martes, 15 de marzo de 2011

Cantidad o calidad

Habitualmente, un inspector de sanidad nunca es bien recibido; existen excepciones, pero son pocas y casi te hacen sentir incómodo (a veces te abrazan o te besan, te cuentan sus penas llorando, o te insisten una y mil veces para que aceptes un pequeño detalle como unas galletas o una botella de vino y se cabrean de verdad si no lo coges,… vamos, que les estás haciendo un feo y se mosquean porque no te lo dan con ánimo de que te portes mejor con ellos). Imagina, si además que te tratan bien vas tú y le pasas una tasa de inspección de 300 euracos… para ellos una putada y para ti una situación incómoda de cojones…. bueno, las tasas son incómodas en cualquier situación, caigas bien o mal, te caigan bien o mal.

En estos momentos en la administración lo único que parece interesar es el número de inspecciones que se hace y que no haya marrones gordísimos para que no se pierdan muchos votos en las próximas elecciones… lo segundo como que me importa un pito, yo hago mis actas si así lo considero y mis informitos sobre el guarreo y cochineo, que luego quieren olvidarlo en un cajón, allá ellos, pero, si pasa algo, desde luego tengo/tenemos las espaldas cubiertas (aunque si te quieren tocar las narices, te las tocarán igual).

Con lo primero no estoy nada de acuerdo; este verano vino por aquí un sustituto (que cuando lo necesito no ponen y cuando nos apañamos lo ponen sin avisar) e hizo la friolera de 8 inspecciones en una mañana… jarrrlllll, aluciné…. y más que aluciné cuando leía lo que había escrito: “se procede a girar visita de inspección a fin de comprobar si los dispensadores de jabón de los aseos tienen jabón: el de hombres está lleno y el de mujeres está a la mitad”… Toma, ole sus huevos…. Y con eso, ¿qué? En otra miraba el arcón de los helados… vale, están helados, ¿y qué?. En otra miraba que el cocinero llevara gorro… solamente eso, cubrecabezas… y ¿el resto de vestimenta, el estado de sus uñas o bajo ellas, sus manipulaciones? Claro, ocho, claro…. ¿y los alimentos, las temperaturas, el estado de limpieza y mantenimiento, etc?

Vamos, que así te hago ochenta al mes o más y luego vuelvo a pasar vuelta una y otra vez para escribir pijadas mientras encabrono al personal porque estoy todo el día en su almacén, en su carnicería, en su restaurante o en su consevera… anda ya…

Me parece que estamos perdiendo el norte con tanta estadística, numerito, porcentaje de satisfacción y chorrada para que el señor consejero, delegado o quién demonios sea (señora consejera, delegada o demonia sea, perdón, no uso jamás el lenguaje no sexista) exponga el gran trabajo que se hace sobre la seguridad alimentaria (como siempre la sanidad ambiental parece que no exista).

Joer, y así estamos y todavía quedan dos meses largos para las elecciones… me voy a leer, que será más entretenido… Por cierto, ayer acabé el primer volumen de “Los Juegos del Hambre” de una tal Suzanne Collins (supuestamente son para adolescentes, ya, una que es una inmadura) y no está mal, es de esos que enganchan y te dan cierto desasosiego. Este va de un juego en el que solamente puede quedar uno… tipo la peli japonesa esa de battle royale pero sin ser como la peli, aunque parece que van a hacer una serie o una peli basada en estos libros… voy a por el segundo…

6 comentarios:

  1. A los sentados detrás de una mesa, llámese jefes, políticos o lo que sean, lo único que les importa es que haya muchas actas (el contenido es lo de menos) para hacer gráficos llenos de colorines para presentarlos en power point (y por supuesto lo presentarán ellos con un HEMOS REALIZADO...) en alguna reunión con dietas y hoteles de cuatro estrellas de por medio.

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  2. El plural mayestático se lo pueden meter en sus gráficas... soy una mindundi con miles de jefes por encima que se llenan la boca con gráficas y chorradas. Lo que me joroba es que gasten en esas superreuniones mientras yo voy con una bata sin botones (ya me niego a sablear la caja de costura de mi madre y me niego a zurcir un roto más)... con un poco de suerte le doy pena a alguien y me regala corchetes, botones o una bata nueva -mientras, vivan los imperdibles-

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  3. Lamentable... como tantas cosas.

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  4. Números, números y números, es lo que todos los jefes quieren... agendas repletas y miles de llamadas de teléfono y ya está todo el trabajo hecho.

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  5. me encanta tu blogger de por si soy inspector de sanidad en venezuela y todos lo dia cuando me siento a actualisarme con elñ tuyo me meo de la risa saludos dulceambar

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  6. Desde Venezuela, jo, qué lejos está de Mordor!!!

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