lunes, 15 de julio de 2013

De Boda

Este finde estuvimos de boda de la hermana de La Rubia. El viernes corre, corre que te corre para llegar a tiempo al Ayuntamiento… lectura de los artículos creo que 66, 67 y 68 del código civil… en tres minutos listo. Lo mejor, el pedazo beso del novio… lo que hacen los nervios y un par de cervezas al calor monegrino.

El sábado por la tarde fue la ceremonia; sencilla, con los testigos hablando con mucho cariño de la amistad que los une y una loca hablando de cuentos de hadas y superhéroes (ya, sí, la loca soy yo… pero es que lo que encontré por internet me parecía irreal y supermoñas). El guión lo escribí una mañana de sábado allá por el mes de marzo en la que la inspiración me pilló pasando la fregona (esto va así, de repente zas y ponte a escribir rápido antes de que la cabeza se te llene de otras cosas)… espero que les gustase… aquí os dejo mi parte…

Entrada de los novios con la canción “Pensando en ti” de Mago de Oz

Muy buenas tardes a todos. En primer lugar dar gracias a los novios que no se han dado a la fuga y están aquí con nosotros…. Aunque aún hay tiempo, yo os cubro… ¿Salimos? Susa, yo te cojo las faldas, Miguel corre… ¿No? ¿Estáis seguros de aguantar este rollo? Que si os vais nosotros cenaremos a vuestra salud… (o algo así…)  Bueno. Sigamos…

Agradecer también la presencia de padrinos, familia y amigos. Algunos venís de muy lejos y queremos daros las gracias por el esfuerzo de llegar hasta aquí. Espero que sea una noche divertida y que todos disfrutéis. De nuevo muy buenas tardes y sed bienvenidos a esta celebración. Tanto Miguel como Susana os agradecen muchísimo que queráis compartir este día con ellos.

Tras la entrada de los novios no hay mucho más que decir, no? Está claro por qué estamos aquí… aunque suene un poco cursi, Susana y Miguel no pueden parar de pensar el uno en el otro.

Y aunque no estemos en una iglesia o en un juzgado o en la arena de una playa caribeña , esto es una boda… sin rito zulú, ni balinés, sin druida… soy vuestra maestra de ceremonias, sin trucos de magia ni coreografías de baile (aunque esto me hubiera gustado)… Es una boda, una gran fiesta en la que familia y amigos nos juntamos, hablamos y nos conocemos, brindamos y echamos unos bailes… me han dicho que el premio son unos anillos, pero el sorteo está amañado y ya sabemos quiénes son los ganadores.

Entradilla para los testigos: “La familia y los amigos siempre han sido importantes para Susana y Miguel y hoy los amigos quieren demostrar lo que os quieren con unas palabras. En representación de todos ellos, aquí están los testigos …./….

Estamos celebrando una boda. ¿Buscamos el origen del amor? ¿Su definición? ¿Hablamos de las obligaciones que conlleva o de cuánto hay que cuidarlo? ¿Filosofámos un rato? Vale, de acuerdo… Aunque me han pedido que sea breve… no sé yo… (enseña los papeles)

Hace años que dejamos de creer en los cuentos de hadas. No somos Cenicientas que pierden zapatitos de cristal en el baile y esperan a que el príncipe las busque para devolvérselo... Además, no tenemos una malvada madrastra y unas crueles hermanastras que nos complican la vida (tampoco la cuñada es tan mala)

No somos Blancanieves que comen manzanas envenenadas y duermen hasta que el príncipe las despierta con un beso. Atrás quedaron las ruecas y dormir un siglo cual Bella Durmiente, ni somos Wendy en un fantástico mundo junto a Peter Pan. No estamos en una torre dejando crecer nuestro cabello como Rapunzel esperando a que nos salven y acabemos prendadas de nuestro príncipe azul. No. No creemos en príncipes azules ni en princesas enamoradizas.

Pero tampoco creemos en los superhéroes. No hay ningún Superman que pueda hacer girar la Tierra al revés para descontar los minutos. No hay un Spiderman que nos teja una tela de araña para salvarnos de la caída ni hay un Lobezno que saque garras de Adamantium para rescatarnos del supervillano. Por mucho que creamos ser capaces de leer la mente del otro, no somos el profesor Xavier de la patrulla de los Xmen. Ni por mucha fuerza que mostremos seremos Hulk o Xena. No, no somos superhéroes. Thor estará con su martillo preparado pero en otra dimensión.

Si no existen los príncipes azules ni las princesas encantadas. Si tampoco existen los superhéroes… nos quedan las películas?…

Pero… a alguna chica un Richard Gere la ha recogido y la ha llevado a su hotel, la ha colmado de regalos y ha terminado en una superromántica historia de amor sonando Pretty Woman? (mira hacia la gente y haz que buscas)

O, cuántos chicos han sido invitados al baile de graduación por Megan Fox… aunque luego se nos coma o nos haga conducir un transformer… ya sé, ya sé… no debe ser tan malo que se nos coma Megan Fox …

Tampoco somos una dulce y tonta Bella enamorada hasta las trancas de un vampiro atormentado por su alma, ni veo por aquí a un Edward que brille como un gusiluz y que no pueda despegar la vista de su amada deseando transformarla para vivir juntos toda la eternidad. Al menos tampoco somos tan torpes como Bridget Jones, y gracias al cielo no veo un Hugh Grant en la sala… Hasta Rhett Butler y Scarlett O´Hara nos parecen anticuados para una historia de amor.

Pues estamos bien. Si es verdad que no existen los príncipes azules, ni las princesas de rosa. Si es verdad que no existen los superhéroes y las pelis románticas no se hacen realidad, ¿qué nos queda? ¿Los libros? ¿Las canciones? ¿Poesía?

Por dónde sigo? por el “no es verdad ángel de amor”, me meto con Romeo y Julieta o con los amantes de Teruel (tonta ella y tonto él)… busco una canción de amor de quién, un reggaetón, una canción de Lady Gaga? Mejor una balada heavy como la entrada de los novios… podemos desvariar más… Pero no, no hay que irse tan lejos… es más sencillo que todo eso.

Algo tan simple y tan complejo como la realidad. La realidad de estar aquí y ahora. Una sonrisa al compartir un secreto. Un escalofrío ante un roce fortuito. Un guiño, un beso, un abrazo. Que en tus planes siempre aparezcan los suyos y que en los suyos estén los tuyos. Que te sorprenda y te haga reír cada día. Que te mire y no se canse de hacerlo. Que te busque y te coja la mano. Que te haga latir el corazón y que no importe nada más.

Ante nosotros no tenemos un príncipe, ni una princesa. No veo a un Batman ni a una Elektra. Son Susana y Miguel. De carne y hueso. Reales. Que unos días tosen y otros tienen sueño. Que discuten y que ríen. Son Miguel y Susana. Que están convencidos de que no hay nada mejor para el otro que ser lo último que vea antes de que llegue el sueño.

Y por eso estamos aquí. Para celebrar esta fiesta que nos hacen a todos nosotros para contarnos que con todo lo que han visto, con todo lo que han vivido, se han mirado y susurrado al oído: somos uno mismo dividido en dos mitades. Y que por eso han decido dar un paso más.

Los novios han decidido dejarse llevar por la improvisación. Sin guión ni preparación para el intercambio de anillos. Puede que nos sorprendan cantando un rap pero vamos a dejarles hablar…

…/…

Tras este momento que nos llena de ilusión y alegría por este enlace, solamente cabe añadir las palabras de una mujer sabia. Una mujer que por suerte está sentada aquí con nosotros y que cada vez que la veo siempre nos dice con ilusión, lo que no hay que olvidar, lo que hay que cuidar y que parece tan sencillo a la vez que complicado. Gregoria siempre dice “hijos míos tenéis que quereros mucho”. Así que, haced caso a la abuela y quereros mucho… y que todos lo veamos.

Sin invocar al poder de Greiskull ni al poder del anillo único, … Aquí, ante todos nosotros os habéis convertido en marido y mujer… así que no hagáis esperar y hacednos exclamar ooohhh, aaahhh y aplaudiros cuando os beséis. Susana, Miguel… Queremos el BESO.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado el discurso, debió ser bonito escucharlo. Daría un euro por ver la cara de los novios, sobre todo la de Miguel que estaría embelesado, seguro... BRAVO por la Maestra de Ceremonias.

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  2. Si algún día me caso ojalá alguien me escriba un discurso como ese. Enhorabuena!

    Un beso

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