miércoles, 26 de mayo de 2010

El destroyer again

Está claro que en este mundo tiene que haber de todo, guapos, feos, altos, bajos, listos, inútiles... pero creo que este último colectivo se encuentra en auge, o es que me persigue la mala suerte y me tocan todos a mí... a lo mejor soy un imán para la inutilidad, o es la venganza de mi karma por mis malas vidas pasadas, o resulta que me encuentro en el lugar equivocado en el momento más inoportuno.

Después de aguantar el domingo música hasta las mil (de esa de lata, verbenera y machacona), de tener la calle atestada de coches que ni me dejan salir de casa(aquí las aceras no se usan más que para aparcar) tracas y petardos y grititos de niños comulgantes, me he ido de inspección al megarestaurante cercano a mi casa para ver en qué estado quedó la cocina.
Atención, siendo superbuena, TRES DÍAS más tarde de las comuniones...

AY ILUSA MEAPILAS, tú que pensabas que iban a guardar las comidas testigo
AY BOBA, tú que pensabas que ya habrían limpiado todas las ollas usadas desde el domingo
AY SO MEMA, tú que imaginabas que habrían limpiado todo el estropicio del domingo

Si ya me lo dice de vez en cuando mi madre, ABABOL, más que ababol... Sigo siendo una inocentona llena de esperanza...

El destroyer (a estas alturas archiconocido por protagonizar al menos dos entradas en el blog) decía que es que había tirado los platos testigo... ya y mi abuela vuela en una alfombra con aladino.
También decía que como han trabajado tanto el fin de semana, han descansado las que se ocupan de la zona sucia y del tren de lavado... joer, pues cuántos días libres tienen que las marmitas, ollas, cacerolas, copas, platos... siguen allí más resecos que el pie de la momia de Tutankamon
Y la limpieza, que claro, que cuando acaben las comuniones ya harán una limpieza en profundidad de la cocina.

De verdad, qué inútiles hay en algunas partes. ¿Qué hago, le tiro de la oreja, le escupo al ojo, lo ato a una fregona...? Si eres jefe de una cocina, haz de jefe, manda, discute con el dueño, imponte... y luego, que fíjese usted, la niñata de sanidad que me levanta acta y me ponen una multa... Ay si fuera jefa del destroyer y tuviera que gobernar esa cocina, lo primero, mandarlo a su casita con sus miles de trapos llenos de mierda.

Este finde hay de nuevo comuniones, volveré a tocar los huevos y ni lloros, ni disculpas ni rabietas, hago el gesto de la mamma siciliana (habrá que pensar en hacer videoblog), próxima inspección, tolerancia cero.

Y fin, que estoy harta de contar siempre las mismas cosas, en el trabajo y en el blog

2 comentarios:

  1. Viendo que hay pocos comentarios, me lanzo a ponerte uno.
    Me gusta el enfoque que das, contar cosas serias tal como las vives y piensas y en muchas ocasiones con gran humor. Me parece una estupenda vía de escape para tu salud mental y ya de paso al leerlo me lo paso bien.
    Saludos para ti y La Rubia. Me parece que se queda sin gofres durante unos meses.

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  2. Gracias por seguir mi dicharachera deriva mental, si además te hace reir, mejor que mejor. Y sí, en el armario no quedan gofres para desdicha de La Rubia.

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