miércoles, 18 de abril de 2012

Yo que una vez fui y ya no

Con esto de cubrir plazas vacías hoy me ha tocado irme de excursión a tomar por saco… por si acaso iba con varias inspecciones preparadas para no hacer el viaje en balde.

He comenzado con un osado carnicero-salchichero de los que toda norma está para su flexibilización siempre a beneficio propio, que me trataba con ese paternalismo que nunca sé si roza la imbecilidad o el machismo más recalcitrante. Por un lado es de agradecer que todavía crean que eres una novata recién salida del cascarón, eso es que te conservas estupendamente (es el formol ese que  tienen los genes de las arrugas en mi familia), pero por otro lado me agota tener que “trabajarme” esas situaciones. Me parece que no le ha quedado suficientemente claro y mucho me temo que será de esos lugares de acta y cabreo supino por ambas partes. Que conste que he intentado esa castaña de la asertividad y poner en práctica todos mis autoconsejos, pero al final él ha marcado el territorio como los canes y yo lo he olisqueado y meado encima… que comparación más cerda…

Por contra en la siguiente inspección, la 2 de 3, he entrado en otra carni en la que al cruzar la puerta me he retrotraído a épocas en las que ni era un bosquejo de Fanfamús… vamos, que ni en Cuéntame… Al pronto piensas que vas a tener que levantar un acta como un piano pero luego te das cuenta de que está todo relimpio en su antigüedad mate, que la cámara será dinosauria pero funciona mejor que muchas modernas y que hay tan poco género que o lo venden o se lo comen en casa: dos pollos, un par de pechugas, un trozo de lomo de cerdo, algo de bacon, unas morcillas, un poco de chorizo, algo de jamón… he visto casas más surtidas que esa tienda.

Hola, buenos días, soy X, la veterinaria de sanidad, ¿es usted Fulanito de tal?- me he presentado a un señor aparentemente muy mayor sentado junto a una ventana en el extremo más alejado del mostrador tapado con las faldas de la mesa camilla, haciendo un sudoku. Junto a él había tres periódicos diferentes y un libro. Cuando me he acercado me he dado cuenta de que no era ni mucho menos tan mayor, pero sí vivido.

Media hora de conversación mostrándome las instalaciones  y ni un cliente. Media hora de conversación que han borrado de un plumazo el mal regusto que llevaba de la anterior inspección. Media hora de conversación con alguien que ha aceptado su derrota pero que eso no le hace perder la compostura ni buscar excusas en terceros para justificarse.

En un momento dado, ha suspirado y sus ojos han echado la vista a otros tiempos y ha dicho algo parecido a “Yo que una vez fui, ya no soy… fui carnicero, pero ya no, no supe reformarme y adaptarme a los cambios. Fui un gran carnicero en sus tiempos, trabajando desde antes de que amaneciera hasta ya caída la tarde… fui bueno y gané mucho dinero. Pero pensé que eso era suficiente. Yo, que una vez fui carnicero, ahora ya no lo soy”.

Me ha dejado con la duda de si sabe lo que es o lo que quiere ser durante el tiempo que le queda. Su mujer, que ha aparecido a mitad, le apremiaba a que cuando cierren les toca vivir, que no han tenido ni viaje de novios porque se casaron en plena época de matanza del cerdo. Le he dejado acabando el sudoku con boli rojo, con los ojillos brillantes tras recordar los buenos tiempos.

Me ha venido a la cabeza la canción “Días de gloria” de Distrito 14 y la he canturreado en el coche:

Quedaron atrás los días de gloria
el tiempo pasó pero la ilusión
hoy vuelve a brillar en el horizonte
la estrella que no creíste perder
Viajero nunca es tarde si tienes
alguna razón que te haga volver
a amar el olor y el ruido de un coche
viajero no hay mejor situación
El fin siempre esta cercano, ya sabes
puedes esperar, puedes apostar
Una promesa en el corazón
solo y sin una dirección
una parada para recordar
los días que no volverán…

Yo que fui, pero ya no… nos pasará a todos ¿verdad? Me surgen mil preguntas: ¿seré capaz de admitirlo? ¿me resignaré? ¿buscaré excusas para justificarme? ¿no seré consciente de que ya no soy lo que una vez fui? ¿aprenderé a ser?

Yo… que una vez fui… pero ya no soy…

1 comentario:

  1. Ojala estuviera en la facultad con la ilusión!! en vez de con una licenciatura en el paro!!

    Besicos

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