martes, 23 de octubre de 2012

Reflexiones al vacío

Y seguimos censando nuevos establecimientos… creía que con el otoño acabaría esta especie de fiebre de montar negocios alimentarios intentando hacer frente a la crisis… en los nueve años y medio que llevo por Mordor, no me había encontrado jamás un incremento tan explosivo y mantenido de nuevos establecimientos. El ranking lo encabezan los bares seguidos de los despachos de pan y fruterías.

Para muchos supone una última salida, una última esperanza en la que invierten sus últimos ahorros; un esfuerzo titánico para algo que sospechan sencillo (yo ofrezco y tú compras) pero que descubren que no es tan fácil.

A unos pocos aún les ves futuro porque montan algo original o hacen “cosas ricas”. A otros, les ves un futuro que más que incierto es negro…

Pero hay cosas que no entiendo, si hay una panadería en la esquina, una pastelería enfrente y otra panadería al final de la calle, ¿por qué abren un despacho de pan entre las tres? Pero es que en la calle de atrás han puesto otro… y un poco más allá, hay otro… en un paseo de dos minutos cuento casi una docena de puntos de venta de pan…

Por más guerra de pan que quieran iniciar siempre habrá una gran superficie que hará imposible la competencia… y con lo que cuesta tener abierto un local, ¿hasta qué punto puedes bajar los precios?

No pretendo desmoralizar a nadie ni echar por tierra los sueños ni las esperanzas de algunos, pero, con la que está cayendo, ¿se han parado de verdad a sacar cuentas? En la mayor parte de los casos, no. Definitivamente, no. Tristemente, no…

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