sábado, 8 de marzo de 2014

Como un perro bajo la lluvia

Un montón sin escribir en el blog… entre estudiar porque el jueves tenía examen del curso que me ha costado una pasta, el finde en Zaragoza, los pelos del perro haciéndose fuertes por la casa, la liguilla del padel y mi habitual enganchada a los libros… excusas, excusas…

Hace unos años, tres o cuatro, me sentiría ahora agobiada, nerviosa, estresada… ahora me quedo pasmada ante la ineficacia de la administración para la cual se supone que trabajo y pongo todo mi esfuerzo en hacer las cosas lo mejor posible…

Hace diez días que tenemos una muestra en la nevera… urgía mucho por una denuncia de una consumidora… ya… ya veo las prisas… Si cuento toda la historia uno se daría cuenta de que la muestra no vale para nada de nada… ni es del lote afectado, la denuncia no se hizo por los cauces administrativos y hay una completa indefensión del fabricante… Reglamentaria, nos pedían… y urgente… se me cabrearon en la dele por cuestionar unas órdenes inespecíficas, inexactas y sin sentido… joer, si la que se tenía que cabrear soy yo, no te jode… al final, ni reglamentaria ni por lo visto urgente… allí está, aunque menos mal que no es tan perecedero que empiece a oler…

Pero aquí no acaba la cosa… se supone que cualquier actuación que tomas, véase una inmovilización cautelar, debe ser ratificada por la autoridad sanitaria en 48 horas… vale, pues pasan de las 100 horas y ni ratificación ni leches… ¿la semana que viene? quién sabe… y la inmovilización no se hizo en viernes a última hora…

Y luego están los muestreos… anulados una y otra vez porque no hay medios de cultivo para los análisis… el material sigue brillando por su ausencia tras la urgencia de presentar la solicitud, de volverla a presentar porque decían que no la tenían, de volverla a presentar para que fuese en el mismo formato que ya se había presentado, de volverla  presentar porque alguien decía que no lo tenía, y así como seis o siete veces… coño, es más sencillo decirnos que no hay material y que nos aguantemos… cuando se acabe el soporte para escribir inspecciones ya usaremos folios… y ya buscaré hojas de calco de las que tenía mi madre por casa porque como la fotocopiadora se estropeó y lleva cuatro meses desaparecida… ups, y tendremos que usar papeles de los archivos porque nos queda un paquete de folios…

Ya no merece la pena estresarme, agobiarme o no dormir… al igual que ya me niego a comprar pilas y folios… me siento tan pasmada que me quedo helada hasta que me entra una rabia que se extiende desde las puntas de los dedos de los pies hasta mi coronilla y me dan ganas de gritar y gritar… Qué manera de cargarse la administración… y qué contentos se sentirán algunos y qué satisfechos otros y qué torzón de gratitud nos embargará a todos…

Bueno, como la canción que suena ahora en casa, como un perro bajo la lluvia, así me siento… pero me queda algo de rasmia para no reblar y seguir pensando que mi trabajo importa y que hay que seguir y seguir… aunque traten de volvernos inútiles, hay que seguir y no desfallecer…

2 comentarios:

  1. Hay más de uno deseando que los servicios públicos no funcionen para así tener la excusa perfecta para privatizarlos. Leyéndote me siento afortunada........nosotros aún tenemos varios paquetes de folios en el almacén y hasta bolis de colores.

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  2. Lo que no te mata te hace mas fuerte jejejej besos

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