domingo, 13 de noviembre de 2011

Todo un profesional

El viernes cogí mis cachivaches de inspección y me fui a uno de los pueblos con más concentración de establecimientos de hostelería por habitante de los que tenemos. Es un pueblo pequeñospero con una riqueza arquitectónica impresionante en un enclave precioso y por ello, siempre lleno de turistas.

Que el pueblo sea bonito no debería estar reñido con un buen trato a sus turistas, pero, como aborregados hay en todas partes, es uno de los sitios en los que más expedientes abrimos por monstruosidades higiénicas, que llamarlas deficiencias sanitarias es quedarse muy corto.

Uno de los últimos lugares que abrieron ha sido el quebradero de cabeza de mi compañera así que la última vez la acompañé para apoyarla y ya de paso conocer el sitio. Es algo que hacemos: cuando una acaba hasta las narices de, más que de un sitio, de sus responsables, hacemos una visita conjunta y nos lo traspasamos. Lo mismo hacemos cuando crees que te estás volviendo muy subjetivo con algún sitio o cuando ves que por mucho que digas no hacen ya caso… es el momento de pasar el establecimiento a un compañero y ya lo retomarás más adelante.

Me presenté en el sitio, saludé con educación y dije que era de sanidad…la palabra maldita para que el señor comenzara a cagarse en mi familia sin que yo no hubiera hecho nada… pues vamos bien, pensé. No soy de las que contestan y casi parezco tonta con mis silencios, pero si de normal mi cara es seria no quiero mirarme en el espejo cuando me tocan la moral. Relájate, me dije, has venido a hacer una inspección, no a caer bien.

Le pregunté si me dejaba inspeccionar y el tipo me contestó “como si vas al váter”… Para mí fue un sí y así lo asumí.

Mediados de noviembre y hay una veintena de moscas… vale que el día está soleado pero no es normal. Se lo comento y dice que es normal porque estamos en un pueblo. Paso de razonar, lo escribo. Le pregunto si hay jabón en el dispensador y me dice que claro, que se lava las manos… Ya, voy a probarlo… no hay jabón, ni el agua caliente está enchufada. Por todas partes hay trapos negruzcos… para sacar las cosas del horno… ya veo, le digo cuando le veo limpiar un cuchillo usado con restos de cortar cebolla en uno de ellos.

Le pido que me abra los armarios refrigeradores que hay bajo la mesa de trabajo; muy bien, los huevos tienen encima un trocito de jamón cocido, un trozo de queso y un par de tomates cortados por la mitad, todo ello a pelo, sin un plastiquete o lo que sea… se lo digo mostrándole un huevo con restos de “caquita” sobre el que se apoya parte del queso. Me mira como si le hablase en chino… Le digo que considere el tirar esos productos para evitar riesgos ya que son productos que no van a cocinarse y hombre, comer con la cañita un cacho de queso con ligero toque a mierda de gallina no me parece aceptable. Buf… los aventó con un mala leche…

Seguimos con la inspección, el cubo de basura lleno de comida abierto y desparramándose el contenido por el suelo… no, no vació la bolsa, metió las manazas y apretó el contenido… y luego cerró la tapa.

Descongelando unas paletillas y unas costillas a temperatura ambiente. El exudado bañando las piezas… Otra vez parece que le hablo en chino cuando le digo que la normativa no permite la descongelación a temperatura ambiente (si ya lo pone hasta en productos congelados para usarlos en casa).

Bajo las mesas de trabajo hay sartenes en el suelo, cacerolas y bandejas para el horno. (Son cosas que no me explico, jamás se me ocurre en mi casa dejar una sartén en el suelo) Otra vez me mira cual marciana…. ¿qué hay de malo? Le contesto pidiéndole que me diga que hace con ellas cuando las coge del suelo, le digo que coja una bandeja para el horno. La coge y le digo que siga como si fuera a usarla… hace un poco de hueco apartando unos pimientos y  chof encima de la mesa de trabajo en la que está manipulando alimentos… ¿soy muy escrupulosa o no es una guarrería?

Le pregunto si controlan las temperaturas de las cámaras y me dice que todas las mañanas las mira, porque tiene invertidos en la cámara más de 20.000 euros en alimentos. Vale, me lo creo… pero entonces ¿por qué están mal? ¿Mal?, me dice con la boca abierta en una O enorme como si lo estuviera insultando. ¿Mal? Yo sé las temperaturas a las que tengo que mantener mis alimentos. Tú no eres nadie para venir aquí y decirme cómo debo llevar mi casa. Lo único que queréis es arruinar a los pobres. Soy un profesional y tú no tienes ni puta idea niñata…. y soltó un par de juramentos de esos que mi abuela cogería su muleta y te daría en el culo.

Venga, chica, me digo a mi misma en mi cabeza… respira, pasa de contestar en tonito de voz pero no te achantes… más o menos, algo así le contesté, que para impertinente yo:

“No tengo la menor duda de que sabe cocinar y hasta que cocinará rico. No obstante, si tan profesional de la cocina es, supongo que sabrá que todo lo que le he comentado viene en una norma nacional del año 2000 y que ya muchos de esos aspectos venían en una norma anterior del año 83. Importa poco las temperaturas que usted considera adecuadas si hay una norma donde vienen establecidas y usted no las cumple. Le leo las deficiencias que he encontrado:…….. Se las dejo anotadas y le apunto las referencias normativas donde vienen contempladas, si no las encuentra, si quiere, estaré encantada de hacerle una copia y hasta de explicarle lo que no entienda. Permítame recomendarle que haga un curso sobre manipulación de alimentos para que le recuerden los peligros alimentarios y le comenten la descongelación y la desinfección de vegetales por poner algún ejemplo. Espero que realice las correcciones oportunas porque algunas ya se las comentaron hace unos meses y siguen repitiéndose. Que pase un buen fin de semana.”

Todavía oí romper algo contra el suelo… a lo mejor mis modos no fueron los mejores pero ostras con el profesional..

7 comentarios:

  1. Impresentable. Parece increible pero después de todo lo que llevo leído en tu blog ya no debería ni sorprenderme.
    El sábado con mi chico protestamos porque nos dieron unas gambas que sabían a rayos y el tipo nos dijo que si nos creíamos el chef Ramsey, el de la tele y se puso a gritar para que lo oyera todo el comedor. Pedimos la cuenta con lo que ya habíamos comido y el tipo aún quería cobrarnos las gambas que no habíamos comido y lo que todavía no nos habían servido. Sacamos la cuenta de lo que habíamos comido y bebido y le dejamos el dinero.. y el tipo seguía gritando. En vez de pasar él la vergüenza, la pasamos nosotros. Desde luego que no me esperen por allí nunca más.

    ResponderEliminar
  2. Si el tío te chilla, te hace pasar vergüenza y encima no vuelves tú por allí, se habrá salido con la suya y no corregirá nada. Yo pondría una denuncia (en Sanidad, en Consumo,en Turismo, en donde sea, al final nos viene a nosotros)y así, si realmente tiene las cosas mal y no fue casualidad de un día, que le venga la multa y no se vaya de rositas. He dicho.

    ResponderEliminar
  3. Ya, si tienes razón pero en ese momento no supimos reaccionar. Si lo que queríamos era salir de allí lo más rápido posible... no veas como se puso el tipo. Guardé la cuenta así que a lo mejor me acerco por la oficina de consumidores. ¿Valdría así? Es que ir a ponerle una hoja de reclamación me da angustia.

    ResponderEliminar
  4. Yo solo digo una cosa: en España estamos acostumbrados a criticar y comentar estas cosas en "corrillos" pero no actuamos y así nos va.

    Yo soy persona "non grata" en un Carreful cercano a mi lugar de residencia y tan sólo por quejarme y defender mis derechos... lo siento por los curritos a los que hice trabajar de más porque sus responsables no quisieron dar la cara, pero creo que así la próxima vez se lo pensarán dos veces antes de chapucear según que cosas.

    Lidia, si ha sido reciente esto que cuentas yo lo denunciaría y si no, dinos el nombre del establecimiento ;-)

    ResponderEliminar
  5. Yo hice una reclamación a posteriori en un sitio y no hubo problema; si no quieres ir al lugar por no ver la cara al tipo ese, puedes ir a consumo o presentar una queja en Sanidad. Lo mejor en esos casos es pedir la hoja de reclamaciones, que lo hacemos poco y deberíamos hacer uso de esa herramienta más a menudo.

    ResponderEliminar
  6. Como te dice "la bloguera" puedes ponerla donde quieras, es lógico que no quieras verle de nuevo la cara al tipo. Y ni siquiera hace falta que tengas la cuenta, desde que aparezcan frases relativas a "falta de higiene", "sospecha de comida en mal estado", "cucarachas y otros insectos", etc. la derivan a Sanidad "a los efectos oportunos al ser objeto de su competencia" :-)

    ResponderEliminar
  7. Lo que me parece es que al final no hubo sanción tras la inspección. Creo que con lo comprobado, y además el trato, debería ser sancionado. Acuérdate para quien trabajas (aunque a veces suene muy teórico). De este tipo de gente hay unos pocos y el problema es que no les suele pasar nada y por eso se sigue repitiendo tanta guarrería y mala educación.

    ResponderEliminar