lunes, 28 de octubre de 2013

Con ojos de cordero degollado

Decía Gandhi que un país se puede juzgar por la forma en la que trata a sus animales… la llevamos clara… galgos ahorcados, niñatos en el feis mostrando sus colecciones de gatos torturados, el linchamiento del toro que sale todos los septiembres en la tele, matar a palos a tu perro… pero bueno, también se puede juzgar un país por cómo su ministro de educación y cultura pretende dejar  a cientos de chicos prácticamente incultos para que se les pueda mangonear bien a gusto, o por la cantidad de horas de futbol que dedican en la radio y en la tele…

Sigo sin tener claro que la gente piensa que los animales, más allá de los perros y gatos, tienen sentimientos y que hay que procurarles una vida lo más agradable posible, aunque sea un pollo picantón… aunque luego sea yo la que va paleta en mano atizando a las putas moscas… menuda contradicción… pero como casi todo en mi vida.

No sé lo que la gente cree que sucede en un matadero, salvo los que trabajan en ellos. El acto en si de aturdir y sacrificar dejó de sobrecogerme hace mucho tiempo pero no me gusta ver los ojos de la vaca camino a capilla metida en la manga… te miran con ojos de que lo saben… y menos mal que me he librado de ver caballos porque muchos de los que se sacrifican ahora, eran caballos para el ocio y divertimento de dueños que ya no se pueden hacer cargo de su mantenimiento… y no sería capaz de aguantar la mirada a una preciosa yegua que va a terminar colgada boca abajo…

Hace unos años, en uno de los mataderos de los de pequeña capacidad de antaño a los que iba, me tocaba, a veces, acabar de degollar bien a los corderos que mataba un tipo que siempre iba drogado hasta las cejas… apenas cortaba las yugulares y los pobrecitos bichos se despertaban en una lenta agonía… la de actas que escribí para que los jurídicos siguieran sin entenderlo y la solución fue que le matara los corderos otro carnicero… pero a base de broncas y cabreos monumentales que este tipo jamás entendió… menos mal que en una década las cosas han avanzado, pero todavía queda…

No logro entender que, si hay elementos para evitar el sufrimiento gratuito de un animal, haya personas que pasen olímpicamente porque “como toda la vida se ha matado así…”. Coño, también antes se amputaba con un par de tragos de alcohol…

Por eso cuando veo las agrias controversias en el periódico porque a los niños del comedor no se les da carne halal, me planteo, ¿la gente sabe de qué va eso? y ¿esa comunidad deja aturdir previo sacrificio? porque hay algunas menos radicales que permiten aturdir antes de sacrificar;  que a mí lo de las abluciones y el rezo a la Meca me importa un comino pero me niego a comer carne de animal no aturdido, sea halal o no… aunque claro, ¿cómo te enteras si eso no está en el etiquetado? Y además, con lo que se mata por ese rito, mucho pasa a canal de comercialización normal por lo que los consumidores no podemos saber si ese bicho lo sacrificaron con o sin aturdimiento… y aunque lleve el sello halal no indica si se aturdió o no… Lo que tengo claro es que por el rito kosher ni de coña como carne…

Soy de las que opinan que la UE está tardando en plantearse lo de etiquetar la carne indicando si se han guardado las normas de bienestar animal o no en el momento de sacrificio para que los consumidores puedan comprar lo que crean oportuno… aunque también hay que informar de qué se supone que es el bienestar animal en el momento del sacrificio porque oyes cosas disparatadas.

Un tema complicado y bastante poco agradable de comentar… y que no sé por qué me he metido en este berenjenal…

1 comentario:

  1. Yo ni me lo había planteado... pero es que supongo que si me lo hubiera planteado de verdad, sería vegano... paso total!!. Lo que me jode es que el carnicero no lo tenga conservado como debe ser o que se lo cargue el cocinero, porque entonces el animal murió en balde.
    Que poco sensible soy!!. Que le voy a hacer, me gusta mucho comer bien.
    Pienso que ese etiquetado lo mirarían 4 contados porque si nos remordiera tanto la conciencia, seríamos veganos, no crees?.

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