miércoles, 5 de diciembre de 2012

Un buen compañero

Un buen compañero puede ser el que te saluda con un buenos días con una sonrisa y se despide de ti el viernes con un “que pases un buen finde”.

Un buen compañero puede ser el que te pide que le acompañes a la máquina del café o que te ofrece un caramelo, dulce o te invita un día al café porque sí, sin más.

Un buen compañero puede ser el que se ofrece a hacerte una limpieza de ordenador (es como una limpieza de aura o algo así, místico e intrigante para algunos) o que te ordena unos papeles o te hace unas fotocopias o te manda un mail con información que considera que te puede interesar sobre cosas de trabajo.

Un buen compañero puede ser alguien que te haga reír en momentos que parecen terroríficos. Un buen compañero te presta la estufa para que no te jodas de frío ahora que nos limitan tanto la calefacción.

Un buen compañero te presta el coche o te rescata en la gasolinera. Un muy buen compañero se molesta en mirarte las ruedas del coche y en decirte que debes inflarlas o incluso lo hace por ti.

Un buen compañero no te da largas cuando le pides ayuda para ir a un marrón o incluso se ofrece a acompañarte sin que le digas nada y no busca contraprestación.

Un buen compañero sabe cuándo no estás para que te toquen las narices.

Y lo más importante, un buen compañero no te deja su mierda para que apechugues con ella… eso, señor mío, es ser un rastrero…

La lástima es que se la pela y que en cambio, los “buenos” compañeros se hacen cargo de su mierda…

1 comentario:

  1. Siempre hay un cara que abusa de los buenos compañeros. Y lo tonto que te sientes.

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