martes, 11 de marzo de 2014

Iván es cocinar…

Con retraso escribo esta crítica gastronómica de hace dos fines de semana en Zaragoza… Lugar: Casa de Iván (el bloguero que aparece en la columna de la derecha), en una calle recóndita de un barrio de las afueras.

El menú que hacia las cinco de la tarde nos comunicó el chef vía WhatsApp, consistía en: Canelones rellenos de morcilla con pimiento rojo y pacharán, Fideuá de carne y Tiramisú, acompañado de distintas cervezas y sidras irlandesas. También hablaban algo de un Bulldog para después, y obviamente no era pasear un perro… Al pronto pensé, ¿esto para cenar? morimos… pero nada más lejos de la realidad.

El recibimiento, pastafari pirata incluido, consistió en una cerveza en jarrica helada… Marlen para algunos, Ambar 1900 para otros… Desde la cocina llegaban los efluvios a comida rica y todos los que estábamos allí comenzamos a salivar como buenos ejemplares de Pavlov.

Los canelones, a los que yo estaba asustada por eso de la contundencia  que se le presupone a la morcilla, aparecieron en la mesa.

2014-03-01 21.36.19Equivocada por completo. Suaves, ligeros pero a la par sabrosos. El puerro y la cebolla, el sabor del pacharán, un ligero toque de bechamel con nata y queso emmental, junto a la morcilla y finos trozos de pimiento rojo, todo era perceptible en la boca y casaba a la perfección. Lo acompañamos con una Inedit, que tiene la gracia de tener tantos y tantos matices que sabe diferente según la comida. Por unos segundos se dejó cualquier conversación; después, las primeras muestras de aceptación del plato en forma de mmmmhhh.

Después abrimos una cerveza que nos gustó a todos.2014-03-01 21.57.28 La Tripel Karmeliet.

Con sus buenos ocho grados y pico entraba suave, con sabor y aromas a hierba (a heno según algunos), para terminar con un toque seco pero sin ser bastorra (mis catas de cerveza son muy de andar por casa). Está elaborada con trigo, avena y cebada y resultaba especiada. Curiosa y compleja, creo que tendremos que añadirla a una jornada cervecera de las nuestras.

 

A continuación, la fideuá de carne. Personalmente me gusta más de 2014-03-01 22.15.25pescado pero hay que reconocer que estaba buena. Si es que con buenas materias primas y buenas manos, no pueden salir las cosas mal (salvo accidente culinario extraordinario).

Siendo un poco criticona, estaba un poco “humeda”, pero es que nosotros estábamos en plan de migas-migas-migas e impacientamos al cocinero haciéndole sacar antes el plato, a pesar de que él ya nos lo advirtió.

A todo esto, la Karmeliet ya se había terminado y tras una Cobra King que pasó algo desapercibida, aparecieron unas sidras irlandesas… curiosas, curiosas… ni cerveza, ni sidra en plan asturiano o vasco… una alternativa que además se puede servir con cubitos de hielo. Habrá que indagar más…

Y llegó el apoteosis… el mejor tiramisú que haya comido en mi vida… y no exagero… Y sí, no lleva cacao… son lascas de chocolate negro que incluso encontrabas inmersas en el postre.

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Tenía un ligero sabor a ron en un café rico. No estaba en extremo dulce (no soporto los postres megadulces y empalagosos).

Suave con la nata montada, se deshacía en la boca y te sorprendía el chocolate duro. ¿Es el cielo? Si no lo es, debe estar cerca… qué bueno… ya no he podido comer otro tiramisú sin entrar en comparaciones odiosas (una compañera de trabajo hizo uno para su cumpleaños y sí, estaba rico, pero si eso era tiramisú, lo de Iván era otra cosa a la que deberemos bautizar con un nombre mejor)

Después apareció una botella curiosa por la mesa, un licor asidrado canadiense hecho con manzanas heladas de las variedades McIntosh y Espartanas (yo es que leo todas las etiquetas). De color rojizo, esta sidra de hielo presentaba una acidez combinada con un sabor dulce que fue apreciada hasta por La Rubia, que no bebe licores, alcoholes de alta graduación, bebidas espirituosas  ni chupitos de nada (parece ser que por un trauma adolescente en el que se vieron implicados unos bombones de chocolate blanco y una botella de vodka).

Yo me pasé al mojito, otros a la ginebra Bulldog con sus bayitas de enebro, otros siguieron con las cervezas… menos mal que teníamos choferesa que nos dejó cansados pero satisfechos en el puente de los gitanos…

Ni pesadez nocturna, ni barriga hinchada… un ligero dolor de cabeza a la mañana siguiente (no estoy ya acostumbrada a tanto bebercio). El listón ha quedado alto, altísimo… si yo cocinase así de rico, sería como la madre de Gilbert Grape…

Esos canelones los tengo que intentar… y el tiramisú, no sé ni siquiera si intentarlo porque era insuperable…

Iván, ni siquiera te plantees ir a un concurso de cocineros aficionados, directamente pide trabajo como crítico de la guía Michelin o móntate un coqueto restaurante… menudo morro puta que gastas… Qué buena cena!!!

4 comentarios:

  1. Yo pa mi cumple quiero un Iván como éste

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    1. Cocinero apañado, sí señor... que te mande un tiramisú o un flan casero o su tarta de tres chocolates... para no gustarle el dulce, los postres le salen estupendos....

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  2. Bueno, bueno, bueno... MUCHAS GRACIAS!!. Me he debido de poner como un tomate leyendo tu crítica. No creo haber recibido tantos halagos juntos en la vida.
    Cuando me dices que el tiramisú es el mejor que has probado, eso sí que no se puede superar. GRACIAS DE NUEVO. Cuando queráis repetimos. La compañía fue muy buena en mi casa de una calle recóndita de un barrio de las afueras, ja, ja, ja.
    Vi ayer una receta en Aragón TV... voy a probarla fijo. Huevos rotos con Shitake y chistorra con una salsa de chistorra!!. HMMM!!. Y ayer hicieron Musaka con una bechamel con langostinos y mejillones, buff, voy a dejarlo que es muy temprano!!.
    GRACIAS DE NUEVO!!.

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  3. Jo, qué hambre... me apunto a los huevos con chistorra... los mejillones no me van aunque la musaka mmmm, jolines que es hora de comer y desde las seis y pico son muchas horas sin probar bocado...
    Ya nunca podré ver un tiramisú sin añorar el tuyo... (suena raruno, jejeje)

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