lunes, 9 de agosto de 2010

Deformación profesional


Una mala costumbre, fruto del trabajo, es la de mirar cualquier "aspecto" sanitario en el sitio en el que esté comiendo o tomando algo... Ya no es deformación profesional sino un vicio que ni en vacaciones dejo y eso que hago todo lo posible para evitarlo: siempre intento ponerme de espaldas a la cocina y de espaldas a cualquier puerta de paso a almacén o similar. Así, ojos que no ven, ración que como...

Hasta llegar a eso, hay veces que al entrar a los sitios, doy media vuelta y para fuera... La Rubia ya se ha acostumbrado a mis manías aunque a veces dice que en ese sitio y punto... claro está que ayer comimos en un sitio que yo hubiera precintado el garito sin dudar.

Intento morderme la lengua ante las cosas que veo y no dar la comida a La Rubia o a la gente con la que estoy. A pesar de eso, me doy cuenta de que me miran antes de pedir algo y muchas veces obvian cosas como la ensaladilla rusa o los ahumados si ven que pongo caras raras... y eso que yo intento poner cara de sota...

Eso sí, jamás hago ningún comentario de si soy inspectora de sanidad o tonta del bote. Llego como mucho a pedir que me cambien un plato o un tenedor sucio y eso, para la doña vergoncitis que soy, es un paso enorme.

Seguimos de vacaciones a pesar de que no hemos parado ni un momento.

2 comentarios:

  1. Me alegra ver que aunque estás de vacaciones no has abandonado tu netbook, jejeje

    Disfruta e intenta desconectar... yo para evitar ciertos sitios "non gratos" me llevé la thermomix, jajaja

    Saludos desde la capi

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  2. Por favor, si soy una gadgetomana... nunca sin mi mp3, mi netbook, mi garmin, la cámara de fotos, el móvil (que apenas uso)... salvo el ebook que se jode con la arena... hasta la plancha de pelo para ir de bodorrio...

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