miércoles, 23 de agosto de 2017

Mercadona y su atención al cliente... alucino para bien

Cuando algo no me gusta o al contrario, me satisface, suelo indicarlo... bien en el Tripadvisor, bien en alguna página sobre productos o bien hago uso de las webs de las empresas o uso las hojas de reclamaciones. No soy de esas que se vuelven locas y pretenden que les devuelvan la pasta y les resarzan montando pollos ni critico mal porque yo lo valgo o alabo sin motivo... y, cuando son alimentos, no me pongo en plan inspectora que ahora te vas a cagar....
 
La Rubia y yo no estábamos contentos con un producto comprado en Mercadona... ahora de la marca Hacendado... bueno, lo cuento entero y listo... hacemos pan y compramos levadura fresca, esa que son dos cubitos envueltos independientes y embalados con un plástico transparente. Hasta hace unos meses eran envases de color amarillo y ahora marrón.
 
No era la misma como comprobamos con la textura, aunque su función era correcta. No obstante, no aguantaba hasta la fecha de consumo preferente en las condiciones organolépticas que se le presuponen... se amarronaba, olía muy fuerte y se desmenuzaba como un terrón de arena. Probamos en varias ocasiones y nos pasaba lo mismo... como comprenderéis, mi manía por la cadena de frío es bastante exagerada hasta en mi casa... así que lo achacaba más a pérdida de frío en etapas previas a mi compra.
 
No es un problema sanitario... es levadura... pero, no hace gracia utilizar un producto que no está conforme a lo que uno espera... es como usar un azúcar apelmazado o comer un queso seco y duro... no está malo pero no es lo que quieres... así que el domingo puse un comentario en la web de Mercadona.
 
No me gusta dar datos... menuda tontería porque anda que no estamos fichados, pero puse mi nombre real, un mail y mi teléfono aunque marqué todas esas casillas que suelen pasarse por el forro de no hacer uso de mis datos para fines comerciales, publicitarios y blablablabla... Y les conté la historia como consumidora que soy... desde luego no dije nada de a qué me dedico... era un comentario como consumidora.
 
Al día siguiente me llamó Cristina de Mercadona para que le comentase con más detalle el tema. Me dijo que podía ir al supermercado a que me devolvieran el dinero. Mi idea no era esa, sino informar que el producto, por causas X no reunían unas condiciones de calidad que se le presuponían. Vale, soy una pejiguera, pero mi idea no es joder o chinchar o darme ínfulas de inspectora de pacotilla... Me agradeció la atención y yo a ella... y con eso ya flipé de la rapidez de Mercadona para al menos, quedar bien con un cliente pedorro.
 
Mi sorpresa ha sido después... ayer tuve un día de putaporrastrojo y me dejo mis cosas en el maletero del coche, así que no me enteré de que sonaba mi teléfono particular (bastante tengo con el del trabajo... a ver si un día hago una foto y alucináis con la antigualla del 2003, que funciona todavía)... tenía un par de llamadas perdidas y allí quedaron porque no soy de esas que llaman diciendo: "Buenas, tengo una llamada perdida de este número y no sé quién eres"...
 
Hoy, que no llevaba tanto cachivache de maletines, kits, impresos y carpetas... llevaba todos los teléfonos en ristre y llaman desde el número de ayer (es una mierda ocupar espacio mental con números pero es que es deformación aprender DNIs, números de registro sanitario, matrículas, teléfonos... cuando chochee en unos pocos años, seguro que recito números y números a los que nadie encontrará sentido... serán como letanías satánicas).
 
Madre, estoy rollera... La historia... Llamaban de la fábrica de la levadura para preguntar más cosas... He flipado... sabía que el señor Mercadona aprieta y es hasta más pejiguero que yo, pero llamar el fabricante a una majara que pone un comentario... vamos, que ni me lo imaginaba... Muy amable, muy educado, muy razonable y sobretodo transmitiendo la idea de preocupación porque alguien no estaba conforme con su producto... 
Que tenía dos posibles causas, una el transporte y otra, y es la que me ha resultado más acorde es el envase... yo decía que el otro papel era como más encerado y conservaba mejor la humedad, satinado ha dicho él y el embalaje, el plástico que une los dos cubitos de levadura es más fino... quizás por eso, el producto se seca antes...
 
Espero que la empresa consiga solucionar la historia y que el señor Mercadona no los mande a paseo a la primera de cambio... como clienta me he quedado gratamente sorprendida con la atención mostrada... y eso que cuando inspecciono el Mercadona que tengo en mi censo, pongo más que una incidencia y dos y tres... y algunas no quedan a nivel local... A ver si va a resultar que hacen más caso a los clientes que a los pesados de sanidad.
 
Bueno, probaremos en unas semanas si han solucionado el tema... soy optimista...

lunes, 21 de agosto de 2017

Un mojito, dos mojitos... clávame ya un cuchillo en los oídos

¿Cuántas versiones de "Despacito" existen? ¿Es una plaga? ¿Un bucle sin fin? Y con esta duda meditabunda cerré los ojos y traté de dormir... cagándome en el vecino de atrás que puso seguidas tres de esas malditas versiones en idiomas dispares...
Un día de estos amaneceremos a las seis y media de la mañana con Taake a todo volumen y ya os daré despacito, ya... pero, no lo haré, lo sé... porque otros no tienen la culpa y no es plan de despertar así de brusco... pero desde luego mejor que con la puñetera Despacito o lo de un mojito, dos mojitos... clávame ya el cuchillo en los oídos... que estoy de las canciones veraniegas hasta los mojitos, los ojitos y la madrequelosparióatodosyloanchaquesequedócuandoselargarondecasa 
 
Así de vengativa y asquerosa estoy este verano... harta de que en mi patio aparezcan huesos de melocotón, mecheros, papeles, chicles, basura... en algún alfeizar de la ventana bolsas de infusiones utilizadas, restos de comida y otras lindezas de esta gente tan educada con la que tengo que malvivir.
Ayer, La Rubia le gritaba al de atrás para que bajase la música, porque hasta con las ventanas cerradas (torrados por el calor) se oía el chumba-chumba... Con lo majos que son los de al lado que solamente les oigo cuando bajan al trote las escaleras o coincidimos haciendo pis... pero siempre hay un par de destalentados que amargan la existencia de cualquiera... Uno de ellos es tan listo que se ha puesto una barbacoa con una chimenea tan baja que hasta se ahuma su casa... y la de todo el vecindario... además el olor a plástico quemado es estupendo... parco consuelo pensar que en unos años a lo mejor desarrolla un cáncer por tanta mierda que fuma y come... pero a este paso, seguro que nos pasa a los que tenemos que aguantar sus olores... muchos y variados al cabo del año... y ninguno agradable.
El otro, es que debe ser sordo, además de lanzador de basura al vecindario... solamente espero que lo manden a chirona la próxima vez que lo vuelvan a pillar sin carné y con tragos... y que le toque a La Rubia tramitarle la historia y anunciarle su nuevo hogar...
 
Así que fomentando mi desempatía... si tengo que ser capaz de ponerme en el pellejo o en la situación de esta tropa, jo... sería terrorífica... así que, mejor desarrollo mi desempatía. Bastante estoy tratando de no montar pollo y organizar viajes a las cuatro de la mañana para apretar sus timbres y jorobarles el sueño... o lanzar cáscaras de melón a sus ventanas... no sé... no soy de venganzas y se me ocurren ideas muy tontas... que ni un adolescente de mis tiempos...
 
Y del trabajo, ¿qué voy a contar? A veces espero que el escape de cloro sea en una piscina de mi zona, que la intoxicación toque aquí o que las cagaleras las notifiquen de una dichosa vez y no callárselas porque el agua lleva una de mierda que ni mi váter... Pues sí... hasta los cojones... ¿Queda suficientemente claro?
 
Pues eso, que mejor desempatizo, me dedico a la introspección y a mi micro-micro hábitat en el destierro... así que vivan las lecturas, las magdalenas de La Rubia, Netflix y el doom metal. Siempre quedará la esperanza del viernes y el retorno de finde a casa...