martes, 24 de enero de 2017

No tengo muchas opciones

Llevo muchas semanas dándole vueltas a lo de retomar el blog. He dejado bastante de escribir y he vuelto al papel y boli para anotar mis humores melancólicos que arrastro desde hace unos cuantos meses. Como diría una que conozco: Chata, tú tienes una depresión no diagnosticada oficialmente. Y cada vez me convenzo más de ello… joer, si llevo desde septiembre sin tararear ni destrozar canciones… si hasta me cuesta ponerme a leer. A MÍ… Me grito porque me da mucha rabia. NO TENER GANAS DE ABRIR UN LIBRO. NO ENGANCHARME A UNA NOVELA. Me da miedo darme cuenta de mi estado lamentable de ánimo. Llevo tres meses que no hay día en que no haya llorado una, dos, tres veces, diez minutos, una hora o gran parte de la noche… y lo que más me jode, aparte de no encontrar el modo de superar esto es que me digan que me anime… Y no, no me contéis que podría ser peor, que hay gente en peor condición, que fíjate que jorobado el panorama de tal o cual… si ya lo sé, soy consciente de ello, es que no puedo hacer razonar a mi cabeza y que cortocircuite el lugar ese donde van todos mis malos rollos, que si dolores, que si muerte, que si haz testamento, que si mejor te mueres antes para que no te duela ver desaparecer a los que quieres… vamos, de alegría subida…

Así que con esta mierda de sensación, comienzo año con la misma mierda del trabajo. En este bucle sin final en el que se sigue sin tomar determinaciones y se sigue la desidia y la inercia… cuántas más actas se necesitarán para convencer a alguien (al interesado está visto que no pero tampoco a ese guardián que decide enviar a sanción y su dios supremo que decide sancionar), cuántas veces más seguiremos repitiendo lo mismo hasta la saciedad y recibirás un mail o una llamada pidiéndote que depures el expediente, que no puede haber tantas deficiencias abiertas y durante tanto tiempo (a mí que me expliquen claramente qué quieren, porque por ahora no sé mirar para otro lado, sigo entendiéndome lo que me contaba hace casi catorce años y lo más lamentable, es que hay deficiencias que llevan abiertas esos casi catorce años o más si leo lo que mis antecesores ya escribieron… así que no entiendo qué es depurar… ¿es sinónimo de cerrar? ¿es como el crecimiento negativo o todas estas expresiones “novedosas” para no decir lo que quieren decir?). Que sí, señores míos, que en el ochenta por ciento de mi censo las condiciones siguen igual o peor que cuando empecé (lo de peor es porque el sitio es mucho más viejo y no ha visto un clavo), que me repito mucho más que el ajo y que no evolucionamos… pero es que está claro que no quiere que se evolucione, que algunos viven muy bien sin mojarse, sin tomar decisiones, sin discutir y sin dar un palo al agua… y una ya está más que harta de escribir siempre lo mismo para que luego alguno me tilde de rigurosa…. amosandaya 

Venga, que me ofrezco, me estoy regalando… ¿alguien quiere sacarme de aquí? Prometo trabajar duro, ser lo más aséptica y objetiva posible, ser sincera y pulcra en mi trabajo… porque es lo único que tengo… si no puedo ser sincera conmigo misma en mi trabajo, ¿para qué sigo esforzándome en levantarme por las mañanas?

A lo mejor necesito el blog como medicina… porque ya me quedan pocas opciones y ninguna buena… y eso que las menos malas son darme a la bebida, comprar una autocaravana y perderme o acurrucarme en un sillón hasta estar apolillada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario