sería la deficiencia… que se cuelan en el hombro del cliente o por la ranura que deja la tela mosquitera…

Ay, qué tonta soy… y sí mis compas por lo visto también… yo que pensaba que describir algo así “el insectocutor está encendido, sin embargo se observan moscas- se cuentan hasta quince- posándose sobre la carne y restos picados listos para embutir y elaborar chorizos frescos, que se encuentra en un recipiente sin proteger en el obrador” era una forma de describir bastante clara el problema de moscas existente… es como el flan con hormigas pegadas en su caramelo… está clarito…

Pero parece ser que no… claro es, que si los jurídicos no se dignan a contarnos sus criterios a la hora de considerar o no deficiencia y poderle colocar un apartadito de la normativa que incumple… podemos escribir actas y actas, encabronarnos y encabronar al persona para absolutamente nada de nada…Mola la comunicación… no me jorobes, en la era de más medios para poder contactar, seguimos en la era de las señales de humo…

Eso sí, ahora cuando vea el insectocutor encendido, que a lo mejor acaban de enchufar cuando he entrado… si veo moscas, tendré que quedarme un rato para ver por dónde se pueden haber colado… a lo mejor me levanto acta a mí misma porque se me han colgado del brazo…

Adiós norma del comercio minorista

Una semana sin escribir… qué poca vergüenza!!

Estuvimos los cuatro días por Zaragoza y vimos a unos cuantos amigos. El perro disfrutó de paseos, juegos y mimos de mis padres y La Rubia y yo como padres sin hijo vagueamos todo lo que pudimos (no lo suficiente a tenor de nuestro agotamiento).

En la tele, radio y noticias digitales están con la monserga de las fechas de caducidad de los yogures… personalmente me la pelan, hablando claro y mal… rara es la vez que no se me pasa algún yogur en la nevera (se esconden los malditos detrás de los pepinillos y no los veo). Es como la mostaza de Dijon o los pepinillos en vinagre… nunca hago caso a sus fechas de consumo…

Lo que no cuentan es que con el Real Decreto que derogaba los 28 días de los yogures, derogan otras normas, algunas en parte y otras totalmente… adiós a mis reglamentaciones técnico sanitarias de almacenes frigoríficos y no frigoríficos… que anda que no les he sacado enjundia en mis comienzos mordorianos cuando por aquí los almacenes daban pavor.

El que más voy a echar de menos es el del comercio minorista, sí ese del año 84… que dime tú qué hacías por ese año, que yo creo que jugaba con las barriguitas y los playmobil… tenía cosas de cajón pero muchos detallitos que facilitaban hacer una inspección sin tener que dar explicaciones interpretativas… era saberse la parrafada o consultarla o escribir algo parecido…

10.10 Todos los productos alimenticios se depositarán en anaqueles, estanterías, o vitrinas, o cualquier otro medio de exposición que impida su contacto con el suelo los productos sin envasar se colocarán de forma que queden fuera del alcance del público y, de no ser posible, será obligatorio el uso de carteles prohibiendo manipularlos o tocarlos.

10.11 En los establecimientos polivalentes, los alimentos no envasados se expondrán ordenadamente, debiendo existir una separación adecuada entre los mismos, que permita a cada clase de alimentos conservar sus características peculiares y evite la asimilación de olores o sabores extraños.

10.12 En las salas de venta de los comercios en régimen de autoservicio o mixto, los productos se expondrán de modo que el público pueda conocer sus características con facilidad.

10.13 Los establecimientos que expendan alimentos perecederos susceptibles de alteración a la temperatura ambiente dispondrán, como mínimo, de un frigorífico, expositor o no, con capacidad útil adecuada, que garantice una temperatura de trabajo en su interior entre 0 y 8 grados centígrados y este provisto de termómetro debidamente contrastado. Los establecimientos que expendan pescado fresco podrán exponerlo y venderlo mediante conservación con hielo, exceptuándose, por tanto, del cumplimiento de este requisito a estos efectos.

10.14 Los establecimientos que expendan alimentos congelados dispondrán, como mínimo, de un frigorífico congelador expositor o no, con capacidad útil adecuada, que garantice una temperatura de trabajo en su interior inferior o igual a la que fijen las reglamentaciones técnico-sanitarias o normas específicas de los productos alimenticios que contengan.

10.15 Los aparatos frigoríficos de exposición de productos, excluidos los de exposición vertical, indicarán sus respectivos límites de capacidad de carga, por medio de una línea de color destacada e indeleble que recorrerá una parte visible del perímetro interior de la cuba de almacenaje.

10.16 Tanto las paredes como los techos y pavimentos se mantendrán en correcto estado de conservación y limpieza.

10.17 Se adoptarán las oportunas medidas para evitar la entrada y presencia de insectos, arácnidos, roedores y otros animales domésticos o no. Donde se expendan productos alimenticios sin envasar será obligatoria la instalación de aparatos antiinsectos que los eliminen sin el empleo de productos químicos.

Y ahora qué?????? A interpretar el Reglamento 852/04… sencillo, vale casi todo siempre que no suponga una posible contaminación, se mantengan las condiciones de limpieza y el buen estado de mantenimiento y funcionamiento y que no crezcan mohos indeseables (es que esto lo estoy poniendo mucho últimamente con esto del diluvio eterno que me joroba el pádel día tras día)

De todas maneras ya veremos qué fechas les empiezan a poner a los yogures… algunos eso de los estudios de vida útil y demás se lo pasarán por donde sabemos… pero vamos, como otros cuantos que hacen otros productos (no generalizo… pero sigo teniendo al plasta de los bizcochos que sigue protestando por los aditivos porque quiere que estén blanditos y con buen aspecto casi un año más tarde de su fabricación… eso no es un bizcocho, es un frankeincocho).

Felices lluvias!!!