miércoles, 26 de octubre de 2011

Con el culo congelado

Me ha tocado cubrir uno de los mataderos que tenemos. Desde luego no es mi trabajo preferido ni el lugar que más me guste.

Me he levantado prontísimo para dejar preparadas unas lentejas para comer (gracias mami por regalarme la olla rápida) y cuando todavía era muy de noche, La Rubia me ha acercado a por el coche para ir al matadero… el pobre se caía de sueño, pero como se había ofrecido a llevarme…

Cuando estoy recién levantada como que no noto el frío y yo tan campante a 5ºC con manga corta y una sudadera… claro está que ahora sigo llevando las manos heladas (y el culo congelado).

Ay, cuando me han visto llegar… les he oído sus “glup” antes de bajar siquiera del coche… no tenían previsto que fuera yo. “Uf, es que a lo mejor tenemos que pedir ampliación de horario porque tenemos hoy mucho”- me dice uno dándome un taco de guías cuando he entrado tras vestirme de ese modo tan sexy que resulta el cubrecabezas, las botas y la bata… igualico, igualico que la Barbie veterinaria.

“Vamos a ver” y me he ido directa a corrales con los otros dándome todo lujo de explicaciones de por qué hoy (precisamente hoy que me toca a mí, qué mala suerte la mía) hay tanto bicho por matar…

Me he ido al despacho a poner en orden los papeles y he hecho mis cálculos… nooooooooooo hasta las cinco de la tarde si llevan el ritmo habitual… hasta las cinco sin mear (no hay baño para chicas- sí hay baño, unisex, dentro del vestuario de los matarifes y suele estar nauseabundillo al poco de comenzar la jornada, así que salvo que no puedas más, lo mejor es aguantarte o a una mala ir al bar de enfrente- pero claro no vas a salir a la calle con la ropa llena de sangruza)

Y allí estaban matando en un silencio roto únicamente por los balidos de los pobres corderitos… si casi no tienen chicha que comer… a mí me dan penilla (aunque luego asados con pataticas están de muerte- uf, me siento Hommer Simpson con Tenacitas)

Nada, que allí nadie hablaba, y estaban todo el rato pendientes de lavarse las manos, cambiar cuchillo, lavar cuchillo, lavarse las manos… me han dejado gratamente sorprendida con esa fluidez a la hora de la higiene (la anterior vez me pasé media mañana repitiendo esas cosas)… y en dos horas han matado casi lo que se hace en tres. Les digo que con ese ritmo se pude terminar casi a la hora y que como van tan rápidos, me ofrezco a sellar las canales (que mi responsabilidad es comprobar que sea legible y que se marque lo que debe) y así el último matarife puede repasar y  expurgar bien la canal y no dejarse caquitas ni pelitos ni pajitas…

Se han ido a almorzar mientras yo seguía haciendo el antemorten a los últimos bichos que habían traído. “Por favor, puntuales con el almuerzo”. Media hora han prometido y a los veinte minutos ya estaban casi listos para seguir.

Poco a poco han empezado a hablar… que pensarán que soy una tiesa o que voy toda la vida seria pero es mi cara habitual (plena relajación de los músculos faciales, de verdad)… si estos ya me tienen archiconocida la cara de mala leche…

Hasta con apagón de luz incluido (por causas ajenas al matadero) hemos acabado solamente media hora más tarde del horario.

Menos mal que estaban las lentejas hechas y que La Rubia había ido a la compra después del trabajo… parece que las manos se han ido calentando con esto del teclear pero el culo sigue congelado…

martes, 25 de octubre de 2011

Por favor, no maten al recadero

Creo que ya he dicho alguna vez que no me gustan las reuniones… sobretodo en las que me toca moderar y exponer las, en ocasiones absurdas, instrucciones que se les ocurre a algunos que viven en sus despachos de PinyPon.

Menudo guirigay que se ha montado esta mañana… todos gritando y quejándose… “esto es inconcebible”, “menuda mierda”, “yo no pienso dictaminar nada”, “que lo hagan ellos que parece que tienen tiempo para tontadas”, “piensan con el culo”… y la verdad es que tienen razón, pero que no me chillen a mí que yo me limito a pedirles sus opiniones y consideraciones para remitírselas a los jefes…

Les decía, me parece muy bien, yo también opino que estas instrucciones son una mierda y que se aburrían mucho y deciden tocarnos las narices, pero, vamos a ponerlo un poco bonito porque escribir mierda en un informe no me parece lo adecuado.

“Pues ponlo bonito pero yo escribiría mierda en letras Arial del tamaño 40”. ¿Qué hago, le pongo unas filigranas a modo de marco? (No pongo foto, os hacéis una idea)

De verdad que acabo agotada de tanto hablar, de tanto pedir que no se exalten tanto que yo soy la recadera y de tomar notas al vuelo de todo lo que dicen… nada que me toca ponerlo bonito pero dejar claro que es una mierda, si eso es posible…

A todo esto, son unas instrucciones para la confección de unos informes que no tienen ni pies ni cabeza porque no quieren que informemos del estado higiénico sanitario de los sitios que es de lo poco que podemos saber… no… quieren saber si el terreno es rústico, si la parcela es urbana o industrial… jarlll? y yo qué sé, que se lo pregunten al ayuntamiento o al catastro… Y sobre residuos, ¿la serrería produce residuos que deban gestionarse de alguna manera en particular? ¿son asimilables a los urbanos? ¿una peluquería debe realizar alguna gestión de sus aguas? (a lo mejor la de la foto sí)  pero, qué nos están pidiendo, y nosotros qué demonios sabemos…

Nada, que han decidido que cuando no saben a quién encargarle un informe, se lo piden a los sanitarios locales… eso sí, firmando un favorable o un desfavorable sobre algo que no tenemos ni pajolera… una tintorería, ¿de verdad que tengo que ir a verla? Si, veo abrigos, vestidos, mantas, esto parece una lavadora y eso una plancha… Va a ser entretenido… vamos, tan guay como aguantar a un niño que está aprendiendo a tocar el violín…

lunes, 24 de octubre de 2011

Ráfagas al cielo

En mi casa las carreras de motos se han visto de siempre... cuando la crisis de los cuarenta de mi padre estuvo tentado a comprarse una motazo y anduvo de probatinas con alguna tan enorme que para subirme en ella casi me tenían que aupar (recuerdo una tarde que me llevó campo a través con una moto de esas del ruido infernal y atravesamos un riachuelo... obviamente hubo que mentir a mi madre por el estado de mis pantalones y zapatos mojadísimos).

En mi casa son pro-Lorenzo y para llevarles la contraria soy de Pedrosa. Donde no hay dudas es en considerar a Rossi un genio aunque anuncie la Nutella (somos más de Nocilla) y ahora no gane carreras.

No era nuestro preferido y a menudo nos tocaba las narices. Le llamábamos Limoncheli y actor secundario Bob y más de una vez despotricamos contra él por algún adelantamiento imposible que mandaba por los suelos a otro piloto. No hay duda de que ponía emoción y adrenalina a la carrera.


Echaremos de menos la emoción de ver sus curvas encontrando huecos imposibles y seguiremos preguntándonos cómo metía esa melena de león en un casco.

Espero que se monte unas bonitas carreras con Tomizawa. A pesar de no tener moto, allá van mis ráfagas al cielo.

viernes, 21 de octubre de 2011

Otoñalia ha llegado…

Hace un par de años decías que llegaba Invernalia y la gente te miraba como diciendo, ¿esta tía está tonta o que?… lo que hace una serie de tv basada en unos libros… Pues para mí, está llegando otoñalia… y eso significa recoger y limpiar temprano para tener una horita y pico de sillón y libro…

Mi última adquisición (gracias a la tarjeta regalo de mi suegra):

Como parece, trata de la historia de la ciudad contada a partir de la vida de varias generaciones de una serie de familias, desde 1648 hasta la actualidad… es que tenía buena pinta… ya contaré qué tal, pero pretendo que sea la lectura para la semana que viene, que tengo otra novela a medias.

De todas formas últimamente no acierto con algunos libros que he comprado y el peor libro que he leído en años ha sido este otro:

Todos y cada uno de los topicazos de una mala peli de terror adolescente salen en él… empezando por la pobre muchacha que su padre abandonó a la familia y la madre se suicidó a continuación, y acabó con una tía severa, fría y despiadada que la mandó a un internado donde le hicieron la vida imposible… siguiendo por la otra que se escapó de casa con su hermana cuando el padre abusó de la otra y ahora está muda y traumatizada y solamente abraza a un chucho que encontró en la calle… y acabando con el tipo al que su mujer lo ha dejado, que le da al alcohol, que el trabajo le va como el culo porque tiene una mala leche que no le aguanta ni su padre que se ve inmerso en una aventura con cementerio incluido, objeto con clave secreta y como no, con un contacto misterioso que le llama por teléfono y con los malos malosos tras su pista…

Horrible, de verdad, que no había por donde cogerlo y me costó acabarlo un dolor, porque prefería ponerme a planchar (y no me gusta planchar)… predecible hasta para Aramis Fuster… vamos que “Scary Movie 135” será mejor. Sin querer ser mala (bueno, un poco) lo mejor del libro es la portada. Creo que acabará como una donación, no sé si en la estantería de casa de mis padres donde duermen los días los libros horribles comprados por la familia (que luego mi madre lleva a mercadillos benéficos) o a la biblioteca pública de Mordor, porque no es un libro a liberar en la calle para que otro lo lea…

jueves, 20 de octubre de 2011

No me he olvidado del blog…

Hace un momento me preguntaba La Rubia que cuánto tiempo llevaba sin escribir aquí… no es que sigamos de vacaciones infinitas pero entre pitos y flautas la readaptación a Mordor está costando un poco… será que cada vez soy más vieja…

Cada día recibimos a más gente en el despacho... Hoy ha venido hasta un señor de una marca archiconocida de snacks y aperitivos varios, por un problemilla de trazabilidad que teníamos con un almacén que distribuye esa marca por la provincia… hablaba superalto y superfuerte… uf, demasiado alto y sin dejar meter baza y venga a repetir tu nombre una y otra vez… era un auténtico trajeado de esos de los que he hablado alguna vez aunque fuera camuflado de sport.

Me ha parecido que venía en plan un poco agresivo porque al almacén le habíamos dado un plazo para que dispusiera de un sistema de trazabilidad, me da igual si rudimentario o moderno pero que pudiera llegar a decir “he llevado x onduladas en paquete de 125 gramos a tal, a cual y a Pascual”. Mientras funcione me da igual la forma y como lo gestionen…

Creo que hemos reconducido bien la situación sin alterarnos porque hablase tan alto y tan vehemente… hasta ha llegado a bajar un punto el volumen de voz. Ha expuesto sus argumentos, le hemos rebatido con nuestras observaciones en el almacén y ahhhh, se ha abierto una ventana de entendimiento (uf, que cursi, pero lo dejo)…

Ya tendremos tiempo de ver si lo que nos ha vendido se cumple porque mucho habla de lectores de barras y conexiones a un ordenador central y eso por ahora no lo hemos visto en el almacén… al menos han dejado un documento explicando la forma y la gestión y ya será ver como le funciona al almacén.

Por lo demás, como siempre… marroncillos cojonudos como encontrarnos que del matadero un listo recoge la sangre que se cuece y gestiona para que se lo lleven los de los subproductos para destruir y la vende a las carnicerías, sí señor…. mejor no cuento como se recoge y de dónde se recoge esa sangre ni  dónde ni cómo la cuecen y dónde se deja después, que hasta a mí, gore por naturaleza, se me revuelven las tripas al pensarlo… como siempre esas cosas te las encuentras cuando menos esperas y ni imaginas que se pudiera tener tan pocos escrúpulos y ser tan guarro…

lunes, 10 de octubre de 2011

Paseando por Mordor

Tener perro hace que debas pasearte por Mordor y aledaños quieras o no. Y siempre me vienen las dos mismas cosas a la cabeza: la primera, ponerme a jugar a los Sims pero en el modo de construcción de casas y la segunda, recordar para el siguiente paseo el coger la cámara de fotos para dejar constancia de los kilos y kilos de basura que hay por las calles y las cosas tan inverosímiles que te puedes encontrar.

P9190015

Luego me controlo y paso de encender el ordenador para jugar a los Sims… es ver tanta casa a medio hacer, lo que importa no es que sea grande no, lo siguiente, gigante y si está con el ladrillo a la vista o a medio enlucir no interesa… aquí la gente lo que ve es el tamaño de la casa y a más habitaciones mejor, aunque no las emplees… yo es ver esas casonas y directamente pensar en las horas que necesitaría para limpiarlas.

Cuando llegué aquí no había nada para alquilar; el boom de la construcción todavía no había llegado y los profes del instituto acaparaban todo el alquiler. Lo único que pude encontrar fue un piso de más de 300 metros cuadrados sin amueblar… obviamente hubo habitaciones que ni use y compré lo mínimo imprescindible así que todo era eco y minimalismo. Tuve una habitación ocupada únicamente con un puzzle de esos de 10.000 piezas, con un tablero sobre unos caballetes. Y qué frío, madre mía, jamás había pasado tanto frío dentro de una casa… y eso que era un piso pequeño, decían…

Todo es cemento y cemento, ocupar todo el terreno con edificación y no dejar ni un macetero o un pequeño trozo de jardín… son bien poquitas casas las que tienen un rosal o un arbolito… todo es gris y más gris, salvo que lo pinten de rojo o verde con las resinas epoxídicas esas.

En cuanto a la basura… ¿qué voy a decir? Si hasta me he encontrado una pantalla de ordenador en un sembrado… a lo mejor esperaban que salieran pantallitas… y jo, aunque sea un pueblo, qué menos que recoger las cacas de tus perros, pero no, aquí somos tres los que salimos con los chuchos armados con bolsas de plástico… y algunos hasta te llaman la atención… ¿es que no han visto como nada este pueblo en mierda? Llevo más de un mes viendo unos cristales en un parque, y hoy seguían allí, al igual que continúa desde hace un par de años una puerta de hierro que el vecino de la calle perpendicular tiró en un solar cuando se puso puerta nueva en su casa…

P9190016

Yo flipo y me siento impotente cuando veo que la gente tira la bolsa de basura por encima de la tapia cuando el contenedor está al doblar la esquina… o como esta mañana, cuando sacaba el perro, el señor meando en medio de la calle… macho, que si tienes un apretón métete en el bar de enfrente, que estaba abierto y lo tienes a 10 metros, que de verdad, era cruzar a la acera de enfrente.

P9190012

Mucho contenedorcito de reciclaje y para qué… lo más asqueroso es el contenedor para la recogida de aceite de fritura usado… alrededor de él y si la calle es bajada, a lo largo de toda la calle, los churretones grasientos con olor a calamares resultan de lo más nauseabundo y perduran por los siglos de los siglos… y crucemos los dedos para que los niñatos no lo vuelquen como ya han hecho otras veces.

P9190017

A veces, en las conversaciones que tenemos con otra gente, en su mayoría forasteros como nosotros, sale a relucir la suciedad del pueblo y todos coincidimos en que es el sitio más sucio que hemos visto nunca…

P9190013

Al final, no he podido resistirlo y tras escribir esta entrada la he guardado en borradores, he agarrado la cámara de fotos y he dado un corto paseo.

P9190020

Ya podría estar el ojo de Sauron y que fuera un laser que fulminara el manto de mierda que cubre a todo Mordor o que añadan a los estratos del suelo una nueva capa por encima del humus, la “basurus”.

viernes, 7 de octubre de 2011

Viernes… al fin… aunque sea en Mordor

La Rubia tiene guardia el fin de semana, así que por más que diga que el viernes por la tarde es su día favorito de la semana… mañana le toca madrugar y largarse al juzgado (dice viernes por la tarde aunque sean las siete de la mañana, es la cantinela de todos los viernes y eso que esta semana, según él, ha vivido dos jueves, uno por saltarse el miércoles y pensar que era jueves y otro, el jueves real- si es que ya está mayor y olvidadizo).

No vamos estupendos de vacaciones así que nada de ir a Zaragoza aunque empiecen las fiestas… bastante que podemos hacer puente jueves y viernes y pasar mi cumpleaños en familia (con comidica rica de mami y tarta de Melba, una pastelería que me encanta)… madre, qué vieja me estoy volviendo… pero sin una cana (seguro que un día me despierto y me han salido tropecientas)… lo que llevo es una contractura monumental por nervios- no ocasionados por curro ni por deporte- por una puñetera teja… que descubrí que estaba suelta, con riesgo a caerse sobre la entrada de casa y que no había manera de encontrar a nadie que la quisiera fijar… y cuando alguien se presta, al final nunca aparece y cuando lo hace no te queda claro lo que va a cobrar… pero estábamos vendidos, ni seguro de casa, ni el constructor y su panda de albañiles que no pusieron bien las tejas al hacer la obra- así que ya me pensaba que iba a cobrar una pasta por poner al final dos tejas, pero como se necesitaba una plataforma para llegar al tejado… que digo yo, esto de los seguros de hogar es un tongo total, no cubre nada de nada… y tú como una tonta, a pagar por nada…

Al menos aunque han venido cuando les ha dado la gana, han hecho la reparación por un módico precio… así que ya puedo dejar de cruzar los dedos para que no llueva en Mordor… ahora como si caen chuzos, mientras sea aquí y no cuando vaya a Zaragoza.

Si es que soy de nervios ridículos, y aunque me doy cuenta de mi tontería, no puedo remediarlo… como dice La Rubia, que en esto coincide con mi madre, el día que tenga algo importante, ¿qué pasará?… sencillo, que necesitaré un baño urgente…

Voy a aprovechar para ponerme al día con el curso de inglés, que la semana que viene no pienso hacer un ejercicio ni medio y esta noche me liaré a hacer una pizza casera (después ya le pediré a La Rubia que me masajee un poco la espalda como pago, jejejeje)

Buen finde… a lo mejor comento algún libro… se me está ocurriendo hacer la lista con los peores libros que han caído en mis manos, sin ir más lejos uno que compré de oferta en esas mesas que pone El Corte Inglés a 4,95€… a veces encuentras cosas aceptables, pero esta vez, parece que me he lucido con mis elecciones…

jueves, 6 de octubre de 2011

Mordor es especial

Estaba de inspección cuando me han avisado que había alguien por el despacho que solamente quería que le atendiera yo. Como estaba por Mordor he dicho que en cuanto acabase iría por la oficina, aunque si era posible que al menos dijera quién es y para qué va, no vaya a ser que no sea yo quien deba atenderle. Lo único que he obtenido: mujer de unos cuarenta y tantos y antipática… con esa descripción como para hacerme una idea…

Acabo mi inspección y me voy hacia la oficina. Mientras subo las escaleras me llama uno de los veterinarios que se encuentran fuera de la cabecera de la comarca y me dice que tiene un hombre que quiere presentar una denuncia acerca de una panadería. Le digo que se la presente por escrito, que le preste papel y boli o incluso que le ayude a redactarla si ve que va apurado en cuanto a lo de escribir (no sería la primera vez que nos encontramos a alguien que apenas sabe leer y escribir y que pone como excusa que no lleva las gafas o que tiene muy mala letra) y me la mande por fax.

Entro a nuestro pasillo y la auxiliar me hace gestos de que en mi despacho hay alguien y que parece echa una furia y justo…

… “Quiero poner una denuncia, me dice sin saludar y sin darme tiempo a cruzar la puerta… quiero denunciar a un bar”. Le cuento que tiene que ser por escrito y que lo escriba ella aunque sea allí mismo. Mientras le hago hueco entre mis almenas de papeles para que redacte el asunto apoyada en la mesa, me llega el fax del otro. Y…

TACHAN- TATATATA- TACHAN!!!!!!

Exactamente, denuncias cruzadas… No le he dicho nada a la otra mientras leía el fax pero ya me he puesto a buscar los expedientes de los dos en el ordenador… ninguno de los dos son lugares especialmente ejemplares, casi al contrario y casualmente el domicilio social es común… Coño, ¡que son hermanos!

En el fax, el uno denunciaba a la otra porque se ha enterado de que en la panadería va a abrir un bar y la otra denuncia al del bar porque vende pan… Que fíjese usted que ya han abierto un despacho de pan en el pueblo y que le hace la competencia y que el otro hace masas congeladas para el bar pero que si alguien va y pide pan, le vende pan… que si patatín, que si patatán… le registro la denuncia, le doy una copia y le digo que se la pasaré a quien corresponda. Cuando se levanta no he podido aguantarlo y le he preguntado si iba a abrir un bar en el mismo local que el obrador de panadería.

Cual fantasma… “esto… lo estoy pensando… sería una especie de cafetería y venta de bocadillos y pizzas….”

Muy bien, le digo, pues toma un impreso para que comuniques lo que vas a hacer antes de ponerlo en marcha y además declaras que vas a cumplir con los requisitos establecidos por la legislación en cuanto a instalaciones, manipulaciones y esas cosas… Si quieres, puedes rellenarlo aquí mismo y me lo presentas… así agilizamos trámites y vamos a hacerte una inspección. “No, no, me lo llevo que tengo prisa”.

Me llama el otro veterinario: “Jo, el del bar ha denunciado a su hermana”. Y yo, pues la hermana al hermano… Nada que la semana que viene inspección a los dos y listo…

Si es que Mordor y sus alrededores son peculiares…

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Otoño?

Seguro que por hablar se va a jorobar pero no parece que sea otoño… hace mejores tardes que lo usual en Mordor durante agosto y varias terrazas siguen con sus sombrillas a la espera de clientes. Obviamente los seteros (me refiero a los aficionados a la micología) andan cabreados porque ni una seta van a coger este otoño como siga así.

No problem… en cuanto me vaya a Zaragoza, por “la Pilarica”, se jodió el invento y vendrán vientos racheados, lluvia a cántaros y un frío de narices.

Con el inicio de curso vuelvo a mis actividades extraescolares a las que he añadido el Padel. Aunque suena de pijos es que no tengo mucha más elección;  Padel, Judo o Muay Thai o como se diga, y la verdad es que no me veo dando tortas como panes y mucho menos recibiéndolas…

Así que padel y yoga, una a continuación de otra… me va a tocar ir en coche para llegar a tiempo a yoga… con lo poco que me gusta coger el coche para moverme por Mordor, donde la gente acostumbra a cogerlo hasta para doblar la esquina y aparcar a 200 metros de su casa. Es necesidad, me digo, no quiere decir que me esté adaptando al modo de vida mordiano (¿o será mordiense?)

En cuanto al trabajo, tengo que leer un montón de documentación que me han enviado… esto es como empezar el cole… y hoy ha sido un día tirando a bueno, en el que hasta me ha besado una carnicera cuando he ido de inspección… aunque en otro sitio casi les ha dado un patatús cuando me han visto llegar.

En la carnicería, lo que le he recalcado como importante a corregir era la temperatura de la vitrina en la que había carne picada, que por el aspecto era reciente y que por la cantidad era para vender en el día… tenía un par de cosillas más pero más por despiste que por otra cosa. De paso, como he visto la cortadora y la sierra ultralimpias también se lo he indicado y hasta que el cubo de desperdicios estaba inmaculado externamente (no lo he puesto así escrito, un poco más controlado para no parecer que ya desvarío). Ya que le digo lo que veo mal, no está de más decirle lo que ves bien, que esfuerzo también le cuesta…. eso sí, de clientela más bien poquita y cada vez que voy le veo que tiene la carnicería con menos variedad, menos cosas en los estantes… y más cartelitos de oferta. Me decía que en un pueblo que no llega a 400 habitantes tres carnicerías parecen demasiadas y en estos momentos la historia es mantenerse y aguantar porque si ya nos quitamos de comer… y la verdad, tras seis años que hace que cogió el traspaso de la carnicería es ahora cuando ya nos entendemos y hablamos con franqueza en las inspecciones, aunque para llegar a esto tuvimos nuestras disputas con inmovilizaciones incluidas y lamentaría que tras tanto esfuerzo echara la persiana.

Para acabar, un libro… curioso… “Los recolectores de suicidas”… está de moda lo apocalíptico y la historia es un poco de eso… la gente se suicida y unos tipos raros recogen los cuerpos y se los llevan ¿a dónde? ¿por qué? ¿para qué? El final es como un final de esos que parecen un pegote porque no se les ocurría como acabar, pero la verdad es que el resto del libro era entretenido, sin más trascendencia…

lunes, 3 de octubre de 2011

De reparto y otras historias

Con la marcha de uno de los compañeros toca pensar en la reasignación de establecimientos ya que es harto improbable que cubran esa plaza en tanto en cuanto siga esta situación económica… con lo cual, ya la damos por prácticamente amortizada.

Como siempre los repartos no son a gusto de nadie. Que si yo no he hecho nunca bodegas, que a mí no me pongas una carnicería más, que eso está muy lejos, que nunca he ido por esa zona y no la conozco…

Es un follón y no se llega a un acuerdo que satisfaga a nadie. Aunque como siempre, los que menos se quejan son los que más curran y no por eso se van a llevar más reparto.

No será por opciones, desde no asignar establecimientos a nadie y establecer una programación semanal que se reparta entre todos a asignar establecimientos en lotes a sorteo, pasando por el pito pito a reestructurar por completo la distribución del censo. El problema de la primera opción es la falta de seguimiento de actuaciones y el no entender lo que el inspector anterior ha querido indicar y lo principal, la falta de un criterio homogéneo en la hora de inspeccionar… y eso que algunos parecemos cortados por el mismo patrón…

Nada, que una mierda y un follón y al final que lo que la jefa mindundi diga… pues nada, seguiremos con los pensamientos y jugando al reparto y que se queje el que quiera… Y toquemos madera para que no tengamos que repartirnos el curro del último interino que nos queda, que entonces las rutas de coche van a ser maratonianas.

Cambiando de tema, pero no menos escabroso… yo pensaba que la gente tenía más que asumido que los suelos de un bar, sobretodo la zona de la barra y la cocina se limpiaban a diario… aunque haya alguna papelera en la barra, siempre hay papeles de azucarillos por el suelo, alguna servilleta, migas del bocata, huesos de aceitunas… vale, no se ven colillas pero el suelo, sobretodo tras las cañas desde luego limpio no se ve. Y lo mismo en una cocina, que si algo que escurre, que si restos de migas, que si ahora se pisa algo mojado y quedan manchurrones negros…

Lo habitual es ver que tanto la zona de barra y mesas como la cocina se barren y friegan al menos una vez al día cuando no son dos y tres veces… ya… lo habitual y deseable… ja-ja-ja… Como si hablara en algún idioma extraterrestre, ¿todos los días? si está limpio… pero lo que tú digas (y estamos hablando de un bar con servicio de comidas y cenas integrado en una de las pocas industrias grandes que quedan por aquí, con turno de noche incluido)… Y se pone con un mocho de fregona renegrido a extender un agua sucia de fregar sin haber pasado un cepillo antes, dispersando los tropezones del suelo a lo largo y ancho del local. Pasmadita me he…