sábado, 31 de diciembre de 2011

Mis propósitos para el 2012

Supongo que algunos no pasarán de la primera semana de enero…

- decir menos palabrotas

- ser más ordenada y escoscada (toma palabreja)

- dejar de cantar la canción de Los Frutis, que una ya no tiene edad

- seguir con el deporte, me sienta bien y además me entretiene

- acabar de una dichosa vez mi novelucha, aunque supongo que volveré al inicio

- seguir con el inglés (el idioma, no un chico)

- hacer la tarta de chocolate y cocacola- llevo diciendo que la voy a hacer un par de años y allí está la receta en su carpetita archivada

- pintar el cuarto de estar, madre mía la que montaremos con las estanterías y los libros… y ya que nos ponemos, el cuarto de las guitarras, los techos de los baños, el patio…

- llamar a los amigos con más frecuencia y dejar de pensar que les vas a molestar cuando coges el teléfono y lo vuelves a dejar creyendo que con pensar en ellos es suficiente

El resto son deseos, que obviamente quedan en mi cabeza… espero que alguno se cumpla y pueda escribirlo en este blog…

Deseando que se cumplan vuestros sueños y que mantengáis vuestros propósitos para el año que está a puntito de entrar, aquí va mi brindis cervecero, para variar

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viernes, 30 de diciembre de 2011

De mocozs

Menuda semanita de asco que llevo… y para rematarla: mocos y fiebre ¡Yupiiiiiii! Para un año que parece que hay buen plan de Nochevieja… pues con los mocos a cuestas…

Acabamos de llegar y el perrucio me ha ladrado, saltado, lamido, restregado… menudas vacaciones en casa de “los abuelos” que se ha clavado… paseos por el parque, caminatas entre pinares, comidita rica para engañar el feo pienso… que conste que en su ausencia, hemos dejado la casa como los chorros (sí, también es verdad que hemos aprovechado para tirarle juguetes pringosos de esos que tanto le gustan)

No he sido la única que ha estado de broncas esta semana, la interfecta también ha discutido con su compañero de despacho… y ahora piensa que es un complot contra ella… aigggg… ya veremos qué pasa en enero, que empezamos nuevo horario… resultará “entretenido”…

Además hemos estado de inmovilizaciones… según un carnicero es una putada que vayamos de inspección a carnicerías en estas fechas… pá verlo, uno de los cerdos como si lo hubiera faenado Flippy… y las excusas de por qué cerdos y corderos no matados en matadero estaban por las carnicerías eran tan tristes como la de que los deberes se los ha comido el perro… Y erre que erre… que son legales, decían… matados en el corral de mi primo, pero legales… joer, a estas alturas de la vida…  el otro, que es que son de mi cuñado que no tiene sitio en su casa y los guardo aquí…

Estoy espesa… debe ser tanto moco…

Feliz salida de año… deseo buen año 2012 pero está complicadillo… a lo mejor tanto libro sobre los mayas y el fin del mundo nos está sugestionando… tengo mi lista de deseos para este próximo año, como siempre, volver a Zaragoza está de los primeros; los que no están son los de hacerme rica hasta dar asco y salir en la tele (malo si algún día salen en mi lista)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Perdiendo los papeles

Mis padres me dieron la mala enseñanza de considerar el trabajo como un deber en el que hay que dar el callo día tras día… y yo, tonta de mí, lo concibo así. No quiero decir que sea la mejor curranta, la que más horas mete ni la más productiva pero, hoy me tiro el pegote, sí creo que soy responsable con mi trabajo, me esfuerzo y me esmero en hacerlo mejor y me cabreo conmigo misma cuando meto la pata…

Parece mentira que con los años que llevo trabajando, siga pensando que todos conciben el trabajo de igual manera. Soy una imbécil, ya lo sé… una estúpida ilusa, tonta del culo… y no sigo que bastante me he dicho esta noche a las dos y pico de la mañana, mientras veía en La2 un documental sobre la formación de EEUU (sigo siendo como cuando era niña e iba a favor de los indios… puñetero Washington)

Ayer perdí los papeles… literalmente mandé a una “compañera” a tomar por culo (hasta me salté el “el”  para ser más vulgar y soez). Nunca había mandado a alguien del trabajo a la mierda ni nada por el estilo pero le hubiera dicho de todo… Empezó a gritarme y la saqué del despacho, siguió despotricando y conseguí cerrarme la puerta y la otra a tocar las narices abriéndola y chillándome… que no te quiero ver, le dije y la otra erre que erre… déjame en paz…puerta abierta... VETE A TOMAR POR CULO…

Me pilló con la guardia bajada, y exploté… me mordí la lengua todo lo que pude, pero me pudo… así que luego estaba disgustada no con ella, que me la pela, pero sí por perder los papeles y dar un par de gritos cual choni. Que ella pareciera un espantapájaros colorado es lo de menos… me revienta que alguien consiga sacar la peor versión de mi misma…

La historia es sencilla: persona que se niega a colaborar con el resto ahora que tenemos que hacernos cargo del trabajo de una plaza desierta, que las distancias y el uso del coche no son para ella, que el trabajo y el horario no van con su categoría y que no hace nada… No es como el comepipas que se dedicaba a vegetar y dormir bajo un pino y comer pipas y cacahuetes… esta otra se ríe de sus compañeros, y entre llegar, llamar por teléfono, fumar, llamar por teléfono, salir a la zapatería, fumar, llamar por teléfono,  ir al estanco, fumar, ir a la farmacia, llamar por teléfono, fumar, tomar un café, fumar, llamar por teléfono y largarse, pasa la mañana… seis- ocho inspecciones al mes y cree que es injusta la cantidad de trabajo que tiene… eso sí, luego se pone palotes en controles que hacen otros compañeros y te lo presenta como trabajo propio, como si nos chupásemos el dedo. No le digas nada que te amenaza, te grita, llora, llama a su hermano (no sé para qué, pero mola eso de que es abogado), se pilla una baja, se queja de lo injustos que somos todos y del esfuerzo que hace por este trabajo que no le gusta… pues no haberte metido en él, que otros bien contentos estarían…

Me hace gracia que los viernes y lunes sean habitualmente días de médico, al igual que días entre festivos… 38 días de médico en un año me parecen una pasada cuando estás sana, claro que hoy acompaño a mi madre, mañana a mi hija, pasado a mi marido, hoy yo que me duele el hombro, mañana yo, que he dormido mal… y claro, luego cuando salgo del médico, para qué voy a ir por la oficina, me voy de compras… alucino con la sección de personal que cuando se muere un abuelo hay que presentar hasta copias de libro de familia pero si alguien pide cita al médico y no la justifica, no pasa nada…

Otros lunes y viernes, mejor no voy a la oficina, que me quedo a medio camino a hacer inspecciones… y luego no cuadran esas supuestas inspecciones, no aparecen o van mal fechadas…

Y luego somos injustos con ella…

Le he pedido disculpas por gritarle, pero no por decirle lo que pensaba. También me he disculpado con el resto de mis compañeros, que nos cargamos con más trabajo y kilómetros…

Cuando alguien dice de la posibilidad de despedir a funcionarios me mosqueo, pero, al momento me viene esta persona a la cabeza y sí, debería poderse despedir a los vagos que se creen que trabajar en la administración es pasearse haciéndose el importante sin hacer su cometido y quejándose de lo cabrón que es el jefe, del petardo del interino que lleva el triple de curro que ella y no se queja, o de la hijaputa de la veterinaria esa que me manda a tomar por culo.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Recopilando el 2011

No ha sido de los mejores y supongo que tampoco será de los peores… toda puñetica tiene su compensación… A nivel personal, que no laboral:

Nos despedimos de familiares que habían disfrutado de una larga vida, algunos quizás resistieron más de lo que tocaba… Para compensar la balanza se esperan nacimientos para principios de año; primas y amigas se han puesto al asunto… y ya me tienen hartita con el ya te toca…

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Una de mis hermanas ha pasado un año jodido entre migrañas y su tratamiento y aunque no lo quiera reconocer, le han “roto” su corazoncito… para compensar tiene un par de años de duro pero buen trabajo entre buena gente (luego ya veremos qué pasa) y una pandilla de amigos que le han arropado en sus momentos blanditos.

La otra,  mucha currada de proyecto… en casa han flipado por su exposición de fin de curso… es verdad que nunca la habíamos visto tan concentrada en algo… aunque luego parezca que no ha pasado de la adolescencia más terrible… claro que cuando quiere parece hasta buena…

Este año he leído más (llevo contadas 102 novelas y no sé si me dejo alguna, algunas bodrios y otras que me han encantado), he escrito menos y no he encontrado novedades musicales que me hayan llamado la atención. He vuelto al deporte-deporte, del de sudar, aunque sigo con el yoga (camino del noveno año)

Nos hemos quitado de casi toda la tele… menos del baloncesto y de los documentales de historia y ciencia de La2 y alguna cosilla más. Nos hemos quitado del cine, hartos de móviles, palomitas y susurros de las butacas vecinas y de saltos de imagen y sonido de las salas y hemos ido a menos conciertos, no por falta de ganas… Las noches de sofá con libro se están convirtiendo en la tónica habitual… no me extrañaría que un día el perro se pusiera con nosotros a ojear una revista…

La Rubia se ha vuelto un experto en cervezas… ahora le ha dado por una taberna de escoceses en la que un pelirrojo tira la cerveza como si le fuera la vida en ello, concentrado en que la espuma sea perfecta, reposar y de nuevo a llenar… yo pensaba que eso no se notaba pero cambia la textura por completo…

Hemos reencontrado a algún viejo amigo, a algunos a través del facebook, hemos conocido a amigos de amigos que han resultado gente divertida para viajar…

Lamentablemente seguimos en Mordor y no será por peticiones de traslado… al menos La Rubia, que podría llevar años en Zaragoza, todavía me quiere lo suficiente para quedarse conmigo en este destierro…

domingo, 25 de diciembre de 2011

Toca chufa y vuelve

Menos de 48 horas para estar en Zaragoza; probablemente ni acabemos la comida de Navidad y emprendamos el camino de retorno a Mordor (espero que sin el susto del viernes- a este paso gastamos todas las bolas no premiadas del saco de accidentes en carreteras de mierda)…

Qué ricos los olores que salen de la cocina… si entras es como el paraíso para un tragón… Espero que quede algo que llevarme en un taper… A la espera de que lleguen tíos y primos, he aprovechado para dar un gran paseo con el perro.

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A un tiro de piedra hay un parque con unos árboles que se merecen un reportaje fotográfico… a lo mejor la semana que viene cuando volvamos tengo tiempo de hacer unas fotos en condiciones…

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Desde luego hay momentos del paseo en que llegas a creer que no estás en la ciudad…

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Será mejor que vaya a poner la mesa y echar una mano… FELIZ NAVIDAD.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Emprendedores?

Y eso que no me gusta hablar de estos temas porque sacan lo peor de mí…Tengo que dar las gracias a tantos “emprendedores” que nos ayudan a salir de esta crisis:

- gracias al “emprendedor” que ha contratado a mi hermana… ah, no, que no tiene contrato… y no te quejes, eh,  que te pago 30 euros por trabajar en domingo todo el día…

- gracias al “emprendedor” que obliga a mi amiga embarazada a cargar con kilos de paquetes piso arriba, piso abajo y que desde hace unos años obliga a toda la oficina trabajar una hora y cinco minutos gratis todos los días (lo de los cinco minutos debe ser para joder un poco más)… ya sabe, si se quejan, a la calle… y en Nochevieja del año pasado, qué cojones, hasta que no se me ponga en la nariz, no os vais de aquí y les dieron las diez de la noche mano sobre mano en la oficina esperando a que el señorito se descojonara de ellos y los mandase a casa (menos mal que este año caen las fiestas en domingo, pero ya le fastidiarán por otro lado)

- gracias al “emprendedor” que tiene desde hace 9 años trabajando a una chica en su cocina sin contrato… claro está, que hasta que no tuvo un accidente laboral nadie se enteró de que no tenía contrato ni seguro ni leches… total, si es un poco deficiente y la tengo aquí para hacerle un favor a su madre, para que no la tenga todo el día en casa… todavía no me ha quedado claro si le pagaba o la comida era suficiente pago… Como todavía se está quejando de “la pillada”…

- gracias al “emprendedor” que a mi amigo le hace un contrato de media jornada, si bien, en realidad trabaja la jornada completa… como aún le quedan unas cuántas décadas para que se jubile, qué más da lo que cotice… ay, no, que lo ha despedido y el paro que le ha quedado es estupendo… y aún tiene el morro de decirle que le trabaje media jornada sin contrato, pero cobrando la mitad de la mitad…

Para qué seguir, gracias a ellos, se sostiene el país… total, los ruines y miserables ya sabemos quienes somos…

Sueca, Finlandesa… tampoco me importaría ser Islandesa… pero no como Björk, que me da miedito…

… y no, no me da la gana tragar con la historia de que en otros sitios es peor… pero tranquilos, que siempre adoptamos lo peor idea de cada casa…

Menudo espíritu navideño que tengo este año… mejor sería decir que tengo espíritu subversivo de pacotilla, pero qué narices hoy quería protestar. Y punto.

lunes, 19 de diciembre de 2011

De inspecciones navideñas

Según la OCU, el 35% de los establecimientos conserva mal las temperaturas de los productos refrigerados y congelados…

http://www.ocu.org/alimentacion-y-nutricion/el-35-de-los-supermercados-no-conserva-bien-los-congelados-s560694.htm

Andaaaaaaaaa, qué sorpresa!!! (Es sarcasmo, no vaya a ser que entre nosotros haya un Sheldon Cooper- me hace gracia esa serie, qué le vamos a hacer)

Ya no alucino cuando me encuentro a una persona que no sabe leer un termómetro, porque mis años de inspección me han demostrado que no es algo tan extraño, y partiendo de esa premisa, que confundan el + y el –, que den al revés a la rueda del termostato y que no entiendan que –18 es más frío que –10, son situaciones más que usuales.

Tampoco me sorprende que el personal que trabaja en supermercados y minoristas desconozcan las temperaturas a las que hay que conservar los productos, pero sí me repatea cuando me encuentro esa situación en plataformas de distribución o en almacenes, en los que das por hecho que, como es su principio de trabajo, deberían ser más estrictos con la temperatura y evitar las roturas de la cadena de frío.

Por otro lado, es más sencillo de lo que parece… en los productos envasados viene la temperatura de conservación (eso sí con letras chiquiticas y al final de toda la retahíla de ingredientes, razones sociales y demás)

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Como consumidora, más de una vez protesto porque me encuentro productos, en cuyo etiquetado indica mantener entre 0-5º y están a temperatura ambiente… pero eso ya, cada cual… aunque claro, ¿quién va a mirar las temperaturas cuando tienes una enorme pegatina en fosforito poniendo

?

Bueno, de todas formas, que cada cual compre lo que le dé la gana… y yo por mi parte, seguiré dando la paliza con estas historias… a lo mejor por pesada…bah, eso no funciona… ya lo sabemos… pero ojo no hagas una inmovilización o hagas destruir el producto, que entonces, jo, qué mala bicha que eres!

sábado, 17 de diciembre de 2011

Un día más… una inspección más… ya casi nada sorprende

Segunda quincena de diciembre. Lugar: obrador de una panadería con dos tiendas propias y suministro a una treintena de establecimientos de hostelería y a una docena de tiendas minoristas… ¿qué llama la atención? Las moscas. Ni una ni dos que se hayan hecho un chaletito para criar y pasar el invierno, no… ¿una decena es mucho? a mi juicio sí y más cuando veo que las superficies metálicas de la maquinaria tienen cagaditas. Coño, y aún me lleva la contraria la panadera, que eso no son cacas, que son salpicaduras de aceite… ya… Por favor, un poquito de seriedad y sinceridad, que somos adultos.

Otro, nuestro amigo guarro de siempre, que ha alegado sobre mi acta que tramitan los servicios jurídicos. No alega que haya arreglado, reparado ni limpiado. No. Alega que ya no hay moscas. Toma, no te jode… con temperaturas rondando el cero todas las mañanas, es esperable y deseable que no tenga moscas. Pues me toca hacer el paripé de ver si sus alegaciones son ciertas… y que urge que haga esas comprobaciones… Lo siento mucho pero tenemos faena navideña con tantas cenitas y comidas de Navidad, carnicerías y pescaderías a tope y jornadas extra en los mataderos… iré cuando pueda y dejando un tiempo prudencial para que todo vuelva a su mierda habitual, que ya es perro viejo y sabe que tras alegar toca inspección y paga a una chica para que le limpie el garito… total, encontraré moscas sin buscar, ya lo sé, puedo copiar cada acta de la anterior y así casi nueve años, dos cierres y un par de intoxicaciones menores, y da igual, a nadie parece importar… y lo de pagar las multas, para qué hablar…

Seguimos con inspecciones… una almazara de esas que el millón de kilos de aceitunas se los hace antes de acabar diciembre… en la zona del descargadero de la aceituna para que entre en la zona de la lavadora hay un camión. Pero está al revés, la caja no está en el descargadero, está el morro del camión… es que se sale el hidráulico y para que no se llene el patio, que se salga en esto que es hondo… No me jodas, un aceite lubricante de motores (mis conocimientos mecánicos no llegan a más) está cayendo donde descargas las aceitunas. Y ahora me dirá que da igual, que como se lavan antes de iniciar el procesado… Dan unas ganas de coger al impresentable por las solapas y cruzarle la cara con la palma plana, plis-plas, plis-plas y qué, ¿de cara a la pared con orejas de burro?

De verdad que una pierde la ilusión con tanto berzotas… cursos y estudios sobre microbiología, química de los alimentos, tecnología alimentaria y de qué me sirven si no los puedo poner en práctica porque sigo en lo básico de Barrio Sésamo con las lecciones de Coco sobre Limpio y Sucio.

Desde luego entre las bajadas de sueldo (camino del 25% del sueldo si se hace realidad lo que nos informan los distintos sindicatos), las bofetadas que estamos recibiendo a nivel social y lo que nos toca ver a diario, mantener la ilusión por este trabajo es un acto de fe.

Como dice una de mis canciones preferidas: “Hoy amanece en mi interior / Sumido en el hielo / Blanco gélido esperar/ En el fondo nada…”

Espero que la semana que viene me encuentre una inspección en la que pueda sacarme el sombrero (el cubrecabezas en mi caso) y decir, no veo deficiencias destacables, qué limpio está todo o muy buenos los controles sobre los puntos críticos… y marcharme con una sonrisa deseando una Feliz Navidad.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

No me apetece

Me he pasado media mañana atendiendo a gente… no había manera de acabar unos informes; si no era el teléfono era alguien que venía a consultar desde como hacer la formación de manipuladores a si para almacenar alimentos  valía el garaje de su casa…

Hombre mujer (me hace gracia eso), si es para sacar un dinerito… ¿y no habrá necesidad de darse de alta, no? es que sabe usted, es para sacar un dinerito… que ya sabe, están las cosas un poco mal… pero si me toca pagar por tener cuatro latas para dar un servicio al pueblo… es que la crisis… hay que buscarse el pan…

Al principio he pensado que era un cachondo que se venía a descojonar de nosotros, pero no… flipo, alucino y me entra una mala leche… Así que, he cogido aire, lo he retenido hasta que he contado lentamente del uno al diez, y con toda la dulzura que me da la mala baba le he contestado con una sonrisa, que sí, que debe darse de alta y tributar a Hacienda como hacemos algunos… y no, no me vale el garaje de su casa con el tractor, ni tampoco su coche para hacer distribución y me importa una mierda si es que su amigo panadero le facilita pan desde otra provincia para que lo venda a domicilio por su pueblo (obviamente esto último con otras palabras, que una todavía se sabe contener, poco, pero todavía)… bbbbbbfffffffgggaggggaaaaggggggiugiggagaggaag

Para colmo estoy barruntando un jamacuco de los míos, no sé si migraña de esas con auras y olores nauseabundos, sonidos de ultratumba, visión rara e hipersalivación rabiosa o si es que estoy incubando un catarro con fiebres delirantes… tendré que hacer caso al consejo de Javier e ir a la tienda esa de D y comprarme una camiseta de esas… aunque sus calcetines para montaña no han evitado que se me congelaran los pies el lunes.

Con todo esto, y con los primeros copines microscópicos de hoy (era una lluvia flotante redondita que apenas mojaba) como que no me apetece una castaña la comida de Navidad de mañana… además faltarán algunos, por causas ajenas a su voluntad comentadas en la anterior entrada… y ya no es lo mismo si faltan los que dan vidilla a esas comidas… y como que estoy roñosa y me jode gastarme el dinero (si es que los compañeros de la comarca vecina son ricos y comilones y para ellos 40 euros es calderilla)… no me lo estoy gastando en libros que los disfruto como una droga, ni en cubatas para olvidar que sigo en Mordor y voy a tener que apoquinar para que otro se beba un vino vulgar con precio de escándalo como hicieron el año pasado, que la broma salió por un pico y comimos fatal, aunque algunos bebieron muy bien y hubo alguna exaltación a la amistad un poco vergonzante.

Nada, que no tengo espíritu navideño ni de fiestas ni de loterías ni ná… me apetece muchísimo más un café largo, de los de antaño, con los amigos, que comenzaba a eso de las cuatro de la tarde (para algunos con el aperitivo) y se prolongaba hasta la madrugada. Arreglábamos las vidas de los otros, ideábamos trabajos cojonudos, nos montábamos unas vacaciones de miedo y terminábamos con dolor de mandíbulas de tanto reír… creo que ni mi vejiga ni mi hígado aguantarían ahora el ritmo… tendré que hacer la propuesta a finales de mes, aunque ya sería casualidad que cuadrásemos días, turnos, estudios y demás… en la lista de regalos de Navidad sería el primer deseo… uy, estoy ñoña, eso es fiebre…

martes, 13 de diciembre de 2011

Y sigue descendiendo la temperatura…

No sé qué tienen estos días que hace que los cementerios tengan trabajo extra… que si el suegro, que si el abuelo, que si el otro viendo el futbol Madrid- Barça se cabreó y se quedó de un arrechucho en el sofá después de jurar que no iba a ver ni un partido más (aunque suene a guasa, cumplió su promesa)

Raro es el día que alguno del despacho no va de funeral, de misa, de entierro, al tanatorio… toquemos madera, que no me apetece nada despedirme para la eternidad de ningún familiar ni amigo… (ya, suena fatal eso de apetecer despedirse, pero siendo realista, me aterra ver a alguien agonizar durante meses sin esperanza de curación o un vegetal con la mente marchita dependiente por completo de los demás… no lo quisiera para mí y no lo deseo para los que quiero)

Total, que entre entierro y entierro, la menda a pasar frío al matadero a las siete y media de la mañana… Uf, que forma de hilar historias más macabra…

Menos mal que La Rubia me prestó una vieja camiseta de esas de Abanderado del año la polca y hecha un adefesio grunge con mil capas de ropa, pasé la mañanica en esa nevera… el postmortem fue a conciencia, al menos calentaba las manos palpando ganglios y cuando regresé a las tres, todo el mundo me mandaba a tomar un baño caliente o comer una sopita…

Hice las dos cosas, ducha calentita antes de comer una rica sopa de mamá… Entre madre y suegra tenemos de nuevo el congelador llenito de ricas viandas… espero que no crean que vamos a Zaragoza solamente por la comida…

lunes, 5 de diciembre de 2011

El día en que…

El día en que nos creímos ricos un café con leche nos costó 1,20 € pero  no nos importó y lo acompañamos de un cruasán, el sol brillaba, la tele resplandecía de anuncios que nos ponían sencillo darnos dinero para todo.

El día en que me dieron las notas de 8º de EGB, mi madre me preguntó que qué quería y yo le pedí “El señor de los Anillos”. Cuánto pesaban los libros camino a casa, pero qué afortunada me sentía... dos semanas inmersas en aventuras.

El día en que nos dimos cuenta de que nunca habíamos sido ricos, hizo sol y me fui de compras, pero todo me pareció carísimo y volví con las manos en los bolsillos.

El día en que conocí a La Rubia me pareció un tipo raro… raro, raro… y no supe si me caía simpático o no.

El día en que me fui a ver Mordor llovía a cántaros y por el cristal del coche solamente veía gotas y gotas y no era capaz de distinguir si era lluvia o es que estaba llorando.

El día en que aprobé la carrera debía hacer calor, porque todos iban de manga corta pero yo estaba helada esperando a que colgasen las notas de la última asignatura y cuando vi mi nombre y la nota, lloré hasta que me cansé… tal berrinche llevaba que algunos pensaban que había suspendido.

El día en que me lié con La Rubia era la champanada de la facultad… acabé en una clase de derecho oyendo hablar de la ley de costas con un pedo importante… fui incapaz de ir a la cena con los amigos y acabé durmiendo la mona ante el descojone de mi padre… uf, ha llovido desde entonces…

El día en que me hice autónoma tuve que pedirle pasta a mi madre porque no tenía ni un duro para pagar nada… me costó casi un año devolverle todo el dinero.

El día en que jugábamos un partido importante en el equipo de baloncesto del colegio me dolía horrores un tobillo porque recogiendo la mesa había saltado para dar con la mano en el techo y me lo había torcido… el partido fue duro, para ser unas niñatas, y sudé como en la vida… tres meses de escayola y el peroné roto por dos sitios.

El día en que firmé mi primer contrato como veterinaria de sanidad no pude dormir en toda la noche de los nervios. Entré a trabajar a las seis de la mañana, salí a las dos a comer al bar de jubilados y a las tres enganché de nuevo hasta las nueve de la noche… así 21 días de frio invierno durmiendo en una pensión viejísima y pasando un frío de cojones en un matadero… de nuevo tuve que pedirle dinero a mi madre hasta para comer y su coche viejo para poder llegar… el sueldo se convirtió en menos de medio sueldo cuando le devolví la pasta.

El día en que me di cuenta de que estaba embarazada, llevaba dos semanas encontrándome fatal. En Mordor, qué horror pensé, no es lugar para criar ni a un chimpancé… pero ya habría tiempo para solucionarlo; un mes más tarde se fue todo a tomar por saco y Mordor se tornó más gris si cabe…

El día en que vuelva a casa, la juerga durará tres semanas… y seguro que como siempre protestaré por algo… igual que protesté después de que dije que si aprobaba la química, no protestaría nunca más… igual que prometí no quejarme si conseguía aprobar una oposición y luego me he quejado y lamentado… al igual que cuando… y cuando…

El día en que todo me parezca bien, la habré cagado, seguro…

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La comidilla del centro de salud

Estos días no sé si me he sentido más como una arrestada o como Miss Daisy: me recogían, me llevaban en coche y me traían de vuelta…

… claro que eso de ir custodiada por la Guardia Civil, atravesando las salas de espera da juego para la imaginación… ¿qué habrá hecho que se va en el coche de los picoletos? ¿dónde irán? ¿a qué? Además iba sentada en la parte de atrás y en casi todos los coches, las puertas había que abrirlas desde fuera, con lo cual o parecían muy caballerosos abriéndome y cerrándome la puerta o parecía que estaba arrestada…

El mosqueo de la gente ha ido en aumento y ya hasta algunos médicos se me cuadran cuando me ven. Y todos preguntan y yo, la verdad, es que sigo sin enterarme de por qué hemos hecho estas inspecciones conjuntas… pluralizo pero vamos, que salvo los de hoy que eran muy agradables y preguntaban y los de anteayer, que hasta uno cogía notas, los otros como si vieran llover y me he clavado un huevo de inspecciones yo solita con todo el papeleo que conlleva.

Ayer, incluso me llamó un carnicero por la tarde… obviamente no iba a preguntar directamente y empezó con historias sobre las vacaciones de Navidad, que anda que no queda… y yo, venga, al grano, qué pasa… y el otro, ¿te han amenazado? ¿te ha pasado algo para ir con una pareja de la Guardia Civil? ¿iréis a verme? Es que te han visto en tal sitio, me ha dicho Fulanito que estuvisteis en su almacén… que casi se caga de susto… Claro que las dos primeras preguntas no son las importantes, la que le agobia es la de si vamos a ir a verle… no tiene desparpajo ni nada el muchacho…

Algunos no han sido muy habladores, pero todos tienen la deformación profesional esa que parece que les obliga a preguntarte de dónde eres pero de mil formas distintas… como ya me lo sé de historias que cuenta La Rubia o de cuando me toca poner denuncias por destrozo de los coches, ya contesto a monosílabos. No eres de por aquí, ¿verdad? No… y se hace un silencio hasta que siguen, ¿de dónde entonces? De lejos, digo, pero luego me entra la risa, les contesto y les digo que todos me han hecho las mismas preguntas y que tienen ese vicio cotilla… Ya sé que me esperan cinco minutos que parece que esté en un interrogatorio. Pero bueno, yo les pago con lo mismo…

Después de estas horas con los de verde tengo que confesar que salvo una pareja de destalentados chulitos, los demás me han parecido tipos bastante normales… eso sí, demasiado educados y marciales con tanta cuadratura y tanto mi teniente, mi capitán y esas cosas, pero  ya sé que eso de las jerarquías es como en el ejército. Me han contado historias, hemos comentado cotilleos y hasta me han pagado un cortado rápido a media mañana. Alguno me ha cogido la cartera con todos mis chismes y me ha sujetado la carpeta durante la inspección… no estoy acostumbrada a estos detalles, pero está bien, mientras  me pringo con el pescado, me sujetan los papeles…

Me parece que es muy vocacional lo de ser Guardia Civil, porque desde luego no lo harán por el sueldo… paupérrimo, paupérrimo… aunque claro, hay tanto trabajo tan mal pagado… o algunos demasiado bien pagados… No me extraña que de vez en cuando haya alguno avinagrado hasta las trancas…

Espero que después de esto, se hayan quedado con mi cara y no me paren cuando vaya en coche, jejejeje (bueno, supongo que ya no me pondré tan nerviosa como la última vez… o sí, que soy yo y mis nervios nerviosos)… y sobretodo, que no se pongan a meterse en las industrias a mirar etiquetados y a creerse que saben de esto… yo me he ofrecido a que cuando tengan dudas me llamen (pero no a las tres de la mañana) y que salvo los días que me voy a mi casa, el teléfono del trabajo siempre lo tengo operativo… Ya veremos…

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un domingo casi perfecto

Desayuno con el libro, lástima que no tuviera pan suficiente para hacer unas tostadas. Ducha, ropa cómoda que me voy con el perro a que corra un poco por el campo.

De lejos se oían los tiros de los cazadores… atravesamos el pueblo. Ni una persona, ni un coche… solamente nos encontramos a Randy, un perruno muy simpático que me ha pisado con sus patas llenas de barro. Llegamos hasta un camino tan poco transitado que ya no parece ni camino. Por si las moscas, y aunque sé que el chucho no me va a hacer mucho caso, le digo que no se vaya lejos (ya, soy una majara que intenta razonar con los animales).

Olisquea por aquí, huele por allá, mira a lo lejos porque se oyen ladridos y tiros, pero están muy lejos. Una carrerita por aquí, ahora me espero a que vengas. Charco hasta las corvas y yo me lleno de barro. Hasta aquí llega la basura del pueblo, un envase vacío de gel, unas latas de cerveza, un montón de bolsas de plástico y hasta los restos de un mueble… qué cerdos!

Hace un frío de la porra, a pesar de que luce el sol. Aprieto el paso para entrar en calor. El perro sigue con sus carreras y derrapes y de vez en cuando viene corriendo a saludarme como diciendo, qué guay, mola. Nadie ni nada, ni siquiera nos llega el ruido de los coches que pasan por la carretera…

Una horita más tarde el perro vuelve a casa con botas de barro (como yo) y los dos con una sed atroz. Solamente nos hemos cruzado con un señor mayor encorvado en grado extremo. El perro parecía cansado pero en seguida busca su pelota para jugar. Hago cuatro cosillas de limpieza casera y ya me pongo manos a la obra a cocinar escuchando discos viejos de Placebo. Tras comer, La Rubia prepara café y yo me acomodo en mi sillón de lectura. Paso de la F1. Página tras página, avanzo con la novela hasta que ya me ilumino con el reflejo de la tele y una farola de la calle. Porras, con lo cómoda que estoy. Noto las rodillas chirriar al levantarme. Nada, mejor nos vamos a sacar al perro de nuevo.

Hace frío. Nos cruzamos con un atajo de mujeres con los pelos huecos. Un Yorkie se nos pone chulo y el nuestro reprime un mordisco. Un tipo con parsimonia viene a por el perro llamándolo idiota. A la vuelta hemos visto a Lolita, una perra que parece que toma café. Se pone panza arriba para que le hagamos cuatro carantoñas. Desde luego, tenemos más vida social con perros que con personas…

De nuevo en casa (aunque seguimos pensando en que es una casa provisional, la nuestra está lejos). La Rubia está con su libro de un arquero en la guerra de Inglaterra con Francia y una cervecita junto a él. Yo he puesto el tenis pensando que ya acababa pero comienza un último set. Me da igual quien gane. El perro juega con un calcetín viejo en el que dentro tiene un hueso de goma.

En cuanto acabe de escribir esto volveré al libro aunque sea un rato antes de hacer la cena… empanadillas al horno, receta de Arguiñano de hace años que La Rubia me enseñó.

A este día le pega una canción… buscaba una alegre y marchosa pero pensándolo mejor, hay días en que el silencio y no ver la cara de nadie es un gustazo… Enjoy the silence