miércoles, 28 de septiembre de 2011

De investigación diarreica

Como siempre somos los últimos en enterarnos… Llaman al móvil y es el jefe de sección que me cuenta que extraoficialmente parece que hay una intoxicación alimentaria entre los asistentes a un banquete y que la causante parece ser una salmonella tal como han encontrado en unos coprocultivos de las personas ingresadas en el hospital. Supuestamente es en un salón de bodas que inspeccioné hace quince días. Lo alucinante es que hace diez días del banquete… y a estas alturas ¿qué puedo encontrar?

La cocina limpia, no perfecta pero sin restos antiguos, sin desperfectos donde formarse biofilms y para colmo deficiencias detectadas en la inspección de hace dos semanas las han reparado.

Comidas testigo… pues las de cuatro días para atrás… todas identificadas, fechadas y organizadas en un armario congelador que únicamente se utiliza para este fin. ¿Guardaron las del banquete? Supongo que sí pero ya las tiraron hace seis días y viendo que en la inspección anterior mantenían el mismo sistema no tengo por qué pensar que no. De hecho tienen un registro del menú, que me fotocopian.

Inspección a modo de interrogatorio: a la pregunta de cuántos comensales me contesta que x. Preguntado al titular del establecimiento sobre la preparación de los platos del menú y su momento de preparación en relación con el servicio del banquete nos indica que y bla, y bla y bla y bla…

Nada, que salvo la pasta de croquetas que hacen un par de días antes, lo demás se prepara con pocas horas y además todo sufre o bien un horneado o una fritura con lo cual la única duda puede ser la tarta pero que no hacen allí… eso sí, que ya todo es un tongo y muchas cosas ya vienen de industrias de comidas preparadas congeladas y tú, tonta, pensando que todo lo hecho en un salón de bodas es casero… boba…

Seguimos las pesquisas  preguntando y preguntando y toma, resulta que todos los afectados son del mismo pueblo y para colmo hay afectados que no han ido a la boda…

¿Estará el origen en el pueblo? A lo mejor el origen es alguien que fue al banquete y ha ido contagiando a las personas de su alrededor… ¿será el agua del pueblo? ¿Quizás será que eran fiestas en el pueblo y todos comieron en el mismo chiringuito la noche de antes? ¿Serán los hielitos del cubata? ¿Quizás fueron todos a la chorizada?

Menuda tormenta de ideas que se nos ha ocurrido en un ratico… Pero bueno que eso es cosa de epidemiología y ellos sabrán… de todas formas todo ha sido extraoficial así que en realidad ¿intoxicación alimentaria? Algo cuentan y se rumorea pero no sé nada de nada… salvo que la probabilidad de que haya sido en el convite es casi nula… me tiro más por las fiestas patronales.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Saltad, saltad… cabritos y allí os rompáis la crisma

Todos los títulos que se me ocurren son horrorosos, así que tras desechar putos adolescentes, mecagüen los niñatos de la eso, salta sobre tu orco padre, saltad-saltad cabritos me ha parecido el menos malo.

Con la mañana puta que presagiaba, toma, jódete y baila (lo siento también pero hoy me sale la vena faltona y malhablada)… llego pronto para salir pitando entre una niebla de la porra y chof, algo así me encuentro:

No me ha dado tiempo a hacer fotos pero ésta es casi clavada, salvo que el coche todavía tenía cristal. Hundido por completo y por dentro casi me doy con la cabeza en lo abollado.¿Y cómo? Pura teoría pero parece que, vistos los indicios, los niñatos subieron por el todoterreno que estaba aparcado al lado (con el capó hundido también) y desde el techo, que también tiene algún bollo se tiraban o saltaban sobre el coche que suelo conducir… ole con el entretenimiento de los adolescentes… si quieren saltar que se tiren por la ventana sobre el coche de su padre…

Miro el resto de coches y parece que no hay más destrozo y de allí al cuartelillo a poner la cuarta denuncia… y eso, que lo flipante es que aparcamos en el interior del recinto del centro de salud y que a dos metros hay casas… pero nadie ha visto nada.

Tres cuartos de hora para poner una denuncia que no sirve para nada y ya son tres cuartos de hora perdidos… vete a hacer la inspección postmortem de las reses del festejo taurino del domingo y como no, algo ha pasado con los papeles y hay incidencias de los inspectores de plaza y falta documentación… a perder más tiempo escribiendo y pidiendo los papelotes.

Ahora, a perderse por la sierra… como la antena del coche la robaron y la sustituta también, o me llevo un cd o conduzco en mis pensamientos y con la niebla que había, casi mejor cd… las diez de la mañana y parece que conduzco entre la nada, ya no me sorprendería si sale la chica de la curva. La chica no, un pedazo san bernardo caminando por medio de una carretera. Todo pachón se para en mitad (es una carretera sin marcas de carril ni arcenes) y ale, a parar… sin peligro de que nadie te dé un golpe porque vas sola durante 70 Km… y el chucho tan campante guau, guau, pasando del pito… Venga bonito, le decía por la ventanilla, vete a tu casa…

Y el otro, viejo superviejo con andares a lo Fraga empieza a andar, llega hasta el coche, levanta la pata, se mea en la rueda y se mete por el bosque. ¡Qué cabrón!

A todo esto, la niebla quedaba genial, con el sol intentando traspasarla, hilachos de bruma que parecían ser sólidos, las sombras de los pinos y la carretera angosta y serpenteante, siempre hacia arriba, subiendo y subiendo hasta de repente, zas, encontrarte un sol deslumbrante… con los Opeth sonando, parecía que estabas en algún bosque escandinavo.

Al menos el paisaje hace que se te pase un poco la mala leche pero no te puedes descuidar que la carretera es un asco y empieza el descenso… de nuevo inmersión en la niebla… y así toda la mañana, sierra arriba, cuesta abajo, curva y recurva, desvío y cambio de carretera, para llegar a pueblos que no llegan al centenar de habitantes… en uno solamente he visto gatos merodeando por las calles, parecía el pueblo fantasma hasta que ha aparecido un señor mayor no, lo siguiente, que me ha dado un poco de conversación mientras tomaba las muestras de agua y hacía mediciones.

El regreso ya ha sido con sol tras cinco horas de carretera-pueblo-fuente/casa particular/ayuntamiento-carretera-pueblo… lo que pesaban las neveras cuando he llegado a descargarlas.

Un pis corriendo que mi vejiga ya no aguantaba y a mirar la carga para una exportación… ya se iban a comer cuando he llegado. Menos mal que siempre tienen todo listo y preparado y es llegar, ver y emitir el certificado.

Por fin llego al despacho. Ni encender el ordenador ni ver el correo que ha llegado que me han apilado sobre la mesa… directa a la botella de agua con una sed terrible… Cierro y salgo… ya no me acordaba de lo del coche pero a plena luz del día aún parece más gordo el destrozo, es como llevar una bañera incrustada en el techo. ¡Qué hijos de su madre! Me toca buscar un taller que quiera arreglarlo sin saber si cobrará en un mes, en dos o en diez…

Hay veces que deseo que “el inminente holocausto zombie” llegue ya y que estos gilis no dejen huella genómica de su paso por este mundo… porque hoy es un coche pero mañana se cargan esos bosques en los que me he perdido hoy.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Cada palo que aguante su vela

[Según el refranero que cada palo aguante su vela es un refrán marinero referido a los palos que sostienen las velas de las embarcaciones que han de resistir los envites del viento sin ayuda. Quiere decir que cada uno ha de asumir sus propias responsabilidades, soportar las consecuencias de los propios actos y resistir los embates de la realidad, sin apoyarse o escudarse en los demás.]

Esta semana ha sido bastante asquerosita, laboralmente hablando y ha acabado con inmovilización incluida… y la que viene empieza a lo bestia así que ya he metido en el maletero del coche la pértiga y linterna para coger aguas de depósitos (que ya veremos cómo me las compongo para llegar al agua sin caerme dentro de alguno), la bata y los cuños para la inspección de unas carnes de lidia, botecicos y botecicos para coger aguas de abastecimientos (éstas en grifos normales) y los impresos de certificación de exportaciones porque me toca revisar unas cargas… nada, que he tenido que pedir permiso para poder coger el coche antes de la hora autorizada porque no me da tiempo a llegar a la hora que el conductor viene a buscar las muestras… ah, y si da tiempo después, me toca hacer esa cosa “tan bonita” que es comprobar las alegaciones ante la apertura de un expediente… así que solamente pensar en el lunes ya me agota… pero no me quejo viendo cómo está el panorama.

Ahora mirando el mail me encuentro algún comentario sobre que los inspectores no dejamos  trabajar y que no tenemos ni pajolera idea de en qué condiciones se trabaja… bueno, es un punto de vista del cual difiero, pero es una opinión respetable.

En cuanto a que no tenemos ni pajolera idea…  pues creo que sí tenemos cierta idea,  pero vamos, que todos trabajamos en condiciones a veces horribles, véase matarifes y veterinarios de matadero  a 2 ºC a las seis de la mañana  por ejemplo, con las botas mojadas, las manos heladas… sangrando ovejas a 40 ºC a la sombra llena de pulgas, obradores de pan a 45ºC o más, cocinas de restaurantes en verano que parecen saunas, pasando la mañana metiendo la mano y el brazo en el culo de un montón de vacas… el minero que baja y baja a un pozo sin fondo del cual a lo mejor no sale, el que vendimia de sol a sol, la chica que prepara trozos de cadáveres para las prácticas de medicina, mi amiga intentando enseñar historia en un instituto, la otra aguantando que su jefe le insulte a diario y la amenace con despedirla si sale puntual a su hora… creo que todos tenemos trabajos que comparándolos con otros tienen su penosidad, pero sin duda es mejor que estar mano sobre mano porque no tengo trabajo… además de eso, el que trabaja de cocinero sin contrato, la otra que no cobra en la carnicería desde hace seis meses, el otro con una furgona sin seguro…

A lo que no dejamos trabajar… hombre, las inspecciones duran un rato pero vamos que no son eternas y muchas veces lo que hacemos es ver trabajar para comprobar las prácticas de manipulación (yo me pongo en un rinconcito y observo, tratando de no molestar). Además si hay faena, al menos por aquí, les decimos que ya vamos haciendo la inspección y que luego contaremos nuestras observaciones. Y a veces a mí tampoco me dejan trabajar cuando me niegan la entrada a un sitio, salen dándose el piro con la furgoneta, me echan y me insultan…

Otra cosa es si nos referimos a que no dejamos trabajar como a uno le salga de las narices, pero en eso, manda la norma. Si en algo pecamos es en pasar de las normas y de conocerlas y eso es responsabilidad de la empresa alimentaria y de sus trabajadores.  Que  hay aspectos concretos de las normas que deberían revisarse, completamente de acuerdo, pero de allí a decir que no dejamos trabajar… obviamente si a uno le gusta trabajar triplicando las dosis máximas de conservantes para que el bizcocho le dure más tiempo blandito y sin enmohecerse y pasando de los consumidores que son los que le dan de comer, allá cada cual con su moral. Como ya he dicho otras veces, no todo el mundo sirve para trabajar en la industria alimentaria, para ser profesor o para ser carpintero.

Y aunque queda fatal, qué cierto es eso de que cada palo aguante su vela…

Buen fin de semana… espero reposo absoluto y un buen libro…

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cepillos de uñas

No sé de quién fue la tremenda idea… pero ole, cómo se lució (qué raro suena lució). Quizás al poner en algunas normas, al menos en alguna autonómica, que el punto de lavado de manos de manipuladores estará dotado de agua caliente y fría, jabón líquido, cepillo de uñas y dispositivo de secado de manos, pensaban en cepillos de uñas desechables o algo así… cosa que solamente he visto en catálogos y en un curso en el que el ponente nos enseñó que de verdad existían.

Lo habitual, es encontrarnos el típico cepillo que compras en un super o en una tienda multiprecio… o bien está casi perfecto porque nadie lo usa (tiene restos de cal, está mojado pero sus cerdas están bien) o al revés, está nauseabundo (negruzco, con las cerdas chafadas, con restos en la base de las cerdas…). A veces, para no perderlo lo atan con una cuerdecilla o cordel con más roña que los tobillos de un niño jugando en la tierra en verano.

Poner unos desechables me parece una pasada en general; no quiere decir que en determinados establecimientos y manipulaciones no sea mala idea pero no le encuentro sentido a  generalizar su obligación de uso.

Hay veces que en las inspecciones me encuentro el dichoso cepillo de uñas de marras, uno para siete, diez o los manipuladores que sea… me da un repelús horroroso y cuando señalo el chisme ese mugriento con restos groseros, siempre hay alguien que me dice que no lo piensa usar porque les da asco. Lo cual es la excusa perfecta para tirarlo a la basura en ese mismo momento. Lo ideal sería uno por persona pero ¿qué vas a hacer, llenar el borde de la pila de cepillos marcados con el nombre? ¿que lo lleven en un bolsillo o colgado del cuello?

Además, quién y cómo los limpia y desinfecta… todavía no he visto un autocontrol de esos de 1800 pavos en los que el señor jeta que corta y pega el documento haya tenido la feliz idea de indicar su limpieza y desinfección (como la limpieza del lavavajillas, que eso ya es de traca y que creo que ya he contado en otra ocasión).

Lo que digo en las inspecciones es que las uñas cortitas y sin esmalte en aquellas personas que manipulen alimentos y que se dejen de cepillito pringoso en el lavamanos… y que la legislación de marras diga lo que sea, pero a mi tonto parecer, me parece antihigiénico el uso del cepillo de marras.

A veces me resulta complicado decirle a algunas personas que sus uñas desde luego limpias no parecen… me viene a la cabeza un señor ya entrado en años que parecía que tenía mejillones pequeños en vez de uñas… madre mía, jamás había visto nada igual y me miraba como diciendo, qué rara es esta chavala…

Lo que no me da reparo es con alguna chica que lleva las uñas superfashion mientras trabajan haciendo rosquillas a mano o haciendo albóndigas en la sala de despiece… hasta con cristalitos oiga, que monas quedan pero no me jorobes…

Algunas me ponen cara de desafío, es que me ha costado casi una hora ponérmelas así… (una hora, vamos, seguro que yo me pasaba dos y acababa como cuando en parvulitos tocaba hacer manualidades con palillos y llegaba a casa llena de pegamento y con trozos de palillo pegados al pelo)… Jo, pues lo siento pero no me parece lo mejor para manipular un alimento. ¿Y si me pongo guantes? Uf, tampoco… pero, si se lavan y se sustituyen con frecuencia, mientras no me encuentre un guante amarillento y asqueroso…

Lo que ya no me explico, es la foto siguiente… ¿cómo te hurgas la nariz con esas uñas? jajajaja

martes, 20 de septiembre de 2011

De novatos y jetas… qué bonita mañana de mierda…

Hoy voy contra mi gremio… lo siento pero es que  gracias a dos compañeros, la mañana ha sido un tremendo desastre… la primera creo que no tenía culpa y que le ha podido más la inexperiencia que otra cosa pero diablos la movida que me ha montado con una exportación…

…es que desde este puerto nunca hemos exportado a Chiquitistán… pues mira llevo seis años haciendo todas las semanas certificados de productos a este país y los hacemos así… pues es que no lo tengo claro… mira, te estoy diciendo que cumple esto, esto y esto otro, que es lo que viene en la página del ministerio para exportar a este país y esta mercancía… pues no lo tengo claro…. busca un compañero que lo sepa… es que me han dejado sola a mí y es la primera vez y no sé si creerte… pues mira bonita me da igual si me crees o no, haz algo, dime que no es válida mi certificación y dime por qué y cómo lo resolvemos pero no voy a pasarme la mañana mirando la cara al representante de la empresa y a su carga… dos horas para que alguien le dijera que eso estaba bien… guau, qué diver, con lo que a mí me gusta el puñetero teléfono!!!!

Lo que sí me ha jodido, ha sido un “compañero” que ahora que sabe que asciende posiciones en su carrera de politiqueos y que pasa a jefe mindundi en una capital, decide por su cuenta no aparecer por el curro y pasar olímpicamente de todo (aunque lo de pasar de ir al curro viene de hace tiempo). Venga a llamar porque la ha cagado en unas tomas de muestras (como habitualmente a pesar de sus  25 años de experiencia en la profesión; a mí casi me daría vergüencita cagarla en errores de novato pero supongo que es que sigue en su nube de algodón flipando o celebrando su traslado, del que me congratulo y alegro profundamente, aunque mis motivos sean muy diferentes a los suyos, pero eso, como decía aquel, es una historia que ya  contaré en otra ocasión).

Las nueve de la mañana y tratando de localizarle. Mientras, con el marrón de antes y pendiente de hacer unos muestreos en unas envasadoras de miel y de huevos, atendiendo a un par de personas que quieren montar una panadería y discutiendo con un tipo de calidad de una empresa por la lista de ingredientes, que queda mal poner todos los aditivos… nada, que hoy casi no había trabajo, ¿verdad?  Y ya de teléfono hasta las narices.

A las diez sigo sin noticias por más que deje mensajes en un par de teléfonos móviles que tengo suyos. Desde la Delegación me meten prisa y yo, gilipollas de mí, buscando excusas de por qué no lo localizo. Al final el tipo me llama y “está de camino”… ya, las once de la mañana y estás de camino… ya, que jeta… en lo que llevamos de mes a lo mejor es el séptimo día que no te localizo y que no has pedido de permiso y cuando me toca currar por tus pueblos haciendo lo que dices que no te da tiempo que siempre son sitios horribles y trabajosos, jamás veo tu coche particular pero el oficial está bajo el árbol de siempre y tu despacho cerrado a cal y canto… ya… qué bien que te largues colega (todo esto lo pienso porque si se lo digo según dice parece que le digo las cosas con envidia… cuando por mi cabeza solamente pasan dos frases repetidas una a continuación de otra-  espera pollo que aún no te pelan seguida de a todo cerdo le llega su San Martín)… si en tiempos hablaba del comepipas, éste le gana de goleada, el otro al menos aparecía por el curro a estorbar…

Nada, “compañero”, que ya me ha tocado repetir el trabajo que no hiciste y que aún me protestas, mientras dices que sigues de camino (supongo que ya de vuelta)…  espero que de jefe de mindundis hagas realidad tus sueños de vagancia pero sin joder mucho a tus subordinados, aunque a saber, a lo mejor ahora te conviertes en el adalid de la puntualidad, de la responsabilidad de tu cargo y del saber hacer… pero visto lo visto permíteme dudarlo… y no, no es envidia… es vergüenza porque cuando alguien dice que los funcionarios se rascan los huevos, me acuerdo de ti y les tengo que dar parte de razón.

Y sí, definitivamente estoy de un humor de perros

lunes, 19 de septiembre de 2011

… señor de la ITV haga lo que deba…

Tenemos un “serio” problema… el taller donde llevábamos siempre los coches ha cerrado por jubilación y ahora nadie quiere hacerse cargo de la revisión de los coches obviamente porque no saben cuándo cobrarán el trabajo…

Estábamos mal acostumbrados a darles un toque por teléfono y  dejarles el coche en la puerta del taller y las llaves en el buzón… durante un par de semanas llevábamos todos los coches y así facturaban todo junto… además eran bastante económicos y bastante seguidores de McGiver con lo cual algunas reparaciones eran verdaderas obras de reciclaje (no como la de la foto que me ha hecho mucha gracia)

No es que destrocemos los coches, que los tiempos en que los médicos e urgencias me dejaban la rueda de repuesto como copiloto o que me dejaban los faros sobre el capó quedaron atrás cuando a ellos les dieron sus flamantes y nuevos vehículos dotados de GPS y climatizador. Nosotros seguimos con coches que alguno tiene ya 15 años y dirección resistida que han pasado por decenas de conductores y por cientos de kilómetros de carreteras que no se pueden llamar ni comarcales de lo destrozaditas que están. No les damos mala vida porque ni corren ni tenemos carreteras para correr pero qué menos que un mantenimiento mínimo anual.

Hemos ido preguntando casi taller por taller y siempre es lo mismo “¿Y cuándo pagan?”  A lo que no queda más remedio que contestar “No lo sé, como pronto a los tres meses” y recalcando el como pronto… y así estamos que tenemos que ir con varios coches a la ITV y no hemos podido hacerles una revisión previa… así que señor de la ITV dictamine lo que sea que a lo mejor tenemos que hacer autostop para ir de inspección…

Así que ya veo que poco a poco tendremos que ir parando todos los coches, unos por no pasar la ITV otros porque hace siglos que se debería haber cambiado el aceite o que tiene las ruedas hechas un asco… lo que tengo claro es que no pienso coger un coche que me vaya a dejar tirada en medio de la nada.

Ya hace un mes que llamamos a los jefes para comentarles la situación, pero como si nada… supongo que cuando toque una ruta de muestras monumental y andando sea como hacer el camino de Santiago, a lo mejor nos dan una solución… mientras, pues si toca caminar ocho kilómetros, pues ale, calzado cómodo y a andar… pero ya me dirán cómo me clavo los 220 Km que me tocan el lunes que viene… Y no, mi coche no lo pienso utilizar porque no me pagan ni combustible ni mantenimiento, así que como si no tuviera…

A lo mejor, montando un patinete con una vela…

viernes, 16 de septiembre de 2011

Libros Gordos de Petete

Aunque lo he comentado en otras ocasiones, hoy retomo el tema de los autocontroles, esos Libros Gordos de Petete que la mayoría cuestan un huevo y no sirven más que para tirarlos al contenedor azul de reciclado.
¿Son necesarios? Sí, pero teniendo dos dedos de frente… si eres una conservera, es lógico que tengas un procedimiento muy específico de tus procesos de esterilización con una serie de puntos de control crítico permanentemente monitorizados y con unas medidas de control, límites críticos y medidas correctivas acordes y reales. Obviamente controlas cierres y juntas de las latas, garantizas la calidad del agua de enfriamiento, tienes tus gráficas de temperatura y sabes lo que es la F0…
Pero la tía Paca que hace 40 barras de pan y 10 docenas de madalenas, ¿de verdad tiene que controlar la temperatura del horno para cocer las barras? ¿Cómo diablos una empresa dedicada al control alimentario puede incluir ese registro de control y establecerlo como PCC y clavarle 1.800 euracos por eso?

La Tía Paca, lo que necesita es un pequeño protocolo con cuatro instrucciones claritas de lo que puede o no hacer y por favor, sin una tabla inmunda mensual en la que pone cruces en cada casilla porque todos los días limpia el suelo del obrador, la mesa de trabajo, la amasadora, la formadora… que al final sirve para que en febrero anoten la limpieza el día 31…

Si lo que miro cuando voy de inspección es que no tenga las cajas de huevos justo al lado del horno, no encontrarme gorgojo ni hormigas en el armario de fermentación, no encontrarme una plasta de harina reseca y amarilla en las tolvas o detectar indicios de roedores o cucarachas. Casi es preferible que los 1.800 euros que se ha gastado los use para pagarle a su empleada una hora más de curro para que le ayude a limpiar las llandas del horno de carbonilla y le eche una mano con las “telarañas” de harina que se hacen. Con que pueda encontrar los albaranes de sus materias primas y ponga bien el etiquetado en las bolsas y si una empresa le hace la DDD le deje los controles realizados, no necesito más documentación para comprobar el estado sanitario del local… a lo sumo una hojita para anotar incidencias. Otra cosa es que vea que su melena a lo actor secundario Bob no esté bajo un gorrito cuando trajina la masa, pero eso es la práctica y puedo verlo en inspección… no me hace falta que anote que ella se comprueba a si misma que se ha puesto el cubrecabezas y que lo lleva bien puesto… o que se supervise a si misma que ha limpiado bien el suelo…

Y en esto, hemos sido todos unos imbéciles, los de los despachos por ser los reyes del mambo, los auditores que se creen que todo es una gran industria con departamento de calidad y de I+D, los inspectores por seguir a rajatabla los protocolos de trabajo hechos por alguien que no ha hecho inspección en su vida (aunque como para negarse cuando te auditan el trabajo y te ponen a caldo porque no miras el registro de comprobación de la temperatura del hielo) y los inspeccionados por no querer enterarse de qué va la historia y limitarse a creer al primer jeta que aparecía diciéndose experto en sanidad alimentaria…

miércoles, 14 de septiembre de 2011

De locales y alquileres

Muchos de los establecimientos que inspeccionamos son alquilados, lo que en muchas ocasiones, supone un problema ya que si hay que hacer alguna pequeña o gran reforma o la reparación de x elemento, ni el dueño del local ni el inquilino acomete el arreglo…

No porque un local haya estado abierto 50 años como restaurante y cambie de manos, el local reúne las condiciones mínimas para desarrollar la actividad, y más cuando el anterior titular no ha hecho un mantenimiento en ese medio siglo o decide llevarse parte de la equipación de lugar. Y no veas lo que me cuesta hacérselo entender a muchas personas, tanto dueños como arrendatarios.

Algunos, pocos para ser sincera, aparecen por el despacho para preguntar desde cómo darse de alta en Hacienda y hacerse autónomo a las condiciones que debe tener un local para ser pastelería, bar o lo que sea. A las primeras preguntas contesto lo poquito que he ido aprendiendo y los encamino a donde deben y para los temas de sanidad, además de facilitarles documentación que les puede ser útil, y si así lo piden hasta los acompañamos a los locales para ver cómo están y lo que falta. A veces, los dueños de los locales se cabrean conmigo porque al interesado en alquilar le digo claramente las deficiencias estructurales y de equipación que veo. No les digo que no lo alquilen pero sí les aconsejo que dejen claro en el contrato quién es el responsable de acondicionar el lugar y que siempre es el titular de la actividad el que va a ser el responsable en lo que a sanidad respecta.

El problema aparece cuando abren el sitio sin preguntar ni avisar a nadie. Algunas veces te encuentras lugares que no servirían ni para peña de adolescentes con ansias de fumar canutos y beber hasta caer. Recuerdo un sitio que la cocina era un desastre: lavavajillas estropeado y destrozado, fogones que unos encendían y otros no, campana de extracción sin motores con grasa sólida como si fuera la cera tibia de depilar, sin agua caliente, con agujeros en techo, paredes y suelos, la cámara con un motor que no querría ni un chatarrero y para colmo con una población roedora asentada desde generaciones que habían colonizado el lugar. ¿Cómo coño alquilas eso? Pues sí, alquilado estaba. Y ahora, ¿quién arregla todo eso?  Si es que este antro no debería servir ni para corral de burros… ¿Levanto acta?¿Me corto las venas o le doy al tipo dos collejas como Sole de 7 vidas?  Desde luego merecería un acta por tonto de remate al firmar un contrato de alquiler en el que deja claramente estipulado que las reparaciones recaerán en el chaval… ¿es que no lee? En dos días se había pirado del local y desde entonces el dueño está que trina conmigo mientras sigue poniendo el cartel de se alquila, esperando que pique algún iluso…

En cambio hay un señor muy mayor que tiene un local en un pueblo diminuto, que cada vez que alquila el bar (prácticamente cada dos años porque el pueblo es tan pequeñín que vivir del bar debe ser complicado) se preocupa en venir con el nuevo inquilino para que comunique el cambio en sanidad, y para que demos un repaso para ver lo que tiene que reparar o qué debe instalar y así dejar las cosas claras antes de empezar. Ojala hubiera más gente así de apañada.

martes, 13 de septiembre de 2011

Contestando a Juanito

Juanito ha escrito un comentario en la entrada del día 22 de enero "A mis inspeccionados". Gracias por los comentarios que hacéis, aunque algunos me pongan los dientes largos con chocolaterapia. Me parece muy interesante que personas que sufren las inspecciones pongan su punto de vista y así intentar comprendernos.

Este es su mensaje:
"La verdad que es fácil jugar con el dinero de los demás creas que el dinero no crece en los arboles, crees que todo sea sancionable o que por la segunda visita se cobren unas tasas a los hosteleros.
Si no esta el local higiénico por que siguen abiertos no lo entiendo. Los empresarios de alimentación quieren rehabilitarase como los asesinos , delincuentes varios, violadores etc, ya que los políticos defienden a esta gente algo desviada también quieren que gente "normal" sea tratada del mismo modo y con las mismas oportunidades. Están hartos de sanciones, impuestos, tasas e imposiciones. Quieren una administración cercana que coopere con ellos y que les ayude a llevar su negocio mejor, no una administración que solo quiera de ellos su pasta. Cuando eso ocurra te puedo asegurar que tu trabajo seria mucho mas fácil y nadie te amenazaría con un cuchillo. Puedes imaginar cuantos cuantos negocios están abiertos para ganar 600 euros al mes y si un mes viene un inspector de lo que sea y le multa o apremia con 300 como se te quedaría la cara, pues ese es el dia a dia de muchos autónomos y pequeños negocios.Estoy contigo en que todo establecimiento tiene que estar limpio y ordenado y llevar un autocontrol pero cuando esto es utilizado como herramienta recaudatoria mal asunto.

En cuanto a que el sueldo sale de tus impuestos es cierto y de millones de autónomos y empresas también que si no existieran tu labor no tendría sentido.

Lo único que quiero hacerte saber es que los que dirigen este país,comunidad o ayuntamiento siempre utilizan las inspecciones como mecanismo recaudatorio y lo demás le da igual, como si alguien se muere. Y que son a las personas como tu a las que mandan a las trincheras a pelear con iguales a que saques lo que ellos quieren de esas personas. Al igual que tu profesión están otras como Policia, inspector de hacienda, recaudador de impuestos, funcionario de prisiones, agente de trafico, etc etc.

El resumen es que al final los de arriba imponen a los de abajo como se juega y personas como tu y como debemos entendernos con las reglas que ellos marcan ya sean o no abusivas.
Un saludo.
Y personas como tu y como yo debemos entendernos.
Perdón me faltaban palabras. "
 
Juanito, mi afán no es recaudar, y así lo trato de contar una y otra vez en este blog...
Soy pesada .... muy pesada... pesadísima y doy más de dos oportunidades para que un establecimiento repare las deficiencias (8, 10, 12... hasta ocho años si me apuras). La responsabilidad de una industria o establecimiento alimentario es que garantice la higiene y seguridad de los alimentos (y ya he dicho que para eso no hace falta ser un quirófano ni escribir el libro gordo de petete) y en ocasiones no queda más que poner una multa que además su cuantía no la impongo yo (y al menos por aquí algunas son tan simbólicas que se me cae la cara de vergüenza). En muchas ocasiones yo no solicito una multa, preferiría cerrarles el chiringuito durante el tiempo preciso para que reparasen y limpiasen pero, esa medida parece que no es de gusto de los jefes por la mala prensa política que conlleva al firmar resoluciones de cierre o inmovilización.


No es un juego, Listerias, Salmonellas, E.coli o Vibrios no me parecen apuestas justas.

Además, a los jefes, políticastros de turno, no les interesa multar a determinados lugares porque pierden votos... es así, en algunos sitios se jode a los del partido contrario y ya cambiarán las tornas y joderán a los del otro bando. Yo estoy fuera de esa pamplina, hago mi trabajo y me da igual si  eres de tal o de cual o si el jefe mira para otro lado o decide hacer trizas mis inspecciones, allá cada cual con su moral y como decía mi abuela, arrieros somos...

Lo que está claro es que en este mundo de marras en el que vivimos hay unas leyes y pautas, que cada cual puede o no seguir ateniéndose a sus consecuencias. Lo que no es de recibo es que uno crea comer una cosa y tenga un shock anafiláctico porque en el etiquetado no venía un alérgeno o que comas unos mejillones y acabes con hepatitis o que vayas a pasar un buen día a una boda y acabes con un aborto y no no es una exageración... claro que, hace cuarenta años o en otro país hoy en día, se estaría más que agradecido de comer cualquier cosa en cualquier condición.

No todo el mundo sirve para tener un establecimiento o industria alimentaria, al igual que no todos servimos para ser profesores, carpinteros o físicos cuánticos... además, es fundamental alguna formación por tonta que parezca obtenida hasta de los consejos de la abuela. Igualmente creo que no todo el mundo sirve para ser inspector ni para ser político. Igualmente creo que como inspector debo seguir aprendiendo y estudiando como una obligación para que mi juicio sea lo más justo y objetivo posible, llegando a interpretar en ocasiones la amplia y farragosa normativa sanitaria y aprendiendo a lidiar con inspeccionados, alcaldes, delegados y directores generales que se miran el ombligo. Jamás mi trabajo será perfecto pero jamás creo ser injusta con el inspeccionado... muchas veces ya he dicho que parecemos puñeteras hermanas de la caridad dando más oportunidades que las que alguno merece... y que conste que no me parece bien esta posición que he adoptado porque aunque funciona con muchas empresas, con otras, solamente consigues que te tomen por el pito del sereno y el resultado final es muy desagradable para ambos.

Claro que busco el entendimiento, si parezco una negociadora de secuestros, pero hay gente obcecada que jamás cede ni un ápice (tanto inspeccionados como inspectores). Al final, mi objetivo es limitar daños usando como herramientas una base legislativa imperfecta, unos conocimientos limitados y mucha fuerza de voluntad buscando el sentido común y tratando de cumplir el objetivo que es que la empresa alimentaria garantice la higiene de los productos que vende... y para mi, ni soy un peón manejable ni esto es un juego de azar.
 
Y desde luego, ni tengo el poder de un policía ni el de un inspector de hacienda... casi es de agradecer ser una mindundi todavía ilusa que cree que es posible la higiene y seguridad alimentaria... una que es cabezona.
 
Muchas gracias Juanito por tu comentario...  no todos los inspeccionados piensan que los establecimientos con un estado higiénico sanitario deficiente no deberían estar abiertos y que deberíamos colaborar más entre nosotros. Son aspectos en los que coincidimos. Al igual que espero que coincidas conmigo en que algunos inspectores no buscamos sacar la pasta ni tenemos unos objetivos de sanción impuestos por los jefes. Espero que también comprendas que hay gente que es violenta por naturaleza y que les da igual pegar a la inspectora, ponerle un cuchillo en el estómago o ahorcar a su perro colgado de un árbol.. quizás es que el territorio Mordor en el que me toca trabajar, es todavía la España profunda en la que en una partida de cartas algunos se llegan a jugar a su mujer y hasta  a su hija... lamentáblemente todavía existen lugares así. Un saludo

viernes, 9 de septiembre de 2011

Echándome el pegote

 Hay ocasiones en que uno diría: “¿Ves? Te lo dije” y ya si haces un gesto en plan rapero lo bordas… pero… mejor lo hago en mi pensamiento…primero (o segundo o tercero) para no parecer una macarra, para no parecer una loca y para que no me den dos tortas por chula… además se me da fatal mover los dedos de mi mano de forma independiente, así que parecería artrítica perdida.

 

A todo esto… la cosa va porque cierto hotel-restaurante que inspecciono ha tenido un incendio. ¿Dónde? En la cocina… Sí, pero ¿dónde exactamente? Sí señores en donde siempre les aviso, en la campana extractora… se prendió la grasa, ascendió por el tubo de extracción y hasta arriba… Al menos desconectaron el motor y los bomberos apenas tuvieron que trabajar.

No, no me alegro, que conste, eso sería muy ruin por mi parte pero no me sorprende… no sé ni las veces que les he dicho que además de limpiar los filtros de la campana extractora, de vez en cuando hay que limpiar el interior de la campana que aunque no se vea por dentro hay grasa y ya de paso  el tubo, que para eso existen empresas especializadas… sí, sí, ya, ya… si limpiamos los filtros todos los meses…  En las últimas inspecciones los saqué al aparcamiento para enseñarles que por la salida del tubo se veía grasa escurrir; me miraron raro, no por lo de la grasa sino por hacerles salir a la calle, pero fue como hablar en élfico.

Espero que la próxima inspección por fin, tras ocho años y pico con la misma cantinela, las campanas extractoras estén como los chorros…

Buen finde… aprovechar que todavía hace calorcito, que hay fiestas en un montón de sitios y que hay Fórmula 1, basket, ciclismo y fútbol… qué empacho… yo como siempre buscaré hueco para acabarme el tocho que llevo entre manos

jueves, 8 de septiembre de 2011

Preguntas absurdas

¿Por qué cuando una casa está cerrada a cal y canto y regresas de vacaciones está llena de pelusa y polvo? (Pongo pelusa aunque diría borreta pero eso es de mañolandia)

¿Por qué cuando más a gusto estás durmiendo suena el despertador?

¿Por qué cuando te pones a comer suena el teléfono y a) es tu hermana pequeña que solamente tiene ganas de hablar de chorradas o b) lo más frecuente es que sea alguien que habla como muy lejos con ruido de fondo de más conversaciones intentando venderte un ofertón de internet?

¿Cómo pueden quedarse dos pueblos, uno con más de 2000 habitantes y otro con casi 8000 sin cloro para desinfectar el agua de abastecimiento? A esta sí puedo responder, no hay pasta y el proveedor no fía… bah, unas cagaleras y poco más gracias a las enterobacterias… lástima que tanta y tanta web que gastan con el concurso de petanca o el premio a la tapa no tengan narices de publicar las analíticas de las aguas que suministran a sus vecinos (manda narices que en un pueblín de 300 habitantes sí cuelguen sus resultados, aunque a veces el agua no sea apta para el consumo).

Miedito dan si ya empiezan a recortar gastos en los servicios esenciales, pero claro, el agua mientras salga transparente por nuestros grifos y no huela a huevos rancios…

martes, 6 de septiembre de 2011

Vuelta a la rutina

Nevera cargada de hortalizas del huerto y tapers de nuestras madres… hasta el perro tiene su taper con comidita (el pobre va como un alma en pena por la casa)… menos mal que todavía se apiadan de nosotros y nos hacen la vuelta un poco más llevadera con comidita de mamá. Todavía vamos renqueantes con esto de los madrugones pero lo que más me joroba es que se han acabado mis sesiones de natación (espero que este otoño abran una a unos 30 Km de Mordor… aunque supongo que es como cuando en enero uno decide dejar de fumar o aprender inglés…). Tres semanitas de nadar y juro que lo noto en mi espalda y los brazos (hasta chichas me he quitado de la zona de la clavícula, qué buena falta hacía).

Aparte de los semáforos, que obviamente no iban a estar bien coordinados y te tocan dos en rojo en menos de 100 metros y sigue tocando esperar en mitad de la carretera para hacer un giro permitido a la izquierda porque abren los semáforos en sentido contrario a la par que te permiten el paso… no ha habido nada interesante a excepción de la pérdida de un par de falanges de un carnicero al ir a desatascar la picadora de carne… un accidente tonto que le ha pasado a uno que siempre me ha parecido muy cuidadoso y cabal.

Siempre me han dado un poco de “cosica” todo el tema de picadoras, batidora de cuchillas y demás. Supongo que viene de pequeña cuando la carnicera a la que iba mi madre se dejó las puntas de unos cuantos dedos al empujar la carne en la picadora…

En ambos casos, la conversación subsiguiente es la misma, ¿qué hicieron con la carne picada y la “otra”? Vale, un poco cochino…

lunes, 5 de septiembre de 2011

De regreso

Ya no recordaba el horrible sonido del despertador... por la noche entre cabezada y cabezada (supongo que es por cambiar de cama y de lugar) deseaba que se hubiera acabado la pila del reloj y así que no sonase el dichoso piíiiii (es un despertador del año de la pera que tenía mi abuelo)

La sopresa de camino al trabajo es que han puesto en marcha los semáforos... jo, qué modernidad... si se monta atasco y todo...

He llegado cuando todavía son fiestas... y la gente no viene a protestar ni llama por teléfono... lo que me dará tranquilidad para ordenarme la pila de notas, papeles, carpetas y yo qué sé qué más que tengo por encima de la mesa.

Jo, hoy no hay ninguna chica por aquí... qué raro... se supone que la mayoría de vetes y farmas son chicas, pero por aquí siguen ganando los chicos y hoy de goleada.

Voy a atacar la pila de papeles de mi izquierda que corre peligro de derrumbe...