Llevo unos días soñando de todo, desde estar haciendo pan como esta noche a presentarme a hacer una inspección a un bar en la ubicación del colegio de las Franciscanas en Zaragoza en el que en la trastienda había un niño muerto tapado con una manta (que luego de muerto nada, que era como Toshio el de la peli de miedo japonesa)…. pasando por entrar a una tienda de Svarosky y machacar las figuritas contra el suelo, claro que entremedio había una tienda del Decathlon y una chocolatería Valor y desde allí se subía a la Torre de Cristal, que a saber qué puñetas de torre es esa, pero que mi hermana quería subir a toda costa… interpretación de los sueños ya…
Sueños raros pero siempre hay algún componente de trabajo, o me paso la noche de inspección o mirando etiquetados o a saber… no desconecto ni durmiendo aunque lo complico todo con historias rarunas, desde concursos de pedos (en el bar que tenía que inspeccionar) a un niño muerto que jodía la marrana en la trastienda junto a la cocina que estaba inspeccionando… El mejor de todos fue con la gerente de una embaladora de huevos… según mi sueño me regalaba un cuaderno con un cuento manuscrito sobre “El ladrón de huevos” que era un monstruo del espacio que le robaba los huevos en la embaladora, con unos dibujos superchulos… ya se lo he propuesto… cualquier día de estos le voy hasta con el guión soñado.
Solamente espero no soñar con el petardo del día… denominado así tras soportarlo durante 45 minutos en un toma y daca del que no había manera de salir… un marquista que decía que no era obligación suya conocer normas de etiquetado, que eso era cosa nuestra y que éramos nosotros los que etiqueta a etiqueta debíamos dar el visto bueno a sus etiquetas… claro, como he hecho yo el producto sé que aditivos e ingredientes he usado, por ejemplo… no quería quedarle claro que la responsabilidad era suya como marquista y mucho menos quería hacer nada…. es que tengo muchas etiquetas hechas y quiero gastarlas… pues nada, ya iré a inmovilizarte, que yo no tengo problema… tiene que hacer un montón de modificaciones en sus etiquetas, por ejemplo no engañar con esos letreritos tan chulos de “aceite de oliva” y luego en ingredientes, plof, aceite de girasol… que no, que no cuela, no es una errata… o no poner los alérgenos o inventarse el nombre de los aditivos o su numeración, o no poner todos los ingredientes… pero claro, es que eso no se lo he dicho para cada una de las 500 referencias que tiene… claro, claro, culpa mía, llévenme a compartir celda con la Pantoja…
Luego pasará que soy malísima cuando le levante acta y/o le inmovilice el almacén entero o el porrón de productos que revise hasta que los reetiquete en condiciones, o luego será que no hago mi trabajo cuando en otra provincia pongan en aviso del mal etiquetado (por aquí como que nada lo quieren tratar como alerta… debe ser que es mucho trabajo y prefieren hacerlo de forma soterrada… yo creo que es para que no les saquen los colores por la dejadez… porque por más liebres que levantemos acaban cubriéndolas por tupidos velos).
Así que si alguien sabe interpretar sueños, que me diga…
Como esta noche empiece con sueños de valoraciones nutricionales… tendré que darme al alcohol o algo…
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