martes, 21 de septiembre de 2010

Todo el mundo miente... ya lo dice House

La rutina va imponiéndose poco a poco. Ya no queda nadie de vacaciones, comenzamos a abrigarnos a primera hora de la mañana… dentro de poco habrá que buscar las bufandas y cazadoras.

También la rutina de la mentira sigue presente de forma perenne. Todo es una gran mentira, pero eso, ya lo sabíamos. Lo que jode es que no se disimule.

Miente la Administración cuando se llena la boca con la sanidad y la seguridad alimentaria y luego perdona multas y cierres de establecimientos que suponen un riesgo para la salud escudándose en la política de habas. No van a cerrar ningún sitio por ser guarros y tampoco por no pagar las multas ni hacer nada. Nosotros pedimos cierres que el político de turno no apoya ni acepta, entonces, ¿por qué diablos se indica en la legislación la posibilidad de cerrar o suspender la actividad de establecimientos ante deficiencias que puedan ser un riesgo para la salud? Joer, si sacar a la venta productos con salmonella no es un riesgo para la salud… ¿Qué tendrá que pasar? ¿Cuál es el límite de afectados que se supone que debe contar para un cierre o una suspensión? ¿5 afectados, 10, 100…? Como siempre, dependerá de los votos que se ganen o se puedan perder.

Por otro lado, estamos ya cansados de todos aquellos que nos dicen que van a limpiar, que van a reparar, que van a cambiar, que van a… que van a… Nuestro grado de incredulidad es tal, que hasta a veces, me cuesta creer a mi propia gente… a fuerza he aprendido a no creer nada de lo que me dicen y al final extrapolas a tu vida personal; menuda mierda.

Al final, hasta mentimos nosotros; mentimos a la gente para meterle “miedo” y que haga algo antes de que la situación se descontrole totalmente. Nos mentimos entre nosotros porque siempre hay uno que quiere parecer el megaguay de los inspectores (pobre loco), y finalmente nos mentimos a nosotros mismos para poder ir aguantando un día más, una semana más, un mes más…

Toda esta castaña viene de hoy, de que en tres inspecciones, en las tres me han mentido como bellacos… y échale narices, que para chula yo, y si me contaban milongas, yo otras tantas (que te pueden cerrar, que la multa será enorme, que...)… todo sea para que, aun con mentiras, consiga que esos lugares no me quiten el sueño por sus prácticas sanitarias.

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