jueves, 27 de mayo de 2010

JUERNES

Esta mañana he estado de inspección en mi industria favorita: son agradables, responsables, simpáticos, tienen pinta de buena gente, se preocupan por su negocio y siempre están mejorando su empresa. La empresa la fundó el abuelo y allí pringan como jabatas el hijo y las nietas; ni saben de horarios ni saben de vacaciones, si se llenan de mierda, pues bien, si toca coger un destornillador, una fregona o una brocha, la cogen. Es su empresa, es su pan y es su futuro.

Y eso que cuando llegué hace siete años me pareció la industria del conde Dracul de Barrio Sésamo. De la primera visita a esta última el cambio y la modernización ha sido abismal. No he sido la culpable pero en parte me siento cómplice y me ha gustado ser testigo de este cambio. Ellos han aprendido y yo también y aprender siempre, siempre, es bueno.

Así que ha sido una de esas visitas en las que pones alguna deficiencia porque no crees en la perfección, pero siempre, pongas lo que pongas, ya lo han detectado y ya están cavilando la solución. En la siguiente inspección, está solucionado de forma eficaz.

Pues nada, contenta y feliz por acabar la semana bien... si, para mí hoy es juernes, pero ya hacía un mes que no pisaba Zaragoza y mi madre ya no sabía si tenía tres hijas o ya solamente le quedaban dos. Hemos cogido los petates, perro incluido y nos hemos lanzado a la carretera... camino a la oscuridad, a las nubes y hacia la tormenta... camino a Mordor... y Mordor nos ha engullido.

Tres tormentazos de esos de rayos y truenos (los truenos se escuchaban a pesar de la música), un par de granizadas y después, la granizada terrible. Mi coche en un túnel de agua y granizo. La carretera llena de agua como un río, después una capa espesa de hielo. Sitio donde intentaba parar, sitio equivocado, con agua saliendo como si fuera un surtidor, rotondas que parecían piscinas, gasolineras llenas de coches bajo techado que después ni idea de cómo iban a cruzar la riada para llegar a la carretera. Al final me he parado en un polígono industrial. Y como siempre, en cuanto paras, deja de llover.

... Claro está, que cuando reanudas la marcha, vuelve la tromba a la carga... y así casi cien kilómetros. He llegado a Zaragoza oliendo peor que si hubiera jugado un partido de baloncesto... mis nervios nerviosos que me hacen sudar ese sudor frío y asqueroso.

Así que aquí estoy, en el sofá de casa de papá y mamá, con mi madre preparándome la cenita, el perro enredando con mi hermana, mi padre contándome historias del curro (un congreso en inglés que le agobia un tanto), mi otra hermana con sus marietadas varias...

Hogar, loco hogar.

... mi paraiso particular...

miércoles, 26 de mayo de 2010

El destroyer again

Está claro que en este mundo tiene que haber de todo, guapos, feos, altos, bajos, listos, inútiles... pero creo que este último colectivo se encuentra en auge, o es que me persigue la mala suerte y me tocan todos a mí... a lo mejor soy un imán para la inutilidad, o es la venganza de mi karma por mis malas vidas pasadas, o resulta que me encuentro en el lugar equivocado en el momento más inoportuno.

Después de aguantar el domingo música hasta las mil (de esa de lata, verbenera y machacona), de tener la calle atestada de coches que ni me dejan salir de casa(aquí las aceras no se usan más que para aparcar) tracas y petardos y grititos de niños comulgantes, me he ido de inspección al megarestaurante cercano a mi casa para ver en qué estado quedó la cocina.
Atención, siendo superbuena, TRES DÍAS más tarde de las comuniones...

AY ILUSA MEAPILAS, tú que pensabas que iban a guardar las comidas testigo
AY BOBA, tú que pensabas que ya habrían limpiado todas las ollas usadas desde el domingo
AY SO MEMA, tú que imaginabas que habrían limpiado todo el estropicio del domingo

Si ya me lo dice de vez en cuando mi madre, ABABOL, más que ababol... Sigo siendo una inocentona llena de esperanza...

El destroyer (a estas alturas archiconocido por protagonizar al menos dos entradas en el blog) decía que es que había tirado los platos testigo... ya y mi abuela vuela en una alfombra con aladino.
También decía que como han trabajado tanto el fin de semana, han descansado las que se ocupan de la zona sucia y del tren de lavado... joer, pues cuántos días libres tienen que las marmitas, ollas, cacerolas, copas, platos... siguen allí más resecos que el pie de la momia de Tutankamon
Y la limpieza, que claro, que cuando acaben las comuniones ya harán una limpieza en profundidad de la cocina.

De verdad, qué inútiles hay en algunas partes. ¿Qué hago, le tiro de la oreja, le escupo al ojo, lo ato a una fregona...? Si eres jefe de una cocina, haz de jefe, manda, discute con el dueño, imponte... y luego, que fíjese usted, la niñata de sanidad que me levanta acta y me ponen una multa... Ay si fuera jefa del destroyer y tuviera que gobernar esa cocina, lo primero, mandarlo a su casita con sus miles de trapos llenos de mierda.

Este finde hay de nuevo comuniones, volveré a tocar los huevos y ni lloros, ni disculpas ni rabietas, hago el gesto de la mamma siciliana (habrá que pensar en hacer videoblog), próxima inspección, tolerancia cero.

Y fin, que estoy harta de contar siempre las mismas cosas, en el trabajo y en el blog

lunes, 24 de mayo de 2010

grbrrbuagchofayughhhhh!!!!!

El título lo dice todo...

Todas las exclamaciones y onomatopeyas existentes sobre asco, repelús, repugancia, guarrería...

Lo primero que he hecho al regresar al trabajo es dejar las carpetas sobre el suelo (ni de coña las ponía sobre la mesa), meter la bata en la lavadora y lavarme las manos y la cara.

El acta de inspección chorrea grasa rancia y las letras se han quedado desvaídas como los cuadernos viejos de recetas de mi abuela.
No creo que sea necesario mandar un informe para explicar el problema de grasa y suciedad existente... solamente mandando el acta con la pinta que tiene y el olor impregnado debería ser suficiente.

Manda narices que me han dicho que estaban limpiando... jo, flipa, si les chorreaba grasa por la ventana y en la calle había un charcazo de aceiturri... Y decían que no había moscas, no, si me la he traido metida en el bolsillo para tocaros los huevos... 20-30 moscas y dicen que no tienen... que se graduen la vista

Y las comidas florecidas en la vitrina a 21ºC, la nevera a 17ºC, el arcón congelador desenchufado con productos "anteriormente" ultracongelados...

Seguro que han rescatado del cubo de basura todo lo que le he hecho tirar.

Yo que pensaba que la cochinota era la madre cocinera... se ha jubilado y el hijo sigue la estela... la estela de grasa y ranciedad, de madera impregnada de grasa absorbida durante años, de comida podrida y maloliente... eso sí, en un entorno y marco cultural precioso e idílico, al económico precio de 40 euracos...

Para desfachatez, no han pagado una multa en la vida (y no será porque no se les haya abierto expediente)... es que es muy complicado seguirles la pista (según el jurídico) porque como cambian continuamente de razón social... Y siempre son los mismos...

Trabajo sucio, absurdo y en balde. Una auténtica bomba con el contador ya casi en cero. Ya veremos qué diablos hace el jurídico... yo por si acaso protejo mis espaldas (iba a poner culo pero me sonaba un tanto feo).

sábado, 22 de mayo de 2010

Fenómenos extraños

Supongo que como a todo el mundo, de vez en cuando nos pasan cosas "raras". La última ha sido curiosa.
Como todos los días, a eso de las nueve de la noche llamo a mi casa... salvo los sábados. Si un día fallo, y ya se acercan las diez, mi madre llama, no preocupada sino poniendo falta... Hija, ¿qué no te acuerdas que tienes madre? Si no contesto al fijo llama al móvil directamente preguntado que dónde estoy. Esto no quita que de vez en cuando nos llamemos a otras horas o que mi hermana me llame nada más colgar (debe ser que le cuesta pedirle a mi madre que le pase el teléfono... hermanas pequeñas, siempre unas petardas)

Pues nada, como hija bien mandada marco el número de casa. Ups, me sale una señorita diciendo que la línea desde la que estoy llamando ya no pertenece a esa compañía telefónica y que la baja me la tramitarán en menos de quince días. Pi-pi-pi...

Internet va, recibo llamadas pero no puedo llamar... anda, sí puedo llamar a un número, el de atención al cliente... Ya verás, me van a liar, no voy a entender la mitad de lo que me dicen (parece que hablan desde la estratosfera, con eco o que están afónicos). Sorpresa, sorpresa, superagradables y amables...

Me hacen llamar desde el móvil (ese pingo que apenas uso desde que La Rubia vino a vivir aquí) para hacer pruebas con el fijo. No pueden solucinarlo. Para entonces mi madre ya me ha llamado echando la bronca por olvidarme de ella. El tipo que intentaba solucinar el tema decía todo el rato, vamos a ver, vamos a ver... disculpe doña tal que estoy tardando un poco... nada, tranquilo que estoy viendo la paliza del Barça en el basket, menudo triple de Basile (que se parece al novio de mi hermana)... y por favor no me llames Doña tal, que me suena a mi madre y yo te estoy tuteando.
Me piden disculpas porque no lo pueden solucionar pero que no me preocupe que dan aviso a otro técnico. Ya está, ya la hemos cagado, todo el fin de semana sin teléfono. No es que me importe, no hacemos muchas llamadas pero seguro, que se cumple la Ley de Murphy y si necesitas el teléfono seguro que va a ser cuando no tengas línea, además de estar pagando el servicio (eso se descuenta con facilidad).

Vemos el basket y empezamos a ver Sons of anarchy, una serie que hemos descubierto que es entretenida, de moteros, violencia gratuita y con un humor un tanto macabro. Me llaman al móvil que ya está solucionado y que haga una prueba. Efectivamente, puedo llamar. Le pregunto qué ha sido y me lo cuenta de tal forma que lo entienda... sorprendente... de paso, aprovechando le pregunto otro problemilla que tenemos con Internet, me cuenta lo que tengo que hacer y listo.

Primero me dejó sorpendida la historia de la línea, pero luego, me sorprendió el trato y la eficacia con que me resolvieron el problema... será porque en la anterior compañía me desquiciaban y acababa mandándoles a tomar por saco (amablemente, los gritos eran en cuanto colgaba).

Manda narices que te sorprendas porque la gente te trate con amabilidad y eficacia, y no que la sorpresa sea cuando te tratan mal. Estamos en el mundo al revés, qué petardos somos.

viernes, 21 de mayo de 2010

La crisis como excusa

Que la crisis nos afecta a todos es evidente... con la rebaja de mi sueldo comenzaré con recortes en gastos, está claro. Pero no por estar en crisis mi casa es un nido de guarrería.

Mi asunto de hoy es el de los tipos que ponen como excusa la crisis para justificar la mierda y la desidia (es bonita la palabra desidia- es que es viernes y una ya está para el arrastre).

Pongamos ejemplos reales.

Una pequeña fábrica de conservas; de esas que la más barata y pequeña ya casi te cuesta 10 euros y que se venden en tiendas gourmet, tiendas de áreas de servicio y lugares por el estilo.
Desde hace siete años hay cosas que se repiten sin cesar, inspección tras inspección. En una auditoría que se le hizo, se volvieron a indicar, solicitando que la propia empresa estabeciera un cronograma en el cual se considerasen las correcciones a las deficiencias y ellos mismos se impusieran unos plazos. El gerente, con su chulería, se puso unos plazos y unas exigencias que no pensaba cumplir, poniendo como excusa que los bancos no le daban crédito mientras por otro lado, se construía una casa de 500 metros cuadrados y se compraba un Land Cruiser con todos los extra... eran las vacas gordas y no fue capaz de poner un puñetero burlete en una puerta por donde le entraba tierra, bichos y hojarasca. Siempre con el puño prieto prieto, cual tío Gilito, pero solamente para las cosas de su empresa, porque de dinero cash (como dice la rubia esa que sale tanto en la tele) el señorito se paseaba con 6000 euros en la cartera (de verdad, de verdad, que con mis ojos miopes lo vi)

La pichi de la jurídico le dejó caducar un expediente y el siguiente le impuso la ridícula multa de 150 euros por casi treinta deficiencias, la mayoría de limpieza y mantenimiento de las instalaciones, así como la de etiquetado incorrecto (realmente etiquetado falso como el billete de 30 euros).

Han pasado los meses y ha llegado la crisis. Y a esta empresa también... las cestas de navidad que le encargaron fueron menos generosas este año, la gente compra paté Hacendado en vez de paté de venado a la crema de azafrán o compra fabada Dia en vez de judías con faisán estofado con perdigones de caza...

Sigue sin corregir nada... ni siquiera pone el puñetero burlete en la puerta... es que es la crisis, alega... ni que el mocho y la escoba fueran caros. Ni que la lejía o el trapito para el polvo costasen un disparate... tan tacaño y cutre es, que no pone bombillas donde se le funden, y así, obviamente se disimula la mierda entre la penumbra. Pero sigue trabajando, los almacenes se llenan y vacían aunque ahora use materias primas más baratas y prepare conservas con menos pijerío que antes.

A mi no me come el tarro. Ha ido de guay siempre y pasando de todo y ahora pone como excusa la crisis para no limpiar, no mantener y no reparar la maquinaria de su conservera... eso sí, con nuevo coche en la puerta de su megacasa.

A mi compañera le ha llorado todo lo llorable... pero el procedimiento es el procedimiento, tío no has limpiado, las anteriores inspecciones fueron en acta porque así lo dejaron indicado los jefes y así se hace ahora... Pues ahora ella tiene remordimientos, es que la crisis nos afecta a todos...
Pues claro que nos afecta a todos, pero no me jodas, que limpiar se ha limpiado toda la vida en la casa del más pobre y en esto no hay excusas... ¿Podríamos retrasar el informe? Pues no señor, que no va a limpiar, o es que ¿todavía crees que va a realizar el esfuerzo de coger una escoba o un pañito? Tampoco es que yo pretenda que le pongan una gran multa (que se la merece y desde hace tiempo)o que se le cierre la industria pero ya vale de que me pongan como excusa la crisis para no limpiar... Total, como se esteriliza todo... ya... pero como no me mantienes el esterilizador ni la cerradora, ni estandarizas procesos, ni haces una puta analítica...

El ejemplo opuesto, un Área de Servicio de la Autovía, que no había visto los almacenes y las cámaras más limpias y ordenadas en la vida y la cocina más limpia que cuando se estrenó... menos clientes, menos comidas, da más tiempo a limpiar y ordenar.

No soy una obsesa de los ambientes estériles y desinfectados (obsesa de la esterilidad me sonaba un poco a limpieza étnica) pero la crisis no justifica la ausencia de limpieza. Y punto. Y eso no es negociable.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Inutilidad supina

En ocasiones no sabes si la gente hace lo que hace o no hace lo que no hace por vagancia, choteo o por ganas de tocar los huevos.

Nos hemos pasado la mañanita todos como tontos recogiendo muestras para varias cosas, que si agüita para Legionella, que si pollo para Campylobacter, que si preparados cárnicos con ternera para E coli... Con estas últimas, casi nos volvemos locos porque aquí la ternera la debemos comprar bien pocas personas y mucho menos es que haya hamburguesas o cosas similares que lleven vacuno.

Como tontas esta mañana carnicería para arriba, super para abajo, salchichería a la que parar... si antes estos productos se vendían, con la crisis como que la gente se tira al pollo y al cerdo. Para colmo nos avisan que si podemos coger más muestras, que en otros lados no pueden y que por favor, por favor, si podéis. A 80 kilómetros hay un super en el que puede haber... coge los chismes y pírate.

Y luego llaman del despacho, que ya está el conductor... pues muy bien, son las doce de la mañana, llevo como una idiota desde las nueve cogiendo muestras y haciendo inspecciones y hasta las dos menos cuarto no llego ni de coña. Pues que corra. Si, los cojones que a la que multan es a mí y paso de que el señorito conductor tenga prisa por llegar a comer... además que le ahorro 160 kilómetros de camino que no me venga con prisas, que los puntos son míos.

Llega, deja chismes, organiza actas, deja batas, cambia neveras por otras... bfff ya está. Me pongo con otras cosas, que si este está de alta, que si este está de baja, que si viene un chico a preguntar una cosa, que si una anónima se queja de una cosa que ni le va ni le viene (ganas de joder al exmarido de su amiga), que si el correo, que si una panadería con gorgojo...

Tres menos cuarto, llama la encargada de recepción de muestras... que no están. ¿Cómorrrrrrr????? Si el conductor ha estado casi dos horas pululando entre el bar y el despacho... ¿dónde están las muestras????
En el frigorífico... entonces, ¿qué demonios se ha llevado? ¿No notaba que las neveras portátiles no pesaban? ¿Qué hacía con las muestras que le daba la auxiliar????

Para rematar, que si las podemos llevar a la capital... 75 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta... pues va a ser que ni de coña, que llevo 200 hechos esta mañanita.

Así que tanto correr y tanta tontería para que el listillo del conductor no se las lleve... me huele a que se ha picado por tener que esperarnos (no solamente mis muestras sino las de tres compañeros más) y se ha llevado las de aguas y las otras las ha dejado.

¡Cuánto echo de menos a los anteriores conductores! Si tenían prisa, te llevaban casi volando a tomar muestras o quedábamos a mitad de camino... y desde luego no se presentaban a las nueve de la mañana a por muestras que deben cogerse en el mismo día.

Como me digan que hay que hacerlas de nuevo me cago en el conductor y en sus neveras... seamos positivos, al menos nos repartiríamos casi tres kilos de hamburguesas entre 11 personas del equipo (aún da para unas cuantas hamburguesas).

lunes, 17 de mayo de 2010

Hermanitas de la caridad sacando garra

A pesar de que muchos no lo crean, los inspectores de sanidad somos como hermanitas de la caridad, pedimos, rogamos y perdonamos a los pecadores... Muchas veces no es porque queramos, sino que nuestros superjefes y jurídicos no están por la labor de sancionar y prefieren mandar tropemil tironcillos de oreja que no van a ningún sitio (política como siempre y que nunca me cansaré de decir). Un papelito pidiéndoles que por favor se porten bien y no vuelvan a pecar y ni padres nuestros ni aves marías ni ná de ná.

Pues las hermanitas de la caridad se están cansando... quieren dar pellizquitos para ver si así hay un pequeño cambio (no sé por qué me ha dado por el simil con las monjas, no será por el buen recuerdo que me han dejado algunas).

Claro está que cuando les llega, por fin, una recetita con una multita, se llevan las manos a la cabeza y se cagan en mis muelas y muertos. Tampoco entonces, entonarán el mea culpa ni admitirán que se les han dado plazos, prórrogas y moratorias varias.

Tras casi siete años dando plazos y haciendo de buena samaritana con unos cuantos, ya no hay opción, pellizco o colleja, depende del grado, pero esta hermanita de la caridad ya se ha cansado de que la tomen por tonta. Ahora a lidiar con el jurídico y sus cabezonerías.

Se admiten apuestas sobre cuántas actas e informes va a necesitar este iluminado de las leyes para abrir expediente. También se admiten apuestas de cuántas va a dejar caducar.

sábado, 15 de mayo de 2010

Down in a hole

Estoy en un momento de esos en que te da por darle vueltas al coco. Eso de revisar la situación, pero desde el punto de vista de la negatividad absoluta y de la mayor cobardía. Igual que cuando era adolescente y me ponía a The Cure y pensaba que todo era una mierda.

Ahora, a mis treinta y pocos años puedo decir que soy más inmadura y menos seria que cuando tenía veinte años. Me jode eso de pensar que soy una adulta y que debo comportarme como tal. En cierto modo pienso que desaproveché ciertos años de mi juventud entre estudios de carrera y oposición y entre remordimientos de perder el tiempo en hacer cosas ociosas en vez de encerrarme a estudiar. Y ahora, desde la distancia de unos cuantos años me doy cuenta de que tanto sacrificio no ha cubierto las expectativas que me planteé entonces.

Ilusa de mí, pensaba que este trabajo sería más grato, que la gente al menos sería capaz de comprender que tu labor no es joderle sino evitar peligros a los consumidores (con todas las vertientes que eso tiene en la Salud Pública). Pero no.
También pensaba que sería más sencillo volver a casa. Pero tampoco. También pensaba, y pensaba y pensaba... Tontadas, eso es lo que pensaba.

Lo único bueno que tiene este exilio en el que estoy inmersa desde hace 7 años es que La Rubia consiguió acercarse a mí, de 750 Km de distancia pasó a 230 y de allí a 0. Pero el precio que ha debido pagar es demasiado alto, a pesar de que él no trate de considerarlo así.

Así que mientras limpiaba el suelo esta mañana escuchando música de esa deprimente tipo Alice in chains le daba vueltas a lo de mandar todo a escaparrar y largarnos de aquí. Pero he de reconocer que soy una cobarde. ¿De qué trabajo? Joer, si este trabajo tiene cosas buenas (el sueldo ya no es una de ellas), me gusta eso de la micro y las idas de olla esas que tengo de si la actividad de agua de tal cosa, que si el pasterizador, que si el etiquetado,... me mola mi trabajo (sería perfecto si no tuviera que tratar con la gente)... Es mal momento para montarse una consultoría, además hay como churros, tampoco es momento para montarse un negocio (bar, sedería, kiosco o lo que sea) y tampoco tengo pasta... no creo ni que me contratasen como cajera de supermercado... Además, en mi casa, antes de que mandase todo a la mierda, me llevarían a un loquero.

Conclusión, me quedo como estoy y donde estoy. Para muchos, una afortunada por un trabajo (por ahora) fijo y con un trabajo que gusta. Para mí, un exilio al que me presté voluntaria y con el que por huevos tengo que apechugar.

Esta claro que esta semana no ha sido mi semana. Supongo que esto es como la crisis esa que pasó mi madre a los cuarenta, solo que me ha llegado con varios años de antelación. En definitiva, que cuando me quejo, me quejo por todo, hasta por lo más nimio, pero todos tenemos derecho a quejarnos de vez en cuando.

jueves, 13 de mayo de 2010

Mejor mañana... o no

Estoy de muy mala baba, así que para no poner una barbaridad, prefiero pasar de escribir.
Ya veremos lo que sucede mañana, pero hoy, paso de parecer una loca desquiciada (más de lo habitual).

Conforme más leo webs de periódicos, de noticias y de opiniones, peor leche se me pone, así que, antes de ir deseando que se intoxiquen con un poco de Campylobacter jejuni o una cepa de E. Coli O157:H7, mejor corto y me voy a yoga.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Bajada de sueldo

Es la noticia del día, la bajada del 5% de los salarios de los funcionarios. Todos aquellos que piensan que los funcionarios nos tocamos los huevos estarán contentos y gozosos.

Comprendo que si la cosa está tan chunga puedan establecer cierto tipo de recortes, pero empezando por las dichosas bufandas y productividades que se reparten entre algunos (que nunca me tocan a mí ni a ninguno de mi equipo por más faena que saque) y sobretodo cortando tanto puesto de confianza que no se sabe para qué demonios existe.
No voy a entrar en si es justo o no, solamente dejo caer que entre mi equipo hay personas que no llegan a ganar mil euros y que cualquier rebaja en el sueldo les causa un gran destrozo doméstico, máxime cuando es el único sueldo que entra en casa. Como siempre alguno opinará que eso se lo ha buscado por entrar a trabajar en la administración.

Cuando todo va bien y todos ganan pasta, los funcionarios no tenemos poder adquisitivo, siempre a remolque de pequeñas subidas. Cuando todo va mal, nosotros también, congelados durante años, hasta que se acuerdan de nosotros. Vale, tenemos trabajo fijo y si nos hartamos de esto podemos largarnos (sin paro).

Me joroba que me bajen el sueldo. Pero más me jode es que haya tanto lelo que diga que nos lo merecemos porque no curramos. Estoy hartita de oir lo de que el café lo alargamos hora y media, o que nos escaqueamos para ir a la peluquería o de compras, que nos fumamos la jornada de trabajo y bla, bla, bla.

Estoy harta de generalizaciones y de que a todos nos metan en el mismo puto y rancio saco. Como en todas partes, hay vagos y maleantes, pero no por eso me merezco que me feliciten porque me bajen el sueldo (de verdad, que un idiota me ha felicitado esta mañana).

Resumiendo, me joroba que me bajen el sueldo, sobretodo sabiendo que los cargos de confianza y demás enchufes siguen chupando del bote. Y sí, me jode que se tenga la idea de que no curramos. Y sí, un cavernícola me ha felicitado por mi bajada de sueldo.

De verdad, hay veces que pienso que viviría mejor siendo sueca y teniendo un grupo de black metal (sería toda una caña)

lunes, 10 de mayo de 2010

Anonadada

Tenía ya lista una nueva entrada pero la dejo para otro día. Estoy anonadada, alucinada y sorprendida:

ME HA VENIDO A VER UN TIPO DE PROPIO PARA AGRADECERME LA PACIENCIA QUE HE/HEMOS TENIDO CON ÉL

Repito... Ha venido hasta el despacho... Y me ha dado las gracias... esto no pasa todos los días, mejor dicho no pasa nunca (bueno, algún día pero hace tanto que ya ni lo recuerdo)

Y para colmo ha traído una botella de vino y unas chuletas... lo de las chuletas me ha dejado flipada... no creo que en el Centro de Salud haya una barbacoa para hacerlas a su salud.

Por más vueltas que le doy al coco, no encuentro el trato de favor que cree que hemos tenido con él o la mayor paciencia que cree que hemos tenido en comparación con el resto de inspeccionados con los que tratamos todos los días. Ni lo he tratado mejor ni peor, le he atendido en el despacho como a cualquiera que viene y le he puesto plazos como a casi todos... Qué mal le deben tratar por otros sitios que piensa que le hemos tratado muy bien...

Flipa, flipa, flipa... será que me estoy ablandando??? Va a ser que no.
Aunque casi todos los que nos dan las gracias o al salir del despacho sueltan un "gracias por atenderme, me habían dicho que eras una borde pero a mí me has tratado bien" o frases similares terminan siendo parte de un raro club de frikis que no se cagan en ti cuando vas de inspección (al menos en tu cara). Manda narices pero frases de esas nos las sueltan de vez en cuando, aunque se quedan un poco cortados al espetarla (jaja, no sé por qué...)

Oyes Josebas, que alucino... nos comeremos las chuletas a la salud de este mozo y brindaremos para que ya que se ha gastado una pasta en adecentar un local y apañarlo, le vaya bonito.

sábado, 8 de mayo de 2010

Todo es relativo

En general, en la vida cotidiana de todos nosotros, todo es relativo. Cosas que unos dan importancia, otros las consideran banales o insustanciales. Todo depende de cómo te afecta, del pie con el que te hayas levantado, de lo que creas de la televisión, de la educación o de cómo lo politices.
En sanidad, en salud pública todo se relativiza hasta proporciones desorbitadas.

Pongamos un ejemplo simple, la temida LEGIONELLA.

De forma rutinaria se toman muestras de distintas instalaciones, como torres de refrigeración, evaporadores, circuitos de agua caliente de residencias, hoteles u hospitales, alguna fuente pública... Y si sabes buscar, es muy sencillo encontrar esta bacteria.
En el laboratorio te dicen, atención hay legionella y enseguida tu jefe se pone histérico atacado y llama al establecimiento o industria para que hagan urgentemente una limpieza y desinfección y te manda a ti para que vayas a meterles prisa y a comprobar que lo hacen. (Que limpien y desinfecten como dios manda ya es otro tema, de todas las que he visto todavía no he encontrado una empresa que entienda que si el pH es alto, la concentración de cloro debe aumentarse con un sencillo cálculo y lo de medir cloro mediante diluciones es para ellos misión imposible- gracias papi por meterme caña con las diluciones cuando me enseñabas en el labo).
Como siempre, en los análisis rutinarios de autocontrol de las empresas, nunca aparece legionella.
Salimos corriendo, vemos, redactamos y no hay casos. Nadie enferma o si lo hace pasa una especie de resfriado que ni siquiera pasa por la consulta del médico.

Otras veces te aparecen casos médicos. Epidemiología da la señal de alarma (que la da bien pocas veces) y te encuentras un par de fallecimientos de gente con patologías previas pulmonares o con enfermedades crónicas, transplantados o personas que ante cualquier cosa ya tenían puesto un pie en el otro lado (lo siento, soy muy insensible para hablar de cosas de muertes, será por mi adolescencia doom-metalera). Lamentablemente se encontraban en mal lugar en el peor momento. Pero ¿qué es lo que sucede? Los medios de comunicación se vuelven locos, que si tantos afectados, que si no sé qué, que si tal o que si cual.
Salen los alcaldes de turno, sin pajolera idea con brillantes medidas como la de proporcionar agua embotellada a la población (ale, confundiendo el tocino con la velocidad). Sale el político de turno hablando de números complétamente inventados, se han hecho tropecientas mil inspecciones... la de la radio que entiende las cosas a su manera, un virus se propaga por nuestras aguas... COÑO, el caos... y tan pronto se monta el pollo como que a los pocos días nadie lo recuerda.

A que nadie habla de Listeria? Esa si que me parece una bacteria tocapelotas. Vale que la Legionella viva en amebas y tras desinfecciones aparezca de nuevo (te cargas las amebas y salen como setas) pero la Listeria, ¿cuántos abortos provoca en mujeres? ¿Cuántos problemas da a los bebés que llegan a nacer?
Encontramos Listerias como churros, desde picadoras de carne de las carnicerías a muestras de salmón ahumado en los expositores de los supermercados... en mi corta carrera de veterinaria de sanidad por cada muestra con legionella, habremos encontrado cinco con listerias, en alimentos listos para consumir... pero, eso, no es importante... No, claro, porque como dieran la voz de alarma los políticos y los medios de turno, la gente, ¿qué compraría en el super?

Todo es relativo, así que, por favor, cuando un alcalde, un político o un artículo de un periodico hable de Sanidad, no nos creamos ni la mitad.

martes, 4 de mayo de 2010

Con poquico nos contentamos

En este trabajo queda claro que hay que ser un pesado, un plasta, un brasa... siempre estamos con la misma cantinela: limpia, limpia, limpia. A veces intercalamos lo de controla la temperatura, agua caliente, jabón, limpia por debajo y limpia detrás de la maquinaria.
Más de una vez se me ha pasado por la cabeza grabar mi perorata y darle al play porque me canso de gastar saliva para nada.

¿Acaso no se dan cuenta de que somos más buenos que las hermanitas de la Caridad? Avisamos, requeteavisamos y si ya se nos hinchan las pelotas, levantamos acta para sanción.

No sé por qué o qué pasó o cómo nos pusimos de bordes que en un sitio tras darle un plazo, alucinante, han corregido todas las deficiencias que se llevaban señalado inspección tras inspección e inspector tras inspector.

Luego parecíamos tontas dándoles la enhorabuena por LIMPIAR... así, así mantenedlo así... limpiad sobre limpio que se tarda menos, espero que la próxima esté igual...
Coño!!! Que casi parecía que les íbamos a tener que dar las gracias o pagarles unas cañas... no me hubiera extrañado que nos hubiéramos dado un abrazo colectivo como si fuéramos jugadores de basket

En el coche, camino de vuelta pasamos de la euforia por conseguir que en un sitio limpiasen, para ahorrarse la multa que les iba a caer porque no creo que vean más allá, para pasar al momento de "humillación total" podríamos llamar... LIMPIAR...
¿No se supone que lo crucial y fundamental de cualquier industria alimentaria es LIMPIAR???? ¿Por qué me sigue sorprendiendo encontrar sitios que limpian???

Está claro que nos contentamos con bien poquico...

lunes, 3 de mayo de 2010

Esta lloviendo hoy




Nostalgia de la infancia... estoy de lluvia hasta las narices