viernes, 9 de abril de 2010

Me repelen los trajeados

Corbata a rayas rojas y negras, camisa blanca, GEMELOS, pantalón con raya diplomática con chaqueta a juego, zapatos brillantosos... al sentarse se ven calcetines "molones y modernos" a rayitas de colores... ¿Qué es?

... un pesado... Caliente, caliente
... un monitor de aerobic... Frío, frío

... un abogado... caliente, caliente

... un bakugan... helado, helado

... ya sé... un gerente de una gran empresa.... BINGO, premio

De verdad, que solamente iba a ver la cámara del pescado fresco y la sala de manipulación del fileteado de pescado congelado... es viernes, no me merecía esto (pues toma, el segundo pesado de la mañana)

Pues nada, a estrechar manos y poner sonrisa profiden para no parecer una burra soberbia (joer y hoy iba de niña mona, la próxima espero que me pillen con vaqueros viejos y botarracas, más que nada para desentonar, una chorrada pero me mola la cara que ponen cuando me ven cutre-zarrapastrosa... me tengo que hacer con una pulsera de tachuelas como las de mi hermana pequeña).

Me cansan, hablan y hablan, mucho compromiso con la seguridad alimentaria y mucha chorrada para luego no cumplir ni plazos ni términos ni nada, pero claro, ponen interés (JA). Lo que hacen es criticar a sus trabajadores a saco, te los ponen verdes porque, claro, ellos son los únicos que trabajan en la empresa y los que la levantan (ya, ..., ya veo como manejas los pez espada y lo troceas, ya)

Claro que luego se descomponen cuando levantas acta y les abren expediente o les mandan un apercibimiento... buscan a uno al que cargarle las culpas y a llorar al despacho del señor delegado (porque también tienen amigos por todos lados), con lo cual se creen los intocables.

Y ese era el segundo pesado, que al primero me lo he podido quitar de encima con un simple apretón de manos y cuatro estúpidas frases... para acabar con una tercera petarda que por teléfono la he mandado amáblemente a la mierda...

Mucho más interesante me ha parecido la llamada a las tres de la tarde de una pobre muchacha preocupada por su licencia municipal y sus autorizaciones del bar.

Desconfío de los trajeados, sean gerentes o jefes... sobretodo me repelen los repeinaditos con pulseritas de cuero y gemelos, con ese toque glamuroso de calcetines molones... Que solamente quiero que arregléis el techo de la cámara y la limpiéis, que siempre digo lo mismo, que entro y me llueve encima o me nieva!!!! Seguro que dentro de un mes seguirá la historia igual... y el tipo preguntándome de si es cierto lo del red bull con cocaina... pfffffff

Menos mal que es viernes...

1 comentario:

  1. jajaja me encanta como escribes, no tengo nada que ver con tu profesión ni nada por el estilo, pero.. que bueno jaja

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