miércoles, 26 de octubre de 2011

Con el culo congelado

Me ha tocado cubrir uno de los mataderos que tenemos. Desde luego no es mi trabajo preferido ni el lugar que más me guste.

Me he levantado prontísimo para dejar preparadas unas lentejas para comer (gracias mami por regalarme la olla rápida) y cuando todavía era muy de noche, La Rubia me ha acercado a por el coche para ir al matadero… el pobre se caía de sueño, pero como se había ofrecido a llevarme…

Cuando estoy recién levantada como que no noto el frío y yo tan campante a 5ºC con manga corta y una sudadera… claro está que ahora sigo llevando las manos heladas (y el culo congelado).

Ay, cuando me han visto llegar… les he oído sus “glup” antes de bajar siquiera del coche… no tenían previsto que fuera yo. “Uf, es que a lo mejor tenemos que pedir ampliación de horario porque tenemos hoy mucho”- me dice uno dándome un taco de guías cuando he entrado tras vestirme de ese modo tan sexy que resulta el cubrecabezas, las botas y la bata… igualico, igualico que la Barbie veterinaria.

“Vamos a ver” y me he ido directa a corrales con los otros dándome todo lujo de explicaciones de por qué hoy (precisamente hoy que me toca a mí, qué mala suerte la mía) hay tanto bicho por matar…

Me he ido al despacho a poner en orden los papeles y he hecho mis cálculos… nooooooooooo hasta las cinco de la tarde si llevan el ritmo habitual… hasta las cinco sin mear (no hay baño para chicas- sí hay baño, unisex, dentro del vestuario de los matarifes y suele estar nauseabundillo al poco de comenzar la jornada, así que salvo que no puedas más, lo mejor es aguantarte o a una mala ir al bar de enfrente- pero claro no vas a salir a la calle con la ropa llena de sangruza)

Y allí estaban matando en un silencio roto únicamente por los balidos de los pobres corderitos… si casi no tienen chicha que comer… a mí me dan penilla (aunque luego asados con pataticas están de muerte- uf, me siento Hommer Simpson con Tenacitas)

Nada, que allí nadie hablaba, y estaban todo el rato pendientes de lavarse las manos, cambiar cuchillo, lavar cuchillo, lavarse las manos… me han dejado gratamente sorprendida con esa fluidez a la hora de la higiene (la anterior vez me pasé media mañana repitiendo esas cosas)… y en dos horas han matado casi lo que se hace en tres. Les digo que con ese ritmo se pude terminar casi a la hora y que como van tan rápidos, me ofrezco a sellar las canales (que mi responsabilidad es comprobar que sea legible y que se marque lo que debe) y así el último matarife puede repasar y  expurgar bien la canal y no dejarse caquitas ni pelitos ni pajitas…

Se han ido a almorzar mientras yo seguía haciendo el antemorten a los últimos bichos que habían traído. “Por favor, puntuales con el almuerzo”. Media hora han prometido y a los veinte minutos ya estaban casi listos para seguir.

Poco a poco han empezado a hablar… que pensarán que soy una tiesa o que voy toda la vida seria pero es mi cara habitual (plena relajación de los músculos faciales, de verdad)… si estos ya me tienen archiconocida la cara de mala leche…

Hasta con apagón de luz incluido (por causas ajenas al matadero) hemos acabado solamente media hora más tarde del horario.

Menos mal que estaban las lentejas hechas y que La Rubia había ido a la compra después del trabajo… parece que las manos se han ido calentando con esto del teclear pero el culo sigue congelado…

3 comentarios:

  1. ¡Yo no podría ir a un matadero ni de visita, que repelús!
    A lo mejor existen las bragas de felpa... supersexy ya del todo, jajaja!

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  2. ¿Se supone que esa Barbie con ropa ajustada, tacones y melena al viento está trabajando? será de streaper porque otra cosa...

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  3. Pues conozco a alguna por el estilo... muy cómodo eso de ir con taconazos y falda corta para encaramarse a un depósito para tomar legionella o para entrar en una cámara de congelación... algunas llevan muy al extremo eso de para estar guapa hay que sufrir...

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