miércoles, 20 de julio de 2011

El rival más débil

Hace unos años se puso de moda este concurso… a mí me hacía gracia la cara de borde de la presentadora cuando despedía a los concursantes.

Esto viene, como siempre cogido por los pelos, por las situaciones que me estoy encontrando en los últimos meses, véase cierre de establecimientos al convertirse en los rivales más débiles.

En algunos casos los que cierran o están al borde del abismo intentan agarrarse a cualquier cosa para mantenerse a flote. Otros, directamente se apuntan al lema de si yo caigo, caemos todos.

Entre los ejemplos que tenemos hay dos que me tienen hasta más arriba del moño (si llevara cual señorita Rottenmeier)

Uno es la ya conocida guerra del pan; uno monta una tienda, comprando el pan en alguna panificadora o en un obrador de otro pueblo y vende el pan más barato que el resto del gremio de panaderos del pueblo. No es que haga dumping, que es vender por debajo del coste de producción, sino que pasa de los acuerdos que suelen tener en los pueblos carniceros, pescaderos y panaderos para poner unos precios casi iguales por no decir calcados… todavía me río de los intentos de negociación con una megacadena de supermercados que obviamente tenía precios más baratos de pan (aunque sea un pan igual de malo que el del resto).

Por aquí tenemos varios pueblos con la guerra de precios a toda mecha, que si de 0,90 a 0,80, que si el otro ya los vende a 0,65… creo que van por la barra a 0,50… y el pan sigue siendo malo y ahora ya, no esperemos que el pan mejore… La cosa es que hay pueblos en los que una mísera barra de pan cuesta 1,30 euros y a diez kilómetros te encuentras que cuesta 0,60 y a  veces proceden del mismo obrador.

Me vienen a mí a protestar, como si yo tuviera algo que ver en los precios. El siguiente paso que toman es el de denunciar que si por cucarachas, que si por suciedad, que si el vehículo lo usa para llevar a la suegra a que le lijen el juanete… el otro contradenuncia, que si moscas, que si usa productos caducados, que si le huele la axila…

Y yo a hacer inspecciones e informes perdiendo el tiempo miserablemente… eso sí, por si acaso, parece que están reparando esas deficiencias chorras que llevamos meses y meses indicando… es lo único bueno que le estoy encontrando a este embrollo.

Hoy la cosa ya ha sido de traca, pero no por el pan… por unos teléfonos… lo que me ha jorobado es que el tipo que ya presentó una denuncia en el ayuntamiento, que ya contestamos mediante un informe motivado con toda la meticulosidad posible, haya tratado de engañarnos al identificarse. Menos mal que jamás trato de estos temas por teléfono y menos cuando no conozco a mi interlocutor por más que me diga que es concejal del ayuntamiento… que eche un paseo y se venga por el despacho y cara a cara hablamos pero telefónicamente como que no… y como soy como soy, siempre con el boli y el papel en la mano, ya había anotado su nombre y voilà, el susodicho es el dueño de un locutorio… al que obviamente le están haciendo la competencia… pero no es culpa mía si el que le hace la competencia no presenta ningún problema higiénico-sanitario en su establecimiento.

Es que vende alimentos… joer, y tú también. Es que eso es pequeño. Pues depende de como lo mires, para su actividad no veo que esté mal dimensionado, pero desde luego es un aspecto que trataría con el establecimiento y no con el tercero en discordia. Es que…. es que… es que trabajan personas sin papeles… Pues entonces no entiendo por qué protestas a la veterinaria.

Esta claro que a todos nos jode la competencia pero compite con honorabilidad… yo qué sé, no bajes los precios si no puedes pero ten más calidad en lo que vendes y ten mejor trato con la gente… yo tengo una práctica habitual que es la de no volver a las tiendas que me han tratado mal (a algunas que me gustan algunos productos que no venden en otras, va La Rubia, ssshhhhhh que no se enteren que la lista de la compra la hago yo).

Y si no quieres entrar en una competición, pues la llevas clara en este mundo de marras…

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