miércoles, 6 de abril de 2011

Mari por aquí, Mari por allá

No sé si eran las curvas, el calor o el rollo que he aguantado, que he bajado del coche mareada perdida… como de costumbre, si te planificas la agenda, algo pasará y el plan a tomar por saco… ale, a comer a las cuatro y pico de la tarde para variar.

Tonta de mí, calculaba dos horitas  y media para resolver el asuntillo de la denuncia, así que primero he hecho unas cuantas cosas urgentes que me han llevado hasta las once y pico (sin café)… jajajja…jajaja… espera que me troncho todavía, tres cuartos de hora  para llegar (debemos guardar las normas de circulación), otros tantos para volver- ya van hora y media… y… tres horas de inspección para un bareto con una cocina de cinco metros cuadrados.

Madre si hablaba la muchacha… Mari por aquí, Mari por allá… es de estas que a todas las mujeres llama Mari, en vez de cielo, supongo… jo, que estrés de mujer… flipaba… además la tía lo hace bien, liar y liar al personal para no poder prestar atención… además de para sonsacar información… pero soy perraca vieja y eso ya no me cuela… yo dejo hablar y trato de desconectar lo máximo posible para poder ver lo que quiero pero esperando que se le escape algo de tanto hablar y hablar.

“Ay Mari, que la cosa está jodida”- me decía agarrándome del brazo como las marujas.- “Ay Mari que todo cuesta un dineral… ya me podrían dar una subvención… Ay Mari que estoy sola sacando adelante a la familia. ¿Estás casada?” (Primer intento para sonsacar información personal)

Joer, pues no hacía más que entrar gente a consumir y desde luego los arcones estaban llenos de salpicón de marisco, pulpo, gambas… vamos que desde luego no tiene la competencia de un pueblo grande con mil bares… y para colmo con hora feliz, cágate.

“Ay Mari que de verdad, que voy a poner un techo y un suelo en el almacén…” (los cavernícolas tenían mejor pertrechada la caverna). Eso era sencillamente una covacha en estado ruinoso… y digo ruinoso porque hasta había desprendimientos de rocas… hacía siglos que no veía una cosa así, pero claro, es la herencia que nos ha dejado el comepipas (que dios lo guarde en conserva y no nos lo traiga de nuevo).

En cinco metros cuadrados de cocina tenía más chismes que yo en toda mi casa… y de repente, zas, una cuca…y la tipa sin inmutarse. Creo que pensaba que no la había visto… Veo que no tienes lavavajillas… “Ay no Mari que cuesta dinero”. Y friegas a mano… “claro, me ayuda mi hija la Jessy, que con trece años es muy lista, saca sobresalientes en todo y cose, friega y guisa que da gusto”. ¿Tienes agua caliente? “No Mari, que pesada con lo que no tengo. Uso Fairy que es caro pero bueno y deja las manos suaves. En cuanto te vayas friego todo esto” (y todo eso eran mil cacharros llenos de restos de comida ya seca en la pila). “Si limpio mucho. Vente un fin de semana con tus hijos y verás lo limpio que está todo” (jajaja, segundo intento)

Y zas, otra cuca… y otra y otra… Mari (que para colmo ella se llama así) ¿te vienen a hacer la DDD?… “¿la de cuanto?” – Los de las plagas… “Ay Mari, los he llamado pero no sé cuándo vendrán”. Es que tiene problemas de cucarachas… “Ay Mari que no, que no tengo cucarachas que yo limpio mucho. Tienes acento valenciano, ¿eres de Valencia?”. (Otro intento para sonsacar… jejejeje… venga, eso lo contesto que no me importa). No, soy de Zaragoza. “Ay Mari, mañica. ¡Qué buenos son los maños! Mari sé buena conmigo que tengo tres hijos y soy madre soltera… no tengo la suerte de estar casada y tener un hombre que se ocupe de mis hijos” (¿cuarto intento?)

Mari, te insisto en las cucas. “Ay Mari que no tengo cucas, son moscas lo que ves y alguna hormiga que se cuela.” En ese momento veo una cuca-bebé, algo más grande que una hormiga. La cojo y se la pongo ante sus narices (buag,porque era bebé que las otras grandes ni de coña cojo eso). Mari, esto es una cucaracha. “Vale Mari, pero les tiro Cucal todas las noches”.

La cosa ha seguido hasta el infinito: Mari ¿no saldrás con este chico tan simpático que viene a lo del agua? Mari, pues te veo muy buena persona, me lo dices todo muy amable. Mari, ¿quieres una cerveza? Mari, ¿te preparo algo de comer? Así verás que cocino como los ángeles. Mari, Mari, Mari… Ay Mari, pon que todo está  bien… Mari por tus hijos… Mari, Mari, Mari…

Y para mis adentros, que se calle, que se calle, que se calle… bbbbbbuuuuuuffffffffff. Pues no. No se ha callado…. esa señora no se calla ni dormida.

Al final he conseguido escribir lo que quería en el acta… que anda que no era complicado tanto Marimarimari… lo siento por ella pero eso es un nido de mierda y mi trabajo es mi trabajo… desde luego no me gustaría estar en su pellejo. Y al final me he llevado dos besos sonoros en las mejillas, por ser amable, ha dicho (aunque supongo que en cuanto he salido se habrá cagado en mi madre como el de ayer).

Ay Mari…

4 comentarios:

  1. Hoy te has superado, Mari... la carcajada al leer tu entrada ha hecho sospechar a mis compañeros y alguno me ha preguntado qué estoy leyendo en una página con un fondo de cerveza... no he dado muchas explicaciones, al fin y al cabo hay cosas que determinadas personas no entenderían nunca...

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  2. Ay Mari... yo veo una cucaracha y ni aunque fuera un bebé cucaracha, salgo de allí a la carrera
    Javier escribe ya que te tenemos que dar caña (de la buena aunque sea una bruta)

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  3. Ay Mari, que risas me acabo de echar ya tan tempranito por la mañana (todo el fin de semana te voy a decir: Ay Mari esto, Ay Mari lo otro... jajajajaja)

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  4. ajjaaj, difícil elegir entre tu descripción de "los trajeados" y de "las Maris", a los dos los has clavado:-)

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