lunes, 15 de abril de 2013

El cuento de la lechera

Todos, en alguno o en varios momentos de nuestra vida, nos montamos nuestro particular cuento de la lechera. Como ilusión son cojonudos y hasta entretiene montarte películas acerca de lo estupendo que nos sale el plan… casi siempre buscando el forrarse… salvo frikis como yo que se contentarían con ver su libro en una mesa de novedades de una librería… aunque no lo comprase nadie… o hacer de road manager en la gira de algún grupo… pero eso, como decía Ende, es otra historia.

Lo de hoy era un cuento de la lechera magnificado hasta límites insospechados. Lo achaco a que el chico se veía en la crisis de los cuarenta, que yo ya pensaba que no existía, y en ese replanteamiento que hacemos sobre lo que nos gusta o no nos gusta de nuestra vida y el legado filosófico o espiritual que quisiéramos dejar a nuestros hijos (que es algo que como hijos nos la puede pelar bastante)… voy tomando nota para cuando me entre la crisis esa… aunque la de este chico era fuerte… solamente faltaba filosofar si estamos solos en la galaxia o a qué huelen las nubes.

Cómo, alma de cántaro, te embarcas en una aventura mielera sin saber manejar abejas. ¿Por qué empiezas la casa por el tejado? Según él era fan de Maya, pero de allí a montarte una historia artesanal pero con aires, hay un mundo. He alucinado con sus porcentajes de venta, el precio por kilo de miel y sus ideas de venta a establecimientos de postín… si primero tienen que sobrevivir las abejas… y aprender a obtener buena miel… que la miel la harán las abejas, pero no resulta tan sencillo hacerse rico…

… Eh, que no digo que no pueda funcionar, pero yo me sentiría bastante abrumada… de todas formas siempre hay “flipados” que consiguen llevar a término sus cuentos de la lechera… al menos tiene la prudencia de no liarse la manta y volverse un Robinson Crusoe mandando del todo a tomar por saco su vida urbanita por lo bonito que es el campo… parafraseando a la mítica banda Los Berzas, aunque ellos hablan de parque…  que bonito, que bonito es el campo, que bonito es el campo, que bonito, que bonito es el campo, qué bien!

2 comentarios:

  1. Jajaa, el hombre vendiendo ya la miel sin pensar en los requisitos, autocontrol, formación,etc. que le va a pedir la petarda de sanidad.

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  2. De ilusión se vive... porque ese de la miel no creo jejeje

    Anda que no he tenido "cuentos de la lechera" luego te das cuenta de la vida real y buuff se desvanece aiiis

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