martes, 15 de enero de 2013

Todo/nada sigue igual

Cumplida la primera quincena del año y mi primera semana tras el parón navideño, aparentemente las cosas no han cambiado… aparentemente… seguimos pasando frío en el despacho, algunos con bufanda y abrigo mientras teclean en su ordenador; seguimos la inercia de las inspecciones a pesar de que seguimos recibiendo poca o ninguna instrucción, seguimos pidiendo interpretaciones e instrucciones para la aplicación de las dichosas tasas, no por gusto sino por el artículo 5 ese que dice que si no se pasan o se pasan mal la culpa y el pago corren a cuenta del mindundi que la cagó…

Aparentemente un lunes es como el lunes anterior y como el lunes que vendrá. Aparentemente las costumbres son las mismas, llegar, saludar al fondo madrugador (definitivamente este chico se debe caer de la cama), encender el ordenador y mientras se pone en marcha comprobar en tu guarriagenda lo que te queda por hacer (es un papel en sucio escrito en boli rojo para que no se gasten los azules)… Luego, sin apenas levantar la vista de tus papeles vas diciendo hola o buenos días conforme la peña pasa por el pasillo camino a sus mesas… aparentemente todo sigue en su bucle infinito… aparentemente…

Pero no es verdad, ni todo ni nada sigue igual. Hacemos inspecciones y elaboramos nuestros informes, apercibimos y levantamos actas pero no es igual… se nota desmotivación, falta de ilusión, agobio por el futuro… algunos van con el piloto automático pero a menos revoluciones de las que llevaban antes, otros van con su china-chana pero “más mate”, no sé si me explico… Hay menos risas y más apatía... hay como una mayor necesidad de silencio… no es mayor concentración sino como “recogimiento” o mejor dicho, “encogimiento”… si hasta las quejas parecen meros lamentos en vano para recordar que seguimos aquí…

No sé cuándo comenzó este punto de inflexión. Si se ha agudizado y por eso me doy cuenta o si ha sido poco a poco hasta absorbernos a todos. Aprovechando un viejo título de “Las Novias”, Todo/Nada sigue igual… aparentemente… seguimos la inercia hacia esta decadencia que nos embarga a todos y a todo… esperando que se desate la tormenta y nos cargue de nuevo de energía…

Uf, qué idas del bolo “tan trascendentales” que me dan…

2 comentarios:

  1. Curiosa coincidencia, pero yo también escribo con bolígrafo rojo en mi agenda, por no gastar los azules...

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  2. Es así como muchos nos sentimos cada mañana al ir a trabajar... "mates", sin brillo, apáticos, cansados y esperando a que nos den con la puerta en las narices cualquier mañana o nos despidan con un frío mail
    Por ahora seguimos... aparentemente. Triste pero cierto.
    Saludos

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