lunes, 30 de marzo de 2015

Detalles que nos alegran la vida

Odio la primavera… el cambio de hora me joroba, que los insectos comiencen sus revoloteos me crispa, que la gente salga cual hooligans a ocupar la calle con los primeros rayos de sol me cabrea (cobardes, también se sale a pasear en invierno cuando estamos a -2ºC con vientos huracanados…)… yo no florezco, no paso de capulla…

Con mi astenia y mi mala baba me toca respirar largo y profundo en muchas inspecciones… a veces pegaría un par de chillidos como Bernadette Wolowitz Rostenkowski… ganas no me faltan… así que viendo este, mi panorama existencial, intento ver detalles que me alegren mi existencia laboral…

Ejemplos varios:

- Por fin no están colocados los cuchillos en los huecos entre el mobiliario y la pared de azulejos… en algunas ocasiones he visto “taladrar” la silicona… ¿solamente a mí me parece una cochinería?

- Un desagüe de una cámara canalizado… es una sensación alucinante, como si me hubiera dado un subidón de algodón de azúcar…

- Un registro de temperaturas con boli de distintos colores… oh, oh, muérome, hay una temperatura deficiente y hay una indicación de incidencia con medida correctora… el cielo existe…

- El remate, un lavamanos que se utiliza, con su jaboncito y todo… y se usa, se usa… HURRAAAAAA

Lamentablemente me he despertado… Asco de primavera…

Ya, un poco exagerado… o no…

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