martes, 28 de mayo de 2013

Un día raruno

Hoy ha sido un día de sorpresas. Sorpresas de todo tipo y condición.

La peor noticia. La miel. Esta campaña va destinada al absoluto desastre. Hace frío, llueve, tan pronto graniza como sopla un viento huracanado y las abejas pasan de salir a pecorear… se está mejor en casita comiéndose la miel que hicieron los días de calor, allá por el mes de abril cuando comenzaron las plantas a florecer. Con lo bien que habían aguantado el invierno, ahora casi acabará la flor y apenas habrán salido “a trabajar”. La propietaria de una pequeña envasadora de miel que inspecciono estaba que fumaba en pipa… nunca se ha caracterizado por su simpatía, pero hoy estaba tremenda… menos mal que le estoy cogiendo el punto y cuando se pone borde le pregunto por su hijo que estudia ingeniería (lo conocí un día de inspección y me pareció un tipo simpático y apañado… aunque por lo visto la gente solamente se fija en sus pintas… y yo… pues como que me dieron buen rollo… qué le vamos a hacer, entre un rastas con camisa a cuadros y un clon de Cristiano, tengo clara mi opción)…  Es la castaña de la producción primaria dependiente de la climatología, la flora y la fauna… Espero que mejore la cosa porque la miel que venden no está mal y bastante cara me parece ya.

En otro sitio mi gran, gran sorpresa en la carnicería; la han cogido unos que saben. Pero de los que saben, SABEN… así, con mayúsculas. Creo que jamás me había encontrado esto… sus registros de trazabilidad de ternera, las listas de ingredientes bien puestas en sus productos y no carteles clavados o roñosos impregnados en exudados o  empapelando paredes llenos de mugre, apañados en la manipulación, ordenados en la cámara… yo alucinaba por no tener que explicar ni sulfitos, ni temperaturas ni registros… ¿Dónde demonios se habían escondido hasta ahora? Y la carne no era carnuza, buena pinta, buena presencia… espero que les vaya bien y aguanten… He salido encantada… lo que cambia un sitio cuando lo limpian y encienden la luz (estoy harta de luces a medio gas, oscuridad que disimula la suciedad…). Vamos, porque me viene lejos y de cara al verano y sus rutas no es plan, pero sería un sitio en el que compraría…

Lo último ya de traca… aunque ha sido lo primero del día… estaba de inspección en un sitio al que pensaba levantar un acta para sanción sí o sí… ya tenía escrito el encabezamiento… pero para mi sorpresa, se habían puesto las pilas. Pero bien puestas… tenía casi cuarenta deficiencias que comprobar y se han quedado en una decena… así que prefiero ser pesada y dejarme caer más por allí y que lo que ahorren de la multa lo inviertan en mejoras.

Bueno, que me enrollo… para variar… El tipo del restaurante es duro de mollera y cada vez que voy me toca dar todo tipo de explicaciones para que entienda las deficiencias, aunque luego se pasa la inspección diciéndome “esto te lo he puesto así, esto te lo he hecho asá”. Sigue pensando que es porque a mí se me pone en el morro, pero al menos, está haciendo. Estaba en la barra con el encargado explicándole lo de siempre con la ausencia de cloro,  que si los depósitos con agua retenida, el cloro se perdía por evaporación, que si los descalcificadores atrapan cloro… y aparece el típico cliente coñón de los que saben de todo… Aunque en mi cabeza estoy gritándole que se calle, intento ser educada y hasta tener un punto de simpatía… no gano nada siendo borde…

Tenía bastante que escribir así que me he ido a escribir a una mesa junto a la barra. Acabo y viene el encargado a que le lea y acabe de explicarle alguna cosa. El cliente coñón si gira hacia nosotros y no pierde ripio por más que yo bajo la voz. Excusa que me pone el encargado, se la rebato con un ejemplo sencillo… algún ejemplo es para colgarme pero todo sea para conseguir que solucione las cosas. Me firma, le doy las copias y le agradezco que me haya facilitado la inspección.

El cliente coñón me sale al paso. Se saca de la cartera una tarjeta… puñetas, es inspector del ministerio de agricultura… toma ya, ¿se ha perdido o qué?… Me dice que es inspector europeo y yo, glup, tierra trágame… que le ha hecho gracia verme por allí y se ha quedado un poco más para observar como hacía la inspección, que si era muy didáctica, que daba explicaciones adaptándome al nivel del encargado, que si lo de llevar bata daba buena imagen, que si parecía paciente… y yo, roja cual tomate… notaba la cara caliente, caliente… después me ha empezado a preguntar por el trabajo, dónde estaba, cuánta gente, los medios que disponíamos… 

Al final, tras un rato de un interrogatorio en toda regla, le pregunto ¿he pasado el examen? Muy notablemente, me ha contestado… más roja no podría ponerme, así que me he despedido y le he deseado buen viaje.

Y me ha arreglado el día… ale, me voy a yoga que luego quiero gritar con el partido del CAI (contradictorio completamente, pero esa soy yo)… no ganarán pero menuda temporada han hecho… señor Abós y resto del equipo, me quito el sombrero… disfruten del partido y la temporada que viene, más y mejor.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Enlazando incoherencias

No es que tenga el blog abandonado, es que no sucede nada fuera de lo normal que merezca ser comentado sin que parezca que me repito más que el ajo.

Hoy una cámara llena de moho, negra hasta el último de los azulejos con un olor asqueroso… y da igual, la primera vez que lo dije fue hace un año… y sigue igual… con algunos es como hablar en noruego… luego ponen el grito en el cielo cuando ven un acta (parece que el idioma del acta lo entienden o por lo menos saben que puede tocar tener que rascarse el bolsillo)

Lo del rascarse el bolsillo en eso de las tasas me parece cada día una putada mayor… ¿a nadie se le ocurre que un mercadona o un hipercor o un día, una despensa, un simply, un alcampo o un lidl paga la misma tasa que el ultramarinos de Rosi, o de Paca o de Juan… que a duras penas hacen una caja de 50 euros al día en un pueblo perdido en la nada? Lamentable… me dan pavor estas mentes pensantes de los despachos que a golpe de firma pergeñan estas castañas normativas…

Aunque claro, algunos que tienen aspiraciones a esto de los despachos son los que te encuentras a 60 kilómetros de su trabajo una hora y pico más tarde de la hora en que deberían comenzar a trabajar… y se te pone una mala hostia cuando a los diez minutos te llaman y te dicen que mañana faltarán a trabajar… coño y hoy también… que te he visto desde el coche cuando yo iba a un curso… idiota, al menos evita que te vean… pero no, pululando por el centro justo al ladito de los edificios de la administración… pues si yo te veo y vengo media docena de veces…. ¿quién no te verá?  Eso sí, luego son los más cumplidores, los más responsables y los que más jodidos están, los más incomprendidos y los más quemados… Ale a cascala…

¿Veis como siempre es lo mismo? Me voy a leer mi libro de zombies (malo de narices pero al menos me río)

jueves, 16 de mayo de 2013

No se acaba cuando se cierra la puerta

El otro día fui de inspecciones a sitios de banquetes… con eso de que comenzaban las comuniones, qué mejor que ir a dar vuelta para ver lo limpias que están las cocinas… Sería lo esperable, ¿no?

Lamentablemente no…. No esperarás que a dos días de tener ocho comuniones me ponga a limpiar paredes… Pues no, no lo espero… lo suyo sería tener todo impoluto e impecable… y no encontrarme hasta en los fogones restos de las almejas, sus cáscaras y todo de las comidas de la jornada anterior porque eres tan cachazas que ni limpias esos restos groseros y los dejas para qué??? ¿como “paluegos”? ¿para dar aroma? ¿para alimentar algún bicho? Es pura vagancia y falta de un jefe que ponga orden.

Se me mosquean porque digo que el cuarto frío no está operativo para las manipulaciones que previsiblemente deberían realizar en él… es que ya lo limpiaremos, me dicen… es que lo usamos en abril para una boda y todavía no lo hemos limpiado…. A mí se me caen los palos del sombrajo, de verdad… cómo puedes tener un cuarto frío sin limpiar durante más de tres semanas, con su suelo pegajoso, sus restos de alimento en mesas, paredes, estantes, soportes… Y eso con mis dudas de que realmente lo utilicen porque o mueven mesas o al punto de agua no llegas ni de casualidad…

Mi madre tiene la máxima de que no es que tengas dinero para comprar una cosa, es que luego lo tengas para mantenerla… yo tengo mi máxima en cocinas, no acaba el trabajo cuando acaba el horario de comidas, acaba cuando limpias… mi madre consigue inculcar sus máximas… y yo, predico en el desierto.

martes, 7 de mayo de 2013

Otros usos

Entrada cortita antes de irme a la cama… es que si no lo cuento, mañana creeré que lo he soñado…

Estaba yo de inspección y cerca de una báscula veo una cajita llena de ceras Manley… como las que usaba en el cole… de esas que se rompían por la mitad si apretabas mucho o que derretías con un mechero… que pringaban un rato… bueno, pues esta caja estaba llenita de ceras de color blanco… unas a medias, otras míseros trocitos…

No he dicho dónde estaba.. en una… empresa de champiñones…

¿Enlazáis? Cera blanca- champi…

Quien me atiende en la inspección mira hacia donde miro, pone cara se seta, nunca mejor dicho y dice “las usamos para marcar las cajas”… ya… y yo me pongo rubia con la luz del flexo (homenaje a un listillo del cole)… sí señor, las usan para “pintar” defectos de los champis… que si un rasguñito, una manchita parda… así no desentona el lote…

Jamás pensé que el blanco de las ceras Manley, que nunca supe muy bien qué hacer con él, sirviera para estas cosicas… al que le toque leer mi inspección, si alguien lo hace, no sé si entenderá que eso para mi es una práctica incorrecta de manipulación… porque no me acreditan que las ceras Manley sean aptas para el consumo humano y de uso en la industria alimentaria… entre otras cosas… claro está…

Ale, a nonón que ya va siendo hora. Buenas noches.

sábado, 4 de mayo de 2013

Contando siempre lo mismo

Muchas veces me pregunto cómo tendrán la casa alguno de los que trabajan en sitios que inspecciono… espero que no sean tan dejados… aunque en el fondo me la tendría que pelar (uf, ya empiezo soez, malo, malo)

No me explico qué puñetas pinta un arcón congelador lleno hasta las trancas en medio de un patio infestado de gatos… no, no hay gatos, me rebaten… ahora, que hemos salido pero míralos en el murete tomando el sol y mira esas marcas de patitas y esas plumas… ah, y ese trozo de bicho muerto que no puedo ni quiero identificar junto a las cajas de servilletas…

Como tampoco entiendo que en otro sitio, aunque parezca el mismo, el arcón tiene cagadas de pájaro, del tipo CHOF (blanca-grisácea, desparramada y extendida con grumitos) sobre la tapa… claro, claro, es que arriba hay un nido… una de dos, o sacas el arcón de allí o sacas el nido…o te pateo el culo, me dan ganas de añadir como tercera opción…

O colocar el pescado directamente en la rejilla de la nevera… así tal cual me miraban unas cuantas doradas con ojos tristes… y justo debajo unos flanes… flanes al aroma de escama…

Son cosas de sentido común, no hace falta que venga la petarda de sanidad a recordártelo…

Tengo la sensación de estar siempre escribiendo y contando lo mismo…

Buen finde de motos… trataré de acabar una novela de Rosa Montero que no me acaba de enganchar… y por hoy me planto de limpieza, fregote y cocinado