jueves, 28 de noviembre de 2013

Pesadillas compartidas

Mañana me toca ir de apoyo, (vamos de inspectora al estilo poli malo) a una inspección para valorar si cerramos el sitio o no. Se les ha dado un plazo de 48 horas para que limpien la mugre que casi me sacaba los ojos a través de las fotos que hicieron en la inspección de ayer… No sé por qué, pero estas cosas, como las alertas, nos pasan en viernes… y siempre estoy por medio (ah, sí, esto me pasa por ser jefa de chichinabo)

Mientras me leía el acta para ir mañana más o menos preparada, me iba haciendo una composición del lugar… ya hace años, con otro titular, me tocó ir varias veces por allí con temas similares… si hasta he visto quitar la grasa del tubo de extracción con una radial…

Pero lo de ayer era de guarreo tanto o más que “mi establecimiento pesadilla”… lo de menos podían ser los huevos caídos entre los muebles, que se habían hecho costra y a nadie se les había ocurrido limpiar, o el moho que crecía verdoso y con pelitos en el techo de la cocina… ya la traca es que hubiera cocaína encima de la mesa de la cocina… debe ser un nuevo condimento… Que yo, que soy muy pánfila, hubiera visto algo blanco, pero no hubiera probado si es coca… y además, salvo por las pelis y las novelas, ni pajolera para distinguir la coca de unos polvos de arroz para disfrazarse de geisha… pero para eso ya iba un botica al que le encantan sustancias y venenos varios…

Para colmo, una de las camareras, que ayer estaba de permiso, ruega encarecidamente por teléfono que no cerremos el sitio porque se quedaría en la calle… ¿? ¿pues limpia? ¿? diga lo que diga, vamos a ser los malos.

Si es que menuda semanita, entre la de ayer que se le caían los mocos y se los restregaba con la mano con la que seguía manipulando, las legionelas positivas, el matadero desastre… cómo no me iba a dar ayer por la tarde una de mis migrañas de esas que me hago el diferencial por si es un ictus (más de una vez en reuniones familiares, sobretodo cuando estudiaba opos, me daban unos dolores con pérdida de sensibilidad-tuerce boca-caída de baba-caída de ojo, que menos mal que entre médicos me tocaba… así que me autoexamino… aunque sea una tontería más de las mías)

Ale, me voy a sacar al chucho, ducha y cena que después me toca ir a ver un tratamiento contra legionela en un hotel… por mi gracia y mi salero, que no porque me paguen ni me den horas libres a cambio…

Y mañana, a compartir pesadilla… si es que no salgo de una para meterme en otra… como para aburrirme…

lunes, 18 de noviembre de 2013

El extremo de la cutredad

Parece que siempre me estoy repitiendo pero, hay tantas cosas que no entiendo!!!!

Sitio ya conocido… en el que la mugre es como un dios omnipotente…nueva titularidad y solamente mantienen a uno de los trabajadores anteriores (de los cinco que había)… ¿por qué sigue estando el charco de exudado ya compacto y solidificado en el fondo del armario sotabanco refrigerado? ¿no lo huelen? ¿no lo han visto al cargar alimentos? ¿tampoco ven los restos de grasa y restos de lo que anteriormente fueron alimentos pegados y resecos en los huecos entre los módulos de la línea de cocinado? Que no hace falta ni lupa ni linterna… se ven y se huelen…

Es que uno se hace con la titularidad de un sitio y ya se deja llevar? Recuerdo que cuando éramos crías y mis padres nos llevaban a la playa a un bungaló, mi madre limpiaba al llegar hasta el último vaso y taza aunque no lo fuéramos a utilizar… y yo, en los pisos de alquiler, mis buenas palizas el primer día, aunque pareciera limpio… pero es que este sitio ni limpio ni parece…

¿Y cómo haces? Desde luego flexibilidad la de la pinza en yoga, pero nada más… ya comienzas con el morro torcido… y que somos duros… ostras, no… pero si es que ni el lavavajillas funciona… ¿es que no se prueban esas cosas antes de ponerse en marcha?

No sé si es el extremo de la cutredad o que piensan que para lo que van a durar para qué ponerse a limpiar- que esto también es de ser pensamiento triste… pero es que no veo razón alguna para mantener la mierda del anterior propietario y hacerla tuya.

Lo único que tengo claro es que ni con un nuevo titular hemos arreglado el tema… un pozo sin fondo de trabajo en balde… que sí, que es cansado limpiar y es un trabajo que nunca acaba… pero yo también soy cansina y mi trabajo tampoco acaba, si no es por las buenas, será por las malas… pero como digo siempre, la limpieza no se negocia… Qué triste, de verdad… con las esperanzas que teníamos de tachar de la lista de los malditos a este sitio… Espero al menos que no se haga realidad eso de “otros vendrán y bueno lo harán” porque estamos en proceso de ello… qué cutre!

lunes, 11 de noviembre de 2013

Un thriller culinario

Y con este magnífico título uno pensará que voy a contar una historia estupenda de intriga inspectoril… siento defraudaros…

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No suelo recomendar libros, pero tras la 115 del sábado, llegó la novela 116… y me ha resultado curiosa. Por si no se lee bien es de Tom Hillenbrand (un desconocido para mí) y de la editorial Grijalbo.

Por la sinopsis, me dieron ganas de leerlo:

“¿Qué puede hacer un chef sagaz, obstinado y con mucho carácter cuando se le acusa de haber matado a uno de sus clientes? ¿Y si ese cliente era, además, el crítico de una famosa guía gastronómica? Xavier Kieffer no duda: investigar por su cuenta hasta las últimas consecuencias. Xavier Kieffer renunció a un prometedor pero estresante futuro como chef estrella en París para ser simplemente el cocinero propietario de Les Deux Églises, un pequeño restaurante en el corazón de Luxemburgo donde ofrece recetas clásicas, elaboradas con los mejores productos y cocinadas con paciencia y amor. Disfruta de un trabajo que le hace sentir feliz hasta que un crítico gastronómico fallece de repente cuando van a servirle el plato principal. Para su sorpresa, Kieffer es sospechoso de asesinato. Solo le queda esperar a las conclusiones de la investigación policial... o emprender sus propias pesquisas.”

«Un thriller que nos introduce en el fascinante y ferozmente competitivo mundo de la gastronomía. El chef detective tendrá que colaborar con la propietaria de la guía Gabin, que eleva a los altares a un cocinero o lo hunde en la miseria; pactar con un chef narcisista convertido en estrella de los programas de cocina de la televisión; lidiar con una empresa sin escrúpulos, y moverse en un terreno donde juegan tanto los egos como intereses más lucrativos que creativos. Eso sin descuidar su cocina de autor, que reivindica la calidad de los ingredientes, la búsqueda de los sabores genuinos, el slow food y el trabajo arduo, casi milimétrico, junto a los fogones. Si hasta ahora triunfaban los comisarios amantes de la buena mesa, le ha llegado el turno a un chef que sabe de cocina y de llevar una investigación. Un thriller para los amantes de las novelas de misterio y los aficionados a la cocina que deja buen sabor de boca (nunca mejor dicho).»

Vamos.. que no es para tanto… la trama es “sencilla” en cuanto a la historieta de thriller… pero por un lado resulta curioso (a mi parecer) la gastronomía luxemburguesa (de la que desconozco por completo) y por otro lado, y esto me parece mucho más enigmático, todo el tema de los foodscouts, las tramas alimentarias de las grandes multinacionales, la química alimentaria y la absurda legislación europea, rígida en ocasiones y terriblemente sorteable en otras…

Mucho glutamato en la vida… cada vez entiendo más el slow food y tras leer el libro me están dando ganas de preparar una asado de esos que se pasan horas al horno y uno toda la mañana salivando… (de aquí al sábado ya veremos…)

A buscar la 117…

sábado, 9 de noviembre de 2013

Estado estacionario

Voy buscando novela que hará la 115 del año… desde que apenas escribo en el blog, me he quitado de la tele y tengo las actividades extraescolares concentradas en un par de días, saco buenas horillas para la lectura.

Lo del blog querría decir que es temporal… porque está todo tan triste y jodido que no me apetece regodearme en la amargura… bastante la soporto a diario…

A diario atiendo a personas que quieren montar “algo que funcione”; planteo preguntas a mis superiores que o no tienen respuesta o me dejan a mi criterio o me contestan a algo que no he preguntado; a diario me toca insistir que la limpieza no se negocia ni aun en tiempos de crisis y a diario veo que todo va inexorablemente a tomar por culo…

Así que, con este panorama entended que no me apetezca escribir y me refugie en mi música y mis novelas… Si en otras ocasiones me haría gracia saber que un panadero se ha hecho amigo de un ratón que pulula por su obrador y lo contaría como anécdota de la semana, buscándole el lado cómico, hoy solamente es una historieta más a sumar a la lista…

Espero que cara a las navidades esto se anime… se vea movimiento y me entren ganas de desahogarme escribiendo de lo bueno y de lo malo de un día corriente de trabajo…porque por ahora estamos en estado estacionario (como las maquetas que compraba allá por los 90)