sábado, 22 de mayo de 2010

Fenómenos extraños

Supongo que como a todo el mundo, de vez en cuando nos pasan cosas "raras". La última ha sido curiosa.
Como todos los días, a eso de las nueve de la noche llamo a mi casa... salvo los sábados. Si un día fallo, y ya se acercan las diez, mi madre llama, no preocupada sino poniendo falta... Hija, ¿qué no te acuerdas que tienes madre? Si no contesto al fijo llama al móvil directamente preguntado que dónde estoy. Esto no quita que de vez en cuando nos llamemos a otras horas o que mi hermana me llame nada más colgar (debe ser que le cuesta pedirle a mi madre que le pase el teléfono... hermanas pequeñas, siempre unas petardas)

Pues nada, como hija bien mandada marco el número de casa. Ups, me sale una señorita diciendo que la línea desde la que estoy llamando ya no pertenece a esa compañía telefónica y que la baja me la tramitarán en menos de quince días. Pi-pi-pi...

Internet va, recibo llamadas pero no puedo llamar... anda, sí puedo llamar a un número, el de atención al cliente... Ya verás, me van a liar, no voy a entender la mitad de lo que me dicen (parece que hablan desde la estratosfera, con eco o que están afónicos). Sorpresa, sorpresa, superagradables y amables...

Me hacen llamar desde el móvil (ese pingo que apenas uso desde que La Rubia vino a vivir aquí) para hacer pruebas con el fijo. No pueden solucinarlo. Para entonces mi madre ya me ha llamado echando la bronca por olvidarme de ella. El tipo que intentaba solucinar el tema decía todo el rato, vamos a ver, vamos a ver... disculpe doña tal que estoy tardando un poco... nada, tranquilo que estoy viendo la paliza del Barça en el basket, menudo triple de Basile (que se parece al novio de mi hermana)... y por favor no me llames Doña tal, que me suena a mi madre y yo te estoy tuteando.
Me piden disculpas porque no lo pueden solucionar pero que no me preocupe que dan aviso a otro técnico. Ya está, ya la hemos cagado, todo el fin de semana sin teléfono. No es que me importe, no hacemos muchas llamadas pero seguro, que se cumple la Ley de Murphy y si necesitas el teléfono seguro que va a ser cuando no tengas línea, además de estar pagando el servicio (eso se descuenta con facilidad).

Vemos el basket y empezamos a ver Sons of anarchy, una serie que hemos descubierto que es entretenida, de moteros, violencia gratuita y con un humor un tanto macabro. Me llaman al móvil que ya está solucionado y que haga una prueba. Efectivamente, puedo llamar. Le pregunto qué ha sido y me lo cuenta de tal forma que lo entienda... sorprendente... de paso, aprovechando le pregunto otro problemilla que tenemos con Internet, me cuenta lo que tengo que hacer y listo.

Primero me dejó sorpendida la historia de la línea, pero luego, me sorprendió el trato y la eficacia con que me resolvieron el problema... será porque en la anterior compañía me desquiciaban y acababa mandándoles a tomar por saco (amablemente, los gritos eran en cuanto colgaba).

Manda narices que te sorprendas porque la gente te trate con amabilidad y eficacia, y no que la sorpresa sea cuando te tratan mal. Estamos en el mundo al revés, qué petardos somos.

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