jueves, 17 de enero de 2013

Quiebra inminente

Hoy no sé cómo enfocar mi entrada sin que parezca que ofendo a la muy respetable profesión de cocinero. Por un lado tengo la imagen más clara de un establecimiento de hostelería en la quiebra más inminente y a su vez, como una pescadilla que se muerde la cola, tengo claro que ha sido la jeta y la chulería la que ha ayudado y mucho, a  llegar a esta situación… y conforme más jeta, más hondo es el agujero…

No se puede cobrar 20 euracos por un menú hecho a base de conservas de legumbres, tetrabricks de caldo preparado y sopa hecha con cubitos concentrados, sobres de pasta preparadas o trasvase de natillas marca DIA a un recipiente más o menos bonito… te pueden tomar el pelo un vez, pero no dos; te sale más a cuenta comer en casa aunque sea esa misma lata de lentejas o el sobre de maggi de pasta a la carbonara… o un bocata en cualquier bar, si no puedes ir a casa a comer… Yo flipaba cuando veía eso en la cocina… y es cierto, comidas precocinadas congeladas y refrigeradas así como deshidratadas de las que encuentras en cualquier super… si eso es ser cocinero… qué tristeza de instalaciones nuevas claramente sobredimensionadas para el uso que se le hace, que tienen que costar una pasta…

En la inspección de hoy las cámaras tenían una lechuga y cuatro tomates en la zona de verduras sin descontaminar (contadas, que era sencillo), un par de paquetes de macarrones de kilo y tres latas de cocido de marca blanca en la despensa junto a cinco botes de tomate frito de kilo. Un pack de seis botellas de leche desangeladas y solitarias junto a dos botellas de litro de aceite de girasol… era como si algo hubiera arrasado las cámaras, los estantes… si en el congelador la bolsa de gambas ocupaba un estante solitario sin vecinas con las que hablar….

Claro que el menú de hoy no tenía desperdicio… de primer plato cebolla un poco pochada en la que se vuelcan cuatro botes de alubias rojas ya cocidas y un par de vueltas al fuego y listo… Jolín que eso no lo hago yo ni en mi casa… cúrratelo un poco más, que se puede, de verdad, se puede cocinar rico y barato como hacen o hacían a diario nuestras madres… con semejantes manjares, ¿cómo demonios pretendes que alguien use el comedor?

Y te dice, el “cocinero” que no tiene ilusión, que la gente no valora su cocina, que se quejan de su comida… “amosnomejodas”, qué manera de faltar al respecto a tus clientes, a tus compañeros de profesión y a la hostelería en general… casi daban ganas de decirle que llamase a Chicote. Pero esto ya lo hacía cuando las cosas iban bien, así que mejor no cuente películas que ya he visto braveheart (suena borde pero tenía ganas de usar esta expresión)

Está claro que la hostelería no está para echar cohetes y que toca sobrevivir, pero no de este modo… 

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