lunes, 11 de junio de 2012

Maldita ola…

Maldita ola que nos arrastra, nos introduce en un torbellino, nos hunde y nos clava contra el fango, nos levanta para captar un suspiro de aire enrarecido y zas, al segundo, de nuevo otra voltereta, un revolcón, una aguadilla que ya pasa de broma pesada… y cuando crees que por fin alcanzas la orilla y tratas de reptar hacia ella, la resaca te envuelve y se carcajea junto a tus oídos, meciéndote cual niñera de la niña del exorcista en una cuna hecha de algas viscosas y nauseabundas… creo que tenemos esta puta ola hasta que nos coman los gusanos el coco de tal manera que nos convenzan de que todo esto es por nuestro bien…

¿Por dónde empiezo? Un fin de semana largo en casa y por todas partes parece que caminamos sobre minas…

Nos encontramos con una vieja amiga, de esas que nunca piensas cuánto hace que no has visto, porque parece siempre que fue ayer… y físicamente hacía casi tres años, pero por el feis un par de comentarios. Todavía de baja maternal y le acaban de despedir… eso sí, con la elegancia de primero ingresarle su mísera indemnización y que fuera ella la que llamase para preguntar por ese ingreso extraño de dinero.

¿Ah? ¿Es que no te lo imaginas? Te hemos despedido… devuelve el móvil de trabajo, por favor… Pues como dice ella, que se caiga por el váter y lo recojan ellos si lo quieren.

Mi “cuñao” trabajó algo más de un mes… lo justo para que se le pasaran las ganas de subirse por las paredes de tanto hacer de amito de casa… Un cachondo, le llama por teléfono para, por el módico precio de 3.500 euros hacerle una entrevista de trabajo tras hacer un curso… seguro que con ese magnífico curso le dan el trabajo… ole, ole y ole con las ofertas y entrevistas de trabajo…

Mi amigo, reciente papi, pide el traslado a otro puesto de trabajo, no para mejorar las condiciones económicas sino los horarios del curro para hacer más noches incluso y así poder apañarse con el canijo… Y se lleva la amenaza de “ojito no pidas traslados que puedes ser el número 17 de los despedidos”. A su mujer, mientras estuvo de baja antes del parto por problemas de ciática, su jefe le llevaba trabajo para que hiciera en casa… ahora, con las semanas de maternidad está esperando la llamada de que no vuelva al despacho…

Lo que ya me deja con una tremenda desazón, es que nuestro amigo “el empresario”, de esos que un día entra a un concesionario y sale con un cochazo, al día siguiente se le antoja comer en uno de esos de las estrellas michelín y que pasado no compra una botella de bulldog sino una caja completa, diga que está a dos velas y que no ha tenido trabajo desde la última vez que nos vimos… al menos parece que le trajimos suerte y ha tenido curro tres días seguidos… Si él no tiene movimiento en el negocio, ¡cómo están las cosas de jodidas!

Al menos mi rebordenca hermana pequeña ha conseguido un minijob de fin de semana hasta agosto… jejeje, vestida con zapatitos de señorita y sin vaqueros… por fin un contrato legal y para celebrar los 400 euros que va a ganar nos invitó a unas tapitas en el Marly… plasplasplas

Del sábado por la noche, no cuento nada… todavía no he llegado a la conclusión de si fuimos a ver una performance, un concierto, un teatrillo o un increíble absurdo que me dejó ojiplática media noche… de lo poco que me ha quedado claro es que no hay que fiarse de los que van de traje… porque pueden ser más raros que un perro verde… ponme delante a un blacker y sé de qué palo va, pero no me pongas a uno con chistera y a otro con chaqué porque creo que me he perdido en la boda de Alicia y seguro que aparece un gato con dientes postizos

Espero que la ola se convierta en un tsunami y barra de un plumazo toda la mierda que nos están haciendo tragar y hunda en una fosa abisal a los que se creen nuestros redentores… todo es por nuestro bien y para mejorar… pues lo que veo es que a mi alrededor todo hace agua y se va a la porra…

1 comentario:

  1. Resumo mi familia: 17 personas y solo 5 trabajan.

    Yo en el paro, mi padre en el paro, mi novio en el paro, mi madre en el paro (aunque cobra la ley de la dependencia por mis dos abuelos), de mis 7 tíos solo tres trabajan (uno agricultor, vendedor de tienda y peluquera) y de mis 6 primos solo dos trabajan (guardia civil y profesora particular).

    Y mejor no hablemos de sueldos....

    Yo soy muy pesimista y últimamente más, espero algún día poder se optimista y recuperar la ilusión que perdí por el camino.

    Besos

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